NOTAS RELACIONADAS

Algo muy negro resalta sobre la blanca nieve barilochense. Un efectivo de la policía de Río Negro, que prestaba funciones en la ciudad de Catriel, fue detenido el sábado por su presunta vinculación con la desaparición del agente Lucas Muñoz, visto por última vez el 14 de julio, cuando se dirigía a prestar servicio a una comisaría de Bariloche.

Paralelamente, la jefatura de la fuerza dispuso el pase a disponibilidad de tres comisarios, un subcomisario y dos oficiales de Bariloche, por presuntas irregularidades en la investigación, se informó oficialmente.

Luego de 15 días de búsqueda de Muñoz, oficial de servicio de la comisaría 42ª, se produjeron novedades a partir de la intervención de fuerzas federales, en los procedimientos ordenados por la Justicia rionegrina.

A pedido del fiscal Martín Govetto, con autorización del juez Bernardo Campana, un policía fue detenido en su casa de Colonia Catriel, a 600 kilómetros de Bariloche, por su presunta vinculación con la desaparición del efectivo. El operativo fue realizado por personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), Gendarmería Nacional y Prefectura Naval, que también efectuó allanamientos en la vivienda y en la comisaría en la que trabajaba el sospechoso.

Los padres, la hermana y allegados a Lucas David Muñoz protestaron ayer frente a la Unidad Regional III, la máxima autoridad policial de la ciudad y de la zona, y acusaron a sus compañeros y a jefes de la fuerza por el hecho.

"Queremos que se investigue y que todo salga a la luz. Hay mucha corrupción en la policía, por eso desapareció Lucas y por eso no investigaron como debían", expresó Paula Muñoz, hermana del uniformado.

La joven dijo que la familia supo que Muñoz (29) "se quería ir de la comisaría 42ª por las cosas que veía, que estaban relacionadas con las drogas y la desaparición de Micaela Bravo", una madre de tres hijos, de 28 años, cuyo cadáver apareció en marzo, a poca distancia de esa unidad policial, en un descampado.