3 de abril de 2017
El PJ abandona la marca kirchnerista FPV y va a los comicios con “Haciendo Corrientes”
Ríos y Espínola ya no disimulan el daño que les causa ser la cara visible del régimen K en la provincia y buscan maquillarse con otro pelaje. Esta nueva seña también la usaría Camau en las elecciones provinciales.
El Partido Justicialista decidió, en una reunión de la que participaron todos los popes de la escuadra peronista, que el frente que integrarán para los comicios comunales del 4 de junio no será el Frente para la Victoria (FPV), sino que se llamará “Haciendo Corrientes”. La máxima: enterrar el sello que vio florecer a los peronistas de Corrientes y cotiza en baja para la ciudadanía.
De esta manera, confirman que quieren sacarse de encima la pesada herencia que les representa el haber levantado las banderas de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner (CFK), teniendo en cuenta que la sociedad en su mayoría le dio la espalda al proyecto nac&pop, en un fuerte repudio al régimen más corrupto de la historia argentina que sometió al país en un brutal crisis institucional y económica.
Tanto el intendente de la Capital, Fabián Ríos, como su oponente interno, el senador nacional del FPV por Corrientes, Carlos Mauricio Camau Espínola, entendieron que lo mejor para lavarse la suciedad que conlleva estar asociados al kirchnerismo era plantear un nuevo nombre donde refugiarse e intentar que los ciudadanos se olviden o por lo menos los dejen de asociar con ese movimiento político. Ya no importa que La Cámpora y las otras agrupaciones K de paladar negro se enojen y blasfemen contra el Ingeniero y el exintendente, ya que los consideran un sector minoritario que no aportarán lo suficiente para ganarle la madre de las batallas a Ricardo Colombi y sus soldados de Encuentro por Corrientes (ECO). En el fondo son conscientes de que La Cámpora, la JP Evita, Kolina, Descamisados, Nuevo Encuentro y las extracciones izquierdistas que todavía la claman por el liderazgo de CFK, son sellos de goma.
Teniendo en cuenta que los hechos de corrupción más resonantes que se dieron a conocer en la provincia durante el último año y medio tienen como actores a dirigentes y figuras del FPV, es que tanto Ríos como Camau pretenden salir a la opinión pública como algo nuevo. La detención del intendente de Itatí, Roger Terán, referente del PJ-FPV de esa localidad, fue la gota que colmó el vaso.
Antes estuvo el escándalo de Perugorría, localidad gobernada por Angelina Lesieux, una militante de la Kolina y fiel escudera del senador nacional que aspira a ser gobernador de la provincia.
Sin financiamiento económico ni propuestas superadoras, como tampoco un proyecto político serio, más su imagen derrumbándosele a diario, Espínola se encuentra conminado a buscar un ardid que lo saque de esta situación de catástrofe política que vive. Golpeado por lo ocurrido con dos de sus intendentes favoritos (Terán y Lesieux), y con la posibilidad de que la Justicia le encuentre relaciones con los delitos que se les imputan, Camau mira su sueño de ser gobernador desde una posición cada vez más lejana.
La campaña sucia de los ex-K
Desde las filas de Camau Espínola ven que a los referentes de Encuentro por Corrientes (ECO) las operaciones de prensa armadas por ellos en los medios nacionales para desprestigiarlos no los mellan en la provincia. Se dedican a la crítica mondaz, con argumentos falaces, dejando al descubierto su desconocimiento de la situación que vive la provincia y su desesperación ante el estancamiento y retracción que viven. Quizá la prueba más clara de la estrategia del peronismo kirchnerista de ensuciar la figura de sus contrincantes es lo ocurrido el pasado viernes con el concejal capitalino de ECO+Cambiemos Hugo Cuqui Calvano, quien habría sido difamado por su par el concejal del FPV, Justo Estoup. Resulta que este hizo correr la versión de que Calvano atropelló a una mujer y se dio a la fuga, para luego ser detenido por los vecinos.
Dicho relato era totalmente falso y de falsedad absoluta, lo que motivó que Calvano lo aclarara por medio de un comunicado de prensa mostrando la denuncia policial y en compañía de la mujer con quien había protagonizado el siniestro. Lo de Estoup se enmarca en esta estrategia de los otrora kirchneristas, de montar una campaña sucia, donde no muestran gestión ni propuestas, sino que se dedican a difamar al Gobierno provincial. El modus operandi es una burda imitación de la “campaña del miedo” instaurada por el kirchnerismo en las últimas elecciones presidenciales de 2015, que fue un de los elementos que llevó a que Daniel Scioli perdiera contra Mauricio Macri.
Lo cierto es que ECO, aun sin haber haber presentado el candidato a gobernador y las operaciones de prensa que apuntan directamente al mandatario Ricardo Colombi, continúa teniendo una altísima consideración por parte de la ciudadanía, lo que no tiene relación con los personalismos, sino con la efectividad de las medidas que vino desarrollando en los últimos años.
Fuente:diariolarepublica.com.ar