24 de junio de 2016
Los ocupas del San Roque Este venden los terrenos usurpados
Vecinos de la manzana tomada informaron que sumado a las irregularidades existentes, ahora hay que agregar la comercialización de los predios. En principio los montos eran de $60 mil pero ante la amenaza de desalojo descendieron hasta alcanzar los $10 mil.
A casi dos meses de la toma del terreno del barrio San Roque Este y ante la amenaza de desalojo, algunos ocupas decidieron vender porciones de tierras. El monto que se tasó: 60 mil pesos.
A diferencia de otros predios usurpados, los vecinos históricos de este punto de la capital, pusieron especial énfasis en la negativa de convivir con los ocupas.
En los primeros días hubo cruces de palabras, luego llegaron las denuncias de algunas personas que habitan en el complejo construido por el Instituto de Viviendas de Corrientes (INVICO).
Ante las denuncias hubo otro cruce entre las partes. Por un lado, un sector reclama que son discriminados por ser de condiciones humildes. Por el otro, aseguran que fueron amenazados por intentar sacarlos del lugar.
Las autoridades provinciales, municipales y judiciales tomaron conocimiento de lo sucedido pero pasan los días y los ocupas siguen resistiendo en el predio ubicado en el corazón del barrio.
Es más, fueron reforzando las estructuras de sus casas y además agregaron ilegalmente nuevos servicios. Y llegó el momento de la instalación ilegal de la energía y el agua.
Este fue otro de los capítulos que generó roces entre los dos sectores. En las primeras conexiones de luz tuvo que intervenir la Policía, ya que un vecino que intentó frenar el robo y recibió agresiones verbales y posteriores amenazas hacia su familia.
Luego llegó el turno de la instalación clandestina del agua. Uno de los reporteros gráficos de época fue testigo del trabajo que realizaban algunos de los habitantes del asentamiento. Con pico, pala y caños acercaban el líquido vital desde las viviendas al predio. Por la inquietud de los denunciantes, el caso no perdió vigencia. En los últimos días hubo rumores de posible desalojo. Esto encendió la luz de alerta y algunos ocupas comenzaron a analizar la posibilidad de continuar o no el lugar.
En este sentido un vecino de la zona, quien prefirió hacer reserva de su identidad por temor a represalias, informó que se ofrecen terrenos de 10 metros de frente por 30 de fondo a la suma de 60 mil pesos. “Desde que se corrió el rumor de desalojo los ocupas comenzaron a ofrecer pedazos de tierra a comerciantes de la zona y particulares”, dijo la fuente que tomó contacto con este medio.
Además agregó que “tras los rumores, los valores comenzaron a descender hasta llegar a la suma de 10 mil pesos”. “Lo lamentable es que hay gente que compró esos terrenos”, amplió el vecino.
Por su parte, Roberto, uno de los ocupas informó a este medio que en los días se nota más presencia de la policía provincial. “Nada tenemos que esconder. Estamos resistiendo las inclemencias del frío, sólo con el objetivo de conseguir un techo. Lo que queremos es que el Estado nos dé respuestas a la falta de vivienda, ya que esto fue lo que nos impulsó a tomar estas tierras”, señaló el hombre.
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Otro de los vecinos “anti-ocupas” señaló que una de las modalidades que implementaron los usurpadores es hacer ingresar al predio a embarazas. Según comentó las utilizarían de escudo en caso de desalojo. “Es impresionante la cantidad de chicas embarazadas, se acercan al predio de día con el claro objetivo de victimizarse ya que hay rumores de que la Justicia desalojará el lugar”.
Otro de los datos llamativos es que los ocupas armaron un grupo a través de la red WhatsApp para pasarse los datos de las posibles tomas de terrenos en la ciudad.
Vale recordar que la ocupación de este predio fue el 8 de mayo. Las primeras personas se instalaron en la intersección de calle Pablo Neruda y calle 490. Luego se sumaron familias enteras hasta completar un número aproximado de 200 personas.
Los ocupas hicieron un pacto que es respetado hasta hoy. “No tocar la histórica cancha de fútbol”. La gente se asentó en los alrededores de la línea de cal a la espera de una resolución de la Justicia y manteniendo la esperanza de quedarse allí para construir una vivienda.
Fuente:diarioepoca.com