Fuentes policiales indicaron que el cuerpo de Lihuén Ramírez pudo ser localizado en dicho lugar gracias al trabajo de los perros buscadores de rastros.

El fiscal a cargo del caso, Omar De Pedro, confirmó a Télam el hallazgo del niño en una cava con ramas y en la que acumula agua, ubicada detrás de la casa de la familia Ramírez.

La madre, Claudia Ramírez, que tiene otros dos hijos, se estaba bañando en el momento de la desaparición y al no encontrar al nene llamó a la policía pensando que era un secuestro.

"Desde que tomamos conocimiento de la desaparición del menor, ayer por la tarde, comenzamos a buscarlo, a seguir distintas líneas investigativas ante la posibilidad de un rapto, entre otros supuestos", indicó el fiscal.

"Esta mañana, personal policial constató que un tejido de alambre separaba la casa familiar de un predio de la zona adonde hay una profunda cava. En un costado del tejido había un hueco, por donde podría haber ingresado el menor al descampado", agregó.

"En un rastrillaje con perros especialmente entrenados se encontró el rastro, y conjuntamente con bomberos y personal de salud se extrajo el cuerpo sin vida del niño del interior de la cava, que fue reconocido por su madre", comentó.

"Peritos realizan todos los trabajos correspondientes, proseguiremos con las investigaciones para esclarecer este lamentable suceso", culminó el fiscal.