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16 de julio de 2025

En la Argentina de Milei, los trabajadores están cada vez más precarizados

Durante el primer trimestre de este año, el Indec registró una suba del trabajo no informal y de los no asalariados en detrimento del trabajo en relación de dependencia.

Por Sebastián Premici

La Argentina desigual de Milei. El programa económico de miseria planificada de La Libertad Avanza pauperizó las condiciones de vida de la mayoría de los trabajadores y trabajadoras. La devaluación originaria del peso, el mega ajuste del gasto público y una licuación masiva de ingresos hicieron estragos en vastos sectores de la población. De ahí que cualquier comparación estadística contra lo sucedido durante los primeros meses del inicio de su gobierno luzca distorsionado.

En el primer trimestre del 2025, según el último informe de generación del ingreso publicado por el Indec, hubo un incremento de los puestos de trabajo informales y no asalariados, por sobre los empleos en relación de dependencia que marcaron un retroceso. En la comparación interanual, la remuneración al trabajo asalariado en su relación al valor agregado bruto –el aporte del trabajo a la generación de riqueza- tuvo un incremento de casi 5 puntos porcentuales hasta alcanzar el 49%. Un año antes, había marcado una baja similar.  

De todas maneras, ese porcentaje del 49% se encuentra lejos de encarnar el famoso fifty fifty de la igualdad social o el de una justa distribución de la riqueza.

La torta achatada

Durante el primer trimestre de 2024, Milei les asestó el primer golpe a los sectores trabajadores con la motosierra en la mano. Por entonces, la participación de los asalariados en la generación de riqueza caía tres puntos porcentuales. La Libertad Avanza acható la pirámide social con la proliferación acelerada de un fenómeno que ya venía registrándose desde la experiencia del Frente de Todos: trabajadores pobres.

Un año después, según el Indec, la remuneración al trabajo aumentó 4,9 puntos porcentuales pero a partir de la suba del empleo no registrado y los precarizados monotributistas. Es decir, la distribución de una torta cada vez más desigual.

“La participación de la remuneración al trabajo asalariado fue de 44,1% en el primer trimestre de 2024 y de 49,1% en el primer trimestre de 2025. Este aumento de 4,92 puntos porcentuales se debió a 0,80 puntos porcentuales por el sector público y 4,13 puntos por el privado. Por sector de actividad económica, se destacaron los incrementos en Industria manufacturera (0,60 p.p.), Comercio mayorista, minorista y reparaciones (0,57 p.p.) y “Transporte, almacenamiento y comunicaciones” (0,47 p.p.)”, puede leerse en el Indec.

La industria manufacturera fue uno de los sectores económicos más golpeados por la administración Milei, donde se detectaron miles de despidos y cierre de empresas. En esta línea, el programa oficial también golpeó duramente a varios sectores empresariales. La participación del excedente de explotación bruto (EEB) alcanzó 35,6% de la generación de la riqueza, con una caída de 5,06 puntos porcentuales respecto al mismo trimestre del año anterior.

Este descenso se explicó por la baja en los sectores Industria manufacturera (-2,77 puntos porcentuales), “comercio mayorista, minorista y reparaciones” (-2,27 puntos) y “explotación de minas y canteras” (-1,14 puntos), entre otros.

Vivir solo cuesta trabajar cada vez más horas

En términos de empleo, al primer trimestre de 2025, lo que más aumentó fue la precariedad laboral, el cuentapropismo y la necesidad de dedicarle cada vez más horas a las actividades de subsistencia.

Según el Indec, los puestos de trabajo asalariados no registrados crecieron un 0,8% y los no asalariados (son las personas propietarias, individualmente o en forma conjunta, de las empresas no constituidas en sociedades en las que ellos trabajan; tampoco poseen un empleo remunerado) que crecieron un 4,7%. Por su parte, el supuesto trabajo formal que ofrece obra social y aportes jubilatorios –otrora denominado de calidad-, registró un descenso del 0,3%.

Parte de la precarización de la época tiene que ver con el aumento de las horas trabajadas, que se incrementaron de manera exponencial en los casos de los trabajos precarios. Vivir solo cuesta trabajar más horas.

En el caso de los trabajadores no registrados, hubo un aumento de las horas del orden del 1,8%, mientras que en el caso de los no asalariados - cuentapropistas, monotributistas y emprendedores precarizados- el incremento fue del 6,6%.

La informalidad al palo

La informalidad laboral es uno de los grandes problemas del mercado de trabajo argentino; suele estar asociada a malas condiciones laborales, bajos salarios y falta de derechos básicos. En el país, el 36% de los asalariados trabaja de manera informal. Pero si se hila más finito, el escenario es mucho más complejo, según el análisis realizado por la organización Fundar.

Si sumamos a los trabajadores independientes, la cifra asciende al 42%. Esto equivale a casi 9 millones de personas con empleo informal”, indicaron en un reciente informe.

En total, existen en el país casi 9 millones de personas que trabajan en la informalidad (8,8 millones). Sobre un total de 21,1 millones de personas ocupadas, esto equivale al 42% de los trabajadores.

“De esos 8,8 millones, 5,5 millones son asalariados y 3,3 millones no asalariados. Es decir, más del 60% de los trabajadores informales son asalariados a quienes su empleador no le realiza aportes a la seguridad social. El resto son trabajadores no asalariados”, puede leerse en el trabajo citado.

La probabilidad de trabajar en la informalidad varía mucho según el tipo de ocupación. Entre los asalariados —que son la mayoría de las personas ocupadas— el 36% es informal. Entre los trabajadores independientes, la cifra aumenta al 57%. Y hacia el interior de los cuentapropistas, esa informalidad llega al 62%.

“La informalidad también varía fuertemente según el sector en el que se trabaja. Es muy baja en el sector público —menos del 10%—, pero casi llega al 50% en el sector privado. Y dentro del sector privado, las diferencias son grandes: mientras que en actividades como el petróleo, la minería o las finanzas la informalidad es menor al 15%, en el agro, la gastronomía, el servicio doméstico y la construcción supera el 60%2, concluyó Fundar.

Objetivo Milei: vaciar de empresas y trabajadores

Entre el cierre de 2023 y abril de este año, hubo una destrucción de 15.557 empresas y 237.445 puestos de trabajo. Estos guarismos no son un simple dato estadístico sino que dan sustento al programa de miseria planificada enarbolado desde La Libertad Avanza.

Esta información surge de un reciente trabajo del Centro de Economía Política Argentina (CEPA). “En cantidad de empresas, el sector de Transporte y Almacenamiento fue el más afectado, con una pérdida de 3.898 empleadores entre noviembre de 2023 y abril de 2025. Otros rubros también registraron caídas significativas, como comercio al por mayor y al por menor; reparación de vehículos automotores y motocicletas (-2.522 empleadores), servicios inmobiliarios sufrió una caída de 2.508, servicios profesionales, científicos y técnicos de 1.818 y construcción registró una reducción de 1.759”, indicaron desde el CEPA.

En el mismo período, la cantidad de trabajadores y trabajadoras dentro de unidades productivas se redujo un 2,41%, lo que representó una pérdida de 237.445 puestos de trabajo.

“El sector más afectado en términos de pérdida de puestos de trabajo fue el de Administración pública, defensa y seguridad social obligatoria, con una reducción de 138.617 trabajadores; le siguió el sector de la construcción que perdió 81.089 puestos en el mismo período; y los servicios de transporte y almacenamiento, con 55.616 empleos menos. En la industria manufacturera se destruyeron 30.163 puestos de trabajo”, concluyó el CEPA.

Fuente: www.eldestapeweb.com

 

 



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