15 de agosto de 2016
Ahora el campo se queja del gobierno
Muchos productores piden una política pública integral para el sector. El reclamo se extiende sobre todo al sector ganadero y tamberos, que esperan recibir los mismos beneficios del agro.
Por Fernando Costoya
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Cuando el 30 de julio pasado el presidente Mauricio Macri participó en la inauguración de la Exposición Rural, el campo casi en pleno celebró un hecho que no sucedía desde hace 15 años. Sin embargo, detrás de la foto y del canto que bajó desde las gradas -el famoso “sí, se puede” de la campaña- la situación de algunos sectores agropecuarios, como los productores de leche o de carne de cerdo, se torna preocupante. Y aunque hacen esfuerzos para mantener la buena predisposición, los reclamos de algunos dirigentes rurales hacia el gobierno son cada vez más enérgicos.
Leche agria
Aunque se puso de manifiesto con la escasez de manteca en comercios y supermercados, la crisis del sector lácteo se viene consolidando desde hace tiempo. A inconvenientes de largo aliento como el cierre de tambos y la concentración de la producción, hay que sumar el incremento de los costos, las inundaciones y la posición dominante de las grandes cadenas de supermercados.
“Hoy el tambero recibe $4,10 mientras el sachet de leche sale $20, lo que representa una participación del 19%. El Estado se queda el 17% y el resto está en mano de los comercios y la industria”, aseguró el presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), Omar Príncipe, en diálogo con Crónica.
“En las cadenas de alimentos hay estructuras dominantes que se quedan con la rentabilidad de los productores y le hacen pagar a los argentinos precios que son un disparate”, agregó.
Por su parte, el titular de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Dardo Chiesa, le dijo a este diario que “con la devaluación y la quita de retenciones, más el aumento de combustibles, el productor cobra un peso menos”.
“Queremos que se reparta mejor”, remarcó, y dio un ejemplo: “El queso cremoso en la fábrica se vende $75 el kilo y en el supermercado se ofrece a $160 el kilo”.
Beneficiados y perjudicados
Una de las primeras medidas de Macri fue quitarle las retenciones a las exportaciones del campo, salvo para la soja, que pasó de 35 a 30%. A esto hay que sumarle el fin de las restricciones cambiarias que llevó el dólar de $9,70 a casi $14 de un día para otro, lo que representó una suba automática del 40% en el precio de los granos. A partir de estas medidas, sectores como la soja, el maíz y el trigo se favorecieron, mientras que otros, como la leche, la carne de cerdo o la economías regionales, se vieron perjudicados.
“Hay un sector favorecido. Con la quita de retenciones, hubo un sector favorecido, que fue el sector exportador”, afirmó Príncipe. “Aclaramos que nosotros estábamos a favor de la quita de retenciones. Pero por sí sola no alcanza. No es una política integral que resuelve todo. Y nosotros necesitamos una política integral”, reflexionó.
Para Chiesa con la quita de retenciones mejoró la situación del campo. “En trigo y maíz veníamos muy castigados. Además nos devolvieron libertad de comercio. No se podía vender”, apuntó.
Aunque entendió que “todavía quedan cosas por resolver, por ejemplo economías regionales o lecheros. Para ellos la quita de retenciones es más problemática”.
Para ilustrar esta situación, Príncipe se refirió al sector porcino: “El productor de cerdo recibía $20 por kilo en 2015. Ahora recibe $15, a lo que hay que sumar que se triplicaron los costos y se importan cerdos desde Brasil y Dinamarca”.
Pequeños productores
En este contexto, tanto Príncipe como Chiesa reclaman una pronta respuesta de parte del Gobierno. “Esperamos que el Gobierno empiece a agilizar y a forzar una política pública orientada a sostener a los pequeños productores”, sostuvo Príncipe.
“En estos meses -amplió- nos juntamos 15 o 20 veces con el ministro de Agroindustria, que nos escucha. Pero tenemos que exigir políticas públicas, para lograr no sólo rentabilidad sino sustentabilidad”. Y advirtió: “Si no cambiamos el modelo agropecuario corremos riesgo”.
Chiesa, en tanto, consideró que “el Estado tiene que ser inteligente e intervenir con reglas, mesa de diálogo y de trabajo”. Y si bien reconoció que “estamos trabajando con Agroindustria”, puntualizó que “tiene que intervenir el Ministerio de Producción”.