El precio del boleto  de colectivo, cuyo aumento se retrotrajo hace una semana por decisión del intendente (cuesta $4,68 y $5), y la licitación suspendida de este servicio público volverá a ser tema de debate esta semana, y también podrían derivar de la judicialización por parte de las empresas y un paro de los choferes anunciado para el viernes.
Por un lado, se dio la novedad del revés judicial que frenó el proceso de licitación del transporte por 90 días y se espera que en los próximos días el servicio jurídico municipal  apele la decisión del Juzgado Cotencioso  Administrativo Nº 2. 
En lo inmediato el panorama no es más alentador. Los concejales esperan que hoy o mañana el Departamento Ejecutivo convoque a la Comisión Mixta del Transporte para empezar un nuevo tratamiento del boleto de colectivo que “emprolije” lo resuelto por el jefe comunal vía resolución.
Desde el Palacio municipal sólo dijeron que esta alternativa está bajo análisis y se tomará la decisión en las próximas horas.
En paralelo, las empresas de transporte de la ciudad ya anticiparon que piden una aclaración ante la justicia para saber si la resolución que rebajó la tarifa es válida o no. 
Se suma además el anuncio de un paro de 24 horas convocado por la Unión Tranviarios Automotor (UTA) para este viernes 7 de agosto, que se sentirá no sólo en el servicio de corta distancia, sino que alcanzará a los de media y larga.
Un plan de lucha que se activará porque aseguran que no se les paga el aumento salarial del 27,8% acordado, en virtud que los empresarios del sector aseguran que no les alcanza para pagar por el retroceso de la tarifa.