El doctor Juan Carlos Morales no parece dispuesto a dejar nada librado al azar. Sabe que en política la ingenuidad no corre y que las reglas de juego son un actor en sí mismas. Relativiza el rol, tanto de la Junta electoral como del propio Juzgado. "A esta altura, mi responsabilidad es no dejarnos sorprender más allá de que confío en que primará la inteligencia como para entender que acá se está jugando la posibilidad de tener en 2017 un gobernador peronista, más allá de quién sea", expresó.
Por ello es que trabajamos y mucho para acopiar elementos que permitan a la jurisdicción constituirse en árbitro de este proceso electoral en el que se juega gran parte del destino político de la Provincia. Hemos hecho las cosas de tal forma como para no quedarnos con la última palabra de la junta ni aun del propio juzgado local, y de ahí las vías elegidas que nos garantizan el control de la doble instancia que es esencial en situaciones en las que no prima- al menos hasta ahora la voluntad de acuerdo.
Morales consideró un despropósito que los cinco miembros de la Junta Electoral sean de dos de las tres líneas. "Esto no es una buena señal. De ahí que estemos con la firme postura de seguir paso a paso las alternativas del proceso y aun adelantarnos a las situaciones controversiales que se puedan generar", aseveró.
Para el apoderado de Vamos Compañeros, que rescató su pertenencia desde siempre a la agrupación, uno de sus mayores anhelos es ver coronado un gobierno peronista. "Objetivo irrenunciable que deberíamos compartir todos, en un marco de acciones conducentes en este camino", sostuvo.
De todas formas, remarcó que lo suyo es técnico jurídico y que las decisiones de fondo pasan por el jefe político de la agrupación, "que además es un avezado conocedor de estas lides con quien es muy grato trabajar", dijo en obvia referencia a Martínez Llano.