NACIONALES
7 de diciembre de 2025
“Con proscripción no hay derechos ni Democracia”

Cristina Kirchner en el centro del noveno Encuentro Federal de Derechos Humanos. El eje central fue el pedido por la libertad de Cristina Fernández de Kirchner. “Lo que queremos no solo es la libertad de ella, queremos la libertad de nuestro pueblo”, dijo Máximo Kirchner.
Por Celeste Bianco
Desde el balcón de San José 1111, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner saludaba y agradecía a las y los militantes que desde la calle le respondían con cánticos: “muchas gracias, Cristina”. Ella, arriba, sonriente y agitando los brazos, y abajo, una multitud que la saludaba. Ese fue el cierre del noveno Encuentro Federal de Derechos Humanos, que se hizo ayer en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA y que tuvo 13 comisiones con la consigna “con proscripción no hay Derechos ni Democracia”. En el panel de cierre, en el que estuvo Máximo Kirchner, se habló de la naturalización de la prisión domiciliaria de la líder del PJ, pero también del rol de la militancia para generar “esperanza y confianza”. “Lo que queremos no solo es la libertad de Cristina, queremos la libertad de nuestro pueblo”, dijo el diputado nacional
Desde la mañana, el edificio de la facultad ubicada en el barrio de Constitución (a una cuadra de la casa de Cristina Kirchner) tuvo un movimiento inusual para un sábado. Alrededor de 650 personas participaron de las distintas comisiones, que tuvieron como eje transversal el pedido de libertad para la expresidenta. “No podemos naturalizar verla en un balcón, yo la quiero ver en un balcón y no en ese”, dijo Horacio Pietragalla, uno de los organizadores de la actividad. “No podemos dejar que pase el tiempo, tenemos que pelear en el Congreso, pero también en el sentido común”.
En una época donde hay un predominio de las crueldades, militantes de derechos humanos de distintos lugares se reunieron en un día con temperaturas altas y matizaron el calor intenso con ventiladores y abanicos. La charla de cierre comenzó cerca de las cuatro de la tarde y reunió a cientos de personas en el auditorio Roberto Carri. Allí estuvieron además de Pietragalla y Máximo Kirchner, el referente de H.I.J.O.S Capital Charly Pisoni, Sergio Maldonado y la periodista de Página/12 Irina Hauser. Estaba también estipulada la participación de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, y del premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, que no pudieron estar, pero enviaron sus reflexiones.
Estela de Carlotto explicó que no pudo estar por cuestiones de salud y mandó un audio en el que exigió la libertad de la expresidenta. “Sigamos reclamando todo lo que tenemos que reclamar a este gobierno tan desastroso. Esperemos el triunfo, hay que seguir la lucha y exigir la libertad de la mujer que dio su vida por la Patria y las mujeres la acompañamos”.
Tampoco pudo estar Adolfo Pérez Esquivel, que llamó por teléfono y mandó un mensaje a través del altavoz: “Con la proscripción no puede haber democracia. Es una persecución sistemática para silenciar a los líderes como son Evo, Correa y Cristina”. Además, pidió “mucha fuerza y mucha esperanza”.
Una bandera gigante con el rostro de Cristina Kirchner se extendió sobre la pared de entrada del edificio, adentro la imagen de la expresidenta estaba en remeras, banderas, calcomanías, agendas y llaveros. “A los que piensan que ella va a aflojar, les decimos que nosotros no solo queremos la libertad de Cristina, queremos la libertad de nuestro pueblo. ¿Qué libertad hay si no se puede llegar a fin de mes?”, dijo Máximo Kirchner. Y agregó: “En esta situación, donde muchas veces sentimos agobio por la realidad económica, porque entendemos que necesitamos a Cristina libre, no para que solo pueda disfrutar con sus nietos, sino para que nos ayude, para que camine, para que invite a la gente a soñar. Es un llamador a la discusión, al debate y a la participación, y también a la rebeldía y a la irreverencia, y a no callarse jamás, hasta aún cuando algunos sectores muchas veces le terminan reclamando que afloje y no que siga”.
Además, el presidente del PJ bonaerense habló de la importancia de espacios como el del encuentro en un contexto “donde los dirigentes suelen estar más deprimidos”. “Una clave para construir la victoria es que la fuerza de estar acá se contagie. Lo que no podemos hacer jamás es resentirnos. Hay que esquivar el resentimiento y al odio que puedan generar. Hay que apostar a los sentimientos”, dijo. Sin mencionarlo hizo referencia al gobernador de Catamarca, Raúl Jalil: “Tras la derrota a muchos les agarra depresión, tristeza o miedo y te sacan a los diputados del bloque para que Milei sea primera minoría”.
“A la victoria electoral no le basta con que suceda, sino que necesita victorias políticas, victorias culturales, victorias llenas de humanidad para, tal vez, empezar a dar vuelta a la taba de Argentina. Por eso mismo me reclamo y nos reclamo mejorar nuestras prácticas, ideas y debates. Estoy convencido que podemos generar un poquitito de esperanza y otro poquitito de confianza. Con eso estoy”, dijo Kirchner. Se refirió también a la foto de la expresidenta con un conjunto de economistas que derivó en aún más restricciones: “Un magma de indignación surcó los mares de los grandes medios de comunicación. ¿Por qué les molesta?, ¿Por qué no les molesta un cantante popular en la fiesta de un genocida preso?”.
Sobre eso también habló Charly Pisoni, que mostró fotos e hizo una comparación con los genocidas que están con domiciliaria y a los que se los ve en el supermercado, como a Luis Ángel Firpo, o en una fiesta en la casa junto a Palito Ortega, como Jorge Olivera. “¿Por qué Cristina tiene restricciones a la domiciliaria y los que torturaron y mataron a nuestros viejos no las tienen?”, preguntó. Luego enumeró las políticas públicas que molestaron al poder económico y que llevaron a la detención de la expresidenta y cerró:“está presa por impulsar la querella contra Héctor Magnetto”. Esa enumeración generó efusividad entre los asistentes que comenzaron a cantar y agitar los brazos.
Irina Hauser contó las irregularidades de los procesos contra la expresidenta, la doble vara de la justicia y el lawfare, “la palabra incómoda y maldita”, que tiene que ser interpretada en un contexto regional donde otros líderes populares también son perseguidos. Habló del “uso desembozado,de la ley para intervenir en la política”. “Nos han metido en la cabeza que de lo que hay que hablar es de la corrupción. Ese es el pretexto del que se vale el poder económico para atacar a los gobiernos populares que buscan la justicia social”, dijo.
Hauser citó a Lula cuando hace referencia a la idea de que los poderes económicos quieren la muerte legal y política de los referentes. “Pero con ella fueron con todo”, incluso, con el intento de muerte física. Y recordó también el caso de Milagro Sala, la lideresa de la Tupac Amaru, que en enero cumplirá 10 años en prisión, y cómo se hace uso del derecho penal con fines políticos. Hauser apuntó a un sector del Poder Judicial, donde los “jueces y fiscales se sienten rockstars”. Y habló de la “obediencia debida que le asegura la existencia a la casta judicial”.
Recordó también el rol de Estados Unidos en la situación que atraviesa la Argentina: “La entrega de soberanía se mide también en la justicia”, dijo y citó las palabras del embajador Peter Lamelas que meses atrás dijo que su país iba a hacer todo lo posible para que “Cristina Fernández de Kirchner reciba la justicia que bien merece”.
Al encuentro federal llegaron también militantes de distintas provincias, una de los grupos más nutridos fue el de la provincia de La Rioja, encabezado por Delfor “Pocho” Brizuela, secretario de Derechos Humanos de ese lugar. Fue convocado al escenario por Pietragalla y habló efusivamente ante un auditorio que agitó con palmas y cantos. “Sabemos que estamos ante una encrucijada histórica, pero tenemos prohibido el desamor y el desámico. Que no nos venga a correr con la correlación de fuerzas y ecuaciones aritméticas, las fuerzas se construyen”. “No hay derechos humanos ni democracia con la proscripción de Cristina ni de ningún dirigente en el mundo”, dijo y recordó también a Rafael Nahuel, Santiago Maldonado, Pablo Grillo, Milagro Sala y el genocidio en Gaza.
“Me está costando pedir justicia por Santiago”, dijo Sergio Maldonado y el silencio recorrió el auditorio. El hermano de Santiago Maldonado contó que la causa por espionaje ilegal fue cerrada y enumeró todas las trabas que el poder judicial impone para que se desarrolle un proceso correcto. “No conseguimos peritos porque todos tienen miedo. Es inviable seguir hasta que se democratice la justicia”. Recordó lo que sucedió con Héctor Timerman y Julio De Vido, lo que pasó con su hermano,“y después mataron a Rafel Nahuel y no pasó nada, y empezamos a naturalizar las injusticias”. Además, agregó que lo de Cristina “es aleccionador”.
También estuvo Fabián Grillo, el papá de Pablo, que continúa con su recuperación. Contó que su hijo va a cada una de las terapias con un piluso con la foto de Cristina y un pin con la leyenda: “San José 1111”.
Mensajes para la militancia
Máximo Kirchner también habló de los desafíos que tiene la militancia ante este gobierno libertario. “Tenemos que explicar que entendemos la realidad como un todo porque la trampa de la derecha es decir que los que queremos derechos humanos no queremos desarrollo. Eso no es así, queremos grandes empresarios, pero con derechos humanos. No les regalemos un centímetro, porque cuando les regalamos un centímetro en los procedimientos de identificación nos avanzan 10 kilómetros para adentro”, dijo el diputado.
Además, pidió mirar hacia adentro. “La crueldad y la deshumanización no es una característica sólo de la derecha, nuestro espacio político también tiene tiene que replantearse las prácticas que lleva adelante. Tenemos que dar el debate hacia dónde queremos ir. Porque lo que enfrentamos, lo que tenemos delante es enorme y se garantiza a sí mismo la impunidad”, agregó.
Por su parte, Pietragalla dijo que “si queremos volver, nada de lo que podamos soñar va a ser posible con Cristina presa, que tiene más restricciones que los genocidas presos”. Y agregó:
“La causa no es judicial sino que es política y con política lo vamos a tener que resolver”. Además, el exsecretario de Derechos Humanos de la Nación dijo que “no podemos permitir que compañeros de este espacio no estén pidiendo por Cristina libre por sobre todas las cosas”. Mientras que Pisoni habló desde el punto de vista de la militancia política y dijo que “hoy los militantes estamos viviendo bajo amenaza” porque “no sabemos cuándo nos van a reprimir o a detener”.
Fuente: www.pagina12.com.ar
