23 de noviembre de 2012
Josefina, en el centro de la escena
TODO A SU MEDIDA Y ARMONIOSAMENTE. "Esto lo resolveremos juntas cuando llegue el momento". Este diálogo se habría desarrollado a mediados de mayo entre dos mujeres con poder en la Casa Rosada. La Dama de Hierro acordó seis meses atrás el monitoreo del poder nacional sobre el Poder Judicial de Corrientes. La Senadora liberal sabe manejar los tiempos y las formas. Aunque cree que la crisis de la Justicia correntina está en estado terminal y no confía en que los resortes institucionales funcionen en tiempo y forma, es consciente de que el remedio puede ser peor que la enfermedad. Difícilmente dé el paso final sin antes adoptar los recaudos que eviten que sea un cheque en blanco. Con la astucia que le otorga su experiencia, la senadora Meabe pisó el freno a la espera de que juegue sus cartas el universo K. Sabe que a la hora de las decisiones, si se hace respetar, la Presidente requerirá su opinión. Y ésta será definitoria no sólo a la hora de resolver si se adopta el remedio federal, sino también respecto al nombre de quien asumirá dicha responsabilidad.
No en balde la "Dama de Hierro" llegó donde llegó. Lejos estaría de ser funcional a los intereses del kirchnerismo si los mismos no congeniaran con los de la Provincia y con los de su partido. En las últimas horas dio algo más que una señal no sólo hacia sus correligionarios de la cúpula liberal, sino hacia el sistema político en su conjunto, otorgando un tiempo de descuento para que asuman la necesidad de tomar decisiones que impidan el remedio federal. Difícilmente Josefina vaya a rubricar el pedido de intervención mientras haya posibilidad de que las cosas se normalicen en el ámbito de la Provincia, y menos que lo haga hasta ver antes de su firma la del resto de los senadores del Frente para la Victoria. Sabe que tiene línea y llegada directa con la Presidente, y a la hora de la verdad no quiere intermediarios.
La Presidente tiene su agenda, sus tiempos y sus prioridades. En las últimas semanas, el escenario político nacional fue copado por la movilización del 8 de noviembre, por la puja en la definición de los integrantes de la Cámara Contencioso Administrativa, que tendrá a su cargo resolver sobre la vigencia de la cautelar en torno a la Ley de Medios, y los efectos del paro convocado por un sector del sindicalismo.
En este contexto, la situación del tema Corrientes, aunque figura en la agenda presidencial, difícilmente sea resuelta antes de que la Presidente lo considere conveniente. En los hechos, nadie de su entorno ni sus ministros, ni sus legisladores, mucho menos los referentes K de Corrientes saben a ciencia cierta el pensamiento y los tiempos presidenciales. Sólo saben que fue Cristina quien a través del Jefe de Gabinete dispuso meses atrás un monitoreo puntual sobre la Justicia de Corrientes, que se cumple a través del secretario de Justicia, Julián Álvarez, y de los reportes que la Secretaría de Informaciones del Estado administra en forma directa para la Presidente. La estrategia, desde siempre, fue que cerca de la conclusión del período ordinario de sesiones se haga ingreso de un proyecto que propicie la Intervención Federal a la Justicia de Corrientes, lo cual habilitaría que la Presidente tenga en sus manos la posibilidad de rubricar el decreto de Intervención si lo considerara procedente durante el período de receso, que se iniciará el 1 de diciembre y concluirá el 28 de febrero. En los hechos, nada indica que Cristina lo pueda hacer, como tampoco nada asegura que no lo haga. En el supuesto de seguirse el trámite ordinario, será la Comisión de Asuntos Constitucionales, que preside el senador sureño Marcelo Fuentes, quien promueva la investigación de los hechos que el propio senador Miguel Pichetto calificó como graves que ocurren en Corrientes sin que los resortes institucionales hasta ahora hayan dado respuesta. En uno y otro caso, es decir, si las cámaras deben actuar para considerar el decreto presidencial o como instancia originaria del proyecto, se requerirá simple mayoría de miembros presentes al momento de la votación, lo que anticipa que el veredicto presidencial será acatado en ambas cámaras, donde el kirchnerismo tiene no sólo quórum, sino mayoría propia. En este marco, y a la fecha, las cosas se han dado tal cual estaban previstas, y en la forma cómo EL LIBERTADOR lo anticipó en varias oportunidades. De acá en más queda por ver si los poderes locales desarrollan acciones concretas que den pie a la posibilidad de evitar el remedio federal. Hasta ahora, las señales no han sido buenas, acaso como si se intentara tapar el cielo con las manos con mecanismos de negación que soslayan la degradación del sistema de Justicia. Un dato positivo lo dio el gobernador Colombi, que pareció dar en la tecla al señalar la necesidad de que ambas cámaras del Parlamento correntino analicen y resuelvan los pedidos de juicio político. Se destrabaría así el virtual bloqueo institucional impuesto desde la Legislatura provincial, acaso como dando a los enjuiciados una protección atentatoria del funcionamiento del sistema de controles impuestos por la Constitución. Fuente: www.diarioellibertador.com.ar