Una persona murió y 11 resultaron heridas a raíz de una explosión ocurrida este domingo por la noche frente a un bar en el centro de la pequeña ciudad Ansbach, en Baviera, en el sudeste de Alemania.

La alcaldesa de Ansbach, Carda Seidel, negó que haya sido una explosión accidental de gas, como reportaron inicialmente medios locales, y aseguró que se trató de un hecho intencional.

No obstante, en sus primeras declaraciones la funcionaria no confirmó si se trató de una sola detonación o más de una, ni tampoco de qué tipo de artefacto se utilizó, informó el sitio web local NordBayern y reprodujo la agencia Europa Press.

El centro de la ciudad -cercana a Nürenberg- fue cerrado tras la detonación, mientras policías, bomberos y socorristas acudían al lugar.
Un concierto al aire libre que se celebraba cerca de allí fue suspendido y los alrededor de 2.500 asistentes abandonaban el lugar, reportó la agencia DPA.
Mientras tanto, diversas autoridades se habían constituido en un gabinete de crisis al cual iba a sumarse el ministro del Interior de Baviera, Joachim Herrmann, quien se encontraba en Berlín y anunció su viaje inminente a Ansbach.
Hoy, más temprano, un ciudadano sirio de 21 años, armado con un machete, asesinó a una mujer e hirió a otras cinco personas en Reutlingen, en el estado Baden-Wurtemberg, limítrofe con Baviera.
El viernes, un estudiante germano-israelí asesinó a tiros a nueve personas y luego se suicidó en Munich, también en Baviera.
Y el lunes pasado, un refugiado afgano de 17 años dejó cinco heridos graves al atacar a pasajeros de un tren con un hacha y un cuchillo.