La mujer, identificada como Mariel Sosa, de 32 años, trabajaba como enfermera de un sanatorio de la localidad.
Luego del examen realizado en la Capital correntina regresó a Saladas, donde quedó alojada en el mismo sanatorio “Centro Médico Saladas” donde se desempeñaba.
El propio director del hospital “María Auxiliadora”, Walter López, había revelado que el hecho sucedió el lunes a la mañana cuando se presentó esta mujer en ese centro de salud, donde adujo que era personal de bioquímica. Tomó al bebé y salió del establecimiento.
Lo que no tuvo en cuenta es que las cámaras de seguridad habían captado todos sus movimientos. Se la vio salir con el pequeño en brazo.
A la vez, y de acuerdo con el relato de López, la acusada se había internado en la clínica donde trabajaba, donde llegó con la criatura y adujo que tuvo un parto domiciliario.
Los médicos al examinar al recién nacido notaron que se trataba de un niño que ya tenía 24 horas de vida.
El caso causó una enorme conmoción en la pequeña localidad y obligó a los organismos a tomar medidas de prevención, más allá de las cámaras que fueron cruciales para el esclarecimiento del hecho. El periodista de Saladas Telmo Fernández dijo que las líneas investigativas del caso giran en torno a una supuesta pérdida de embarazo que la detenida no pudo superar. “Se habla de que la joven pudo haber perdido un embarazo y no asimiló la situación”, explicó a FM Sudamericana.
Sosa habría engañado a su familia y durante los 9 meses de “supuesta gestación” manifestaba que su embarazo transcurría sin sobresaltos.