Buen comienzo para Leonardo Mayer en el US Open, último Grand Slam de la temporada, sobre canchas rápidas. En el primer turno del court 6, el correntino ratificó su favoritismo y su condición de preclasificado en un Grand Slam por primera vez al vencer al español Albert Montañés por 6-2, 3-0 y abandonó.
Mayer, el primero de los argentinos en salir a escena, mostró solidez mientas su rival estuvo en condiciones: apenas 11 games le bastaron para avanzar a segunda ronda al vencer al español Montañés (114°) por 6-2, 3-0 y abandonó.
En 39 minutos de juego, el 23º favorito de Flushing Meadows (26º ATP), aprovechó 3 de 5 en las posibilidades de quiebre, no dio chance alguna a su rival mientras se mantuvo en cancha.
Fue la tercera victoria de Mayer sobre Montañés en cuatro enfrentamientos entre sí (ya le había ganado en al Australian Open este mismo año).
De esta manera, Mayer ya igualó su actuación de 2013, pero va por más, teniendo en cuenta que alcanzó octavos de final en el último Wimbledon y tercera ronda en Roland Garros.
El correntino llegaba a Flushing Meadows en su mejor momento, con el primer título de su carrera en Hamburgo (ATP 500, polvo de ladrillo) y tras los resultados mencionados en Wimbledon y en Roland Garros.
En segunda ronda, se cruzará con el australiano Matthew Ebden que venció al alemán Tobias Kamke en sets corridos. Será el primer duelo entre ambos tenistas en el circuito. En tercera rueda podría verse las caras con el japonés Kei Nishikori, décimo preclasificado.
Poco después, en el Grandstand, Juan Mónaco (99°) cayó ante Wilfried Tsonga, noveno favorito y tampoco pudo Facundo Bagnis. Por la noche, al cierre de la edición, Diego Schwartzman tenía un reto aún mayor ante Novak Djokovic, número uno del mundo, siendo el último “legionario” que jugaba ayer.
“Quiero ganar otro partido”
“No va más”, le dijo Albert Montañés cuando el partido estaba 6-2 3-0 para Leo Mayer. Por una molestia en la muñeca derecha del veterano Monti, el correntino cerraba su pase a la segunda rueda del US Open con mucho menos exigencia de lo pensado.
En 39 minutos el “Yacaré”conectó 8 aces, varias derechas ganadoras y tuvo buenas sensaciones. Más que nada porque no desgastó el físico bajo el calor del verano neoyorquino.
“Cuando llegué acá lo único que quería era ganar un partido, ya lo gané, así que quiero ganar otro”, destacó Leo en contacto con el portal de tenis “Fue Buena”.
Mayer se refería a sostener los puntos obtenidos en Flushing Meadows el año pasado. De cara lo que se vendrá expresó: “Los partidos en estos torneos son todos difíciles, vamos a ver que pasa, el calor también juega”.
El siguiente paso de Mayer será contra el australiano Matthew Edben. “Lo conozco poco. Sé que es ofensivo, va mucho a la red, pero todavía no pensamos nada de cómo jugar”, dijo.
“La semana anterior el calor me mató. No estaba acostumbrado después de entrenarme un par de semanas en Argentina, con frío”, relató Mayer sobre su rápido paso por Winston Salem, su único partido después de parar tras su primer título ATP en Hamburgo. La semana pasada el “Yacaré” fue la víctima 24 de la racha de 25 triunfos en fila del belga David Goffin.
Esos 500 puntos del título de Hamburgo, además de mucha alegría, le reportaron ser uno de los 32 preclasificados en el US Open. Sin embargo, el objetivo del año no cambia para Mayer, que ya se siente más que hecho.
Mayer es el 26 del ranking y no quiere ponerse nuevas metas para 2015. “Todavía me falta navidad y año nuevo, después veremos que pasa”, se excusa entre risas.
En Wimbledon, el “Yacaré” pasó por primera vez la primera semana en un Grand Slam. La experiencia le dejó un sabor dulce, pero no se entusiasma. Quiere ir partido a partido, aprovechando su condición de 23º clasificado.
Fuente:www.ellitoral.com.ar
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