PROVINCIALES
10 de septiembre de 2023
Otro roce con Paraguay: ahora abrieron sin avisar las compuertas de Yacyretá
La medida fue inconsulta y estuvo a punto de afectar la generación eléctrica. ¿Represalia por la hidrovía? Corrientes, en el medio, sin injerencia.
En medio de una creciente tensión diplomática que comenzó hace un par de meses y parece no tener freno, el Paraguay abrió al máximo el vertedero de Añá Cuá y dejó correr el agua necesaria para hacer funcionar la represa hidroeléctrica de Yacyretá, cuya administración y funcionamiento comparte con Argentina a través de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY). La obra está emplazada en jurisdicción de Corrientes, a la altura de Ituzaingó, pero la Provincia no tiene ninguna participación. En el directorio de la compañía hay tres correntinos -todos kirchneristas- que responden a los lineamientos políticos del Gobierno nacional, que fue el encargado de ventilar la peligrosa maniobra paraguaya.
La decisión -dicen- fue inconsulta y determinó el vaciado parcial del embalse superior de la represa, poniendo en riesgo la generación de energía que necesita la Argentina para alimentar el interconectado nacional. No hubo explicación oficial por tal medida, aunque se supone que tenía por objetivo aliviar el anegamiento que estaba provocando el lago en la costa vecina. El punto es que abrieron el vertedero y comenzó a evacuar el doble -y hasta el triple- de agua que está pautado, eso provocaría dos problemas: 1) la disminución de la altura del embalse, factor clave para que funcionen las turbinas; 2) el impacto en las poblaciones río abajo, tal el caso de Apipé, incluso Ituzaingó.
Tras el reclamo de la Argentina, las compuertas volvieron a su estado habitual y cesó el riesgo. Sin embargo, el episodio es extraño y sacude la agenda diplomática con el Paraguay en medio del contrapunto por el uso -y cobro de peaje- en la Hidrovía Paraná-Paraguay. El nuevo presidente del país vecino, Santiago Peña, tuvo un cruce fuerte con Sergio Massa por ese tema y ahora se apresta a escalar con su reclamo.
En el medio hay un asunto pendiente de la provincia de Corrientes por la soberanía avasallada de la Isla Apipé y las aguas que la circundan. El planteo correntino, que fue tomado por la Cancillería argentina, todavía no produjo ninguna acción concreta, mientras la convivencia incómoda sigue en la zona de Yacyretá.
En la última semana de junio, el Gobierno de Corrientes denunció que la Prefectura paraguaya agredió la soberanía argentina al acosar -sin fundamentos- una embarcación de pescadores deportivos que navegaban en inmediaciones de la isla Apipé. El reclamo, mediático primero y luego formal, lo encabezó el gobernador Gustavo Valdés, quien el 7 de julio recibió al canciller argentino Santiago Cafiero y sobrevolaron la zona (ver aparte).
No es la primera vez que la Prefectura de Paraguay arremete contra los navegantes argentinos, incluso hace un par de años intervino para suspender -a la fuerza- un torneo de pesca que se hacía desde la costa de Apipé. Los pobladores de la isla, los habitantes de Ituzaingó y todo otro argentino que se anime en esa zona del río Paraná queda a merced del humor de los uniformados guaraníes. Sucede que las aguas son jurisdicción del Paraguay, aunque el territorio sea argentino.
Esto genera un clima de tensión permanente. Ahora se amplificó como consecuencia del diferendo por el uso de la Hidrovía. Paraguay se queja porque -dice- Argentina lo somete a una serie de arbitrariedades al tener potestad sobre la vía de navegación. Paradójicamente son idénticas arbitrariedades que los prefecturianos paraguayos les aplican a los correntinos que navegan hacia o en torno a Apipé.
El contrapunto por la libre circulación de la Hidrovía de los ríos Paraná y Paraguay -sin pagar peaje- se ha desatado en las últimas semanas, desde la llegada de Santiago Peña al gobierno en el país vecino. El flamante presidente despotrica contra Argentina, pero en especial contra el ministro de Economía, Sergio Massa, quien lo habría engañado con una promesa. Eso es lo que señala Peña.
La novedad es que el gobierno paraguayo anunció una presentación formal en el ámbito del Mercosur, quiere un arbitraje para solucionar el diferendo (ver nota adjunta).
Y en medio de este ida y vuelta sucedió lo de Yacyretá. Paraguay abrió las compuertas sin dar aviso. El vertedero de Añá Cuá es un brazo del río Paraná por donde corre un caudal ecológico de 1.000 metros cúbicos por segundo, con unas enormes compuertas que pueden regular ese paso. Los técnicos paraguayos de Yacyretá lo abrieron primero para dejar correr 2.000 metros cúbicos por segundo, y luego 4.000; además efectivos de la Armada paraguaya se hicieron presentes en la central, ubicada a la altura de la ciudad correntina de Ituzaingó, para apoyar esa decisión unilateral.
El hecho ocurrió el jueves entre las 19 y las 23, y el viernes cerca de las 17. Y tras la intimación y el reclamo del titular de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) por Argentina, se logró restablecer el funcionamiento del vertedero y cesó el peligro en la represa. Sin embargo, el mar de fondo -político- continúa.
Fuente: www.nortecorrientes.com