14 de diciembre de 2012
EL PJ dio a conocer su cronograma electoral
Casi simultáneamente con el anuncio de un posible adelantamiento de las elecciones legislativas, la Junta Electoral del justicialismo dio a conocer un cronograma electoral ajustado en muchos de los términos. Hasta ahora no se consensuó el reglamento electoral y hay varios cabos sueltos respecto a los cuales se buscan acuerdos que eviten la judicialización de las cuestiones controversiales. Más allá de que finalmente Ríos baje su candidatura a Gobernador, a favor de Camau, se tiende a confirmar que habrá -a escala provincial al menos- dos sectores en pugna, aunque el sistema D'Hont garantiza que ambos quedarán contenidos.
Las últimas reformas dispuestas a la Carta Orgánica aparentemente tendrían disposiciones que sectores del peronismo consideran violatorias del Derecho a la más amplia participación, aunque las mismas podrían ser morigeradas, sin llegar a los estrados del máximo Tribunal del fuero Electoral mediante el logro de un consenso en torno al reglamento cuya elaboración será un elemento central en la posibilidad de transitar una interna democráticamente tranquila.
Mientras, el oficialismo partidario confía en lograr insertar y acotar a Camau Espínola los sectores que parecen dispuestos a sumar fuerzas para dar batalla. Ponen el acento no sólo en las disposiciones de la Carta Orgánica, sino además en consensos que puedan darse en torno al reglamento y a la contratación del Correo Argentino para la distribución y recepción de urnas, el conteo de los votos y la difusión de los resultados provisorios la misma noche del comicio previsto en principio para el 17 de marzo.
La confirmación de la participación de un sector considerado fuerte en la geografía peronista contribuirá a una más amplia participación en el voto legitimando los resultados, y dando posibilidad de que en las 70 comunas los candidatos surjan de elecciones internas.
La sola posibilidad de recrear la mística largamente dormida en el justicialismo provincial ha llevado a que dirigentes de lejanas localidades comiencen a alistarse para una interna que aun tiene algunos claroscuros que, seguramente, la inteligencia y clarividencia de la dirigencia peronista considerará resolver para no reincidir en viejos pleitos que en el pasado dominaron la escena política, y no de la mejor forma.
Dos cuestionamientos centrales asoman. Por un lado, que se afecta la autonomía en la conformación de las listas municipales, con afectación al derecho a elegir y ser elegido; y por otro, la incorporación de una ley de lemas al revés, con reconocimiento en la Carta Orgánica que apunta a desvalorizar a las dirigencias territoriales en la participación provincial y a fragmentar al justicialismo en los pueblos con graves perjuicios para la obtención de intendencias.
Una asignatura pendiente sigue siendo una amplia amnistía que, aunque reclamada con insistencia para fortalecer las posibilidades electorales del partido, aún no cobró forma.
En este marco, los diez días venideros serán definitorios para ver la pata de la sota respecto a los decibeles que alcanzará la próxima interna del justicialismo, que para algunos será tranquila más allá de la participación de dos sectores considerados fuertes, y para otros será quizás la más encarnizada de las últimas tres décadas.
Importa recordar que justamente el domingo venidero se cumplirán 22 años de la derrota del legendario caudillo Julio Romero, que luego de 35 años perdió su liderazgo en manos de Vamos Compañeros.
En el '83, en otra interna también encarnizada, don Julio había logrado derrotar al mayor Carlos Farizano, aunque no le alcanzó por las secuelas que quedaron para destronar al Pacto Liberal Autonomista.
Fuente: www.diarioellibertador.com.ar