La sostenida crecida del río Paraná sumada a las grandes lluvias generaron una seria combinación para el sector ladrillero de la ciudad de Corrientes que por estas horas advierte una paralización en las ventas de sus productos.
Todos los obrajes quedaron bajo agua, ya que su ubicación estratégica es en terrenos bajos cercanos a la costa del río para obtener con rapidez la tierra especial que extraen de la ribera.
Desde la asociación del barrio 17 de Agosto, su titular Julio Avasolo planteó que “las ventas en este momento están absolutamente paralizadas y a esto se le tiene que sumar que la producción es nula”.
Ante este oscuro panorama anunció que “vamos a tener un muy difícil mes de enero porque básicamente lo que no tenemos es tierra para comenzar a trabajar. Es por ello que insistimos en conseguir un minicrédito que nos permita arrancar de nuevo con la actividad”, planteó.
“Estuve viendo con otros compañeros la posibilidad de conseguir un préstamo a través de Gerencia de Empleo, porque estamos enfocados en conseguir dinero y reactivar los obrajes”, resaltó.
En otro orden de cosas, en cuanto a la ayuda de bolsones recibida días previos a la Navidad señaló que “fue insuficiente”, argumentando que “la gente de Desarrollo Humano tiene un censo incompleto de la cantidad de ladrilleros que somos, no están incluídos, por ejemplo, quienes trabajan con nosotros haciendo changas o quienes nos proveen de tierras. Nos advierten ‘o agarran esto o dejan’”, expresó.