Con esa carga partió Coqui hacia la Residencia 1, sabedor como pocos de la forma en que, desde el poder puede amansarse al más arisco.
El Jefe de Gabinete fue así rumbo a la casa que el Gobernador tiene sobre la Costanera. Lo hizo, reconoció, debido al énfasis de Ríos y demás intendentes pejotistas para que tome cartas en un escenario que calificaron de cuasi extorsivo.
"Genera un problema de retención de los recursos no coparticipables porque es un problema de afectación directa a la fuente, la Municipalidad de Corrientes en este primer semestre tiene un efecto de casi un 20 por ciento a partir de junio; es de un 15 por ciento en términos neto, esto implica una mengua de recursos para la Municipalidad y eso disminuye la capacidad de ejecución de obras; vamos a hablar con el gobernador Ricardo Colombi, como una cuestión de carácter protocolar con respecto a la relación bilateral", detalló.
Ya en la Residencia 1, Capitanich entró solo, y sin titubeos habló cara a cara con el Gobernador, que estuvo acompañado por el titular de la UCR, Sergio Flinta y el ministro de Coordinación y Planificación, Eduardo Vischi, dejando tela para cortar la ausencia del "Mono" Vignolo.
Más allá de los comunicados emanados desde el Gobierno provincial, referenciando a un encuentro enmarcado en la "nueva relación Provincia-Nación", lo cierto fue que Coqui fue de frente y le marcó la cancha, de visitante, al mandatario provincial y sus alfiles.
El chaqueño dijo tras el cónclave, con agregados discursivos diplomáticos, que le transmitió a Ricardo lo que le pidió el PJ provincial, respecto de la necesidad de generar mecanismo para aliviar el impacto del flujo de capital de intereses de la deuda pública.
En concreto, los radicales intentaron sacar provecho de la foto con el Jefe de Gabinete de la Nación.
A Capitanich poco le interesó cualquier tajada que intentasen, ya que el intérprete de Cristina Kirchner es él y nadie le va a contar o mostrar cómo son las cosas. Fue a la Residencia 1 a demostrar que es el Jefe de Gabinete, y el Gobernador y sus laderos lo escucharon atentamente e intentaron distender el clima abordando la "situación del fútbol argentino", referenciando al nuevo campeonato de la AFA y demás nimiedades.
A buen entendedor pocas palabras. Para el Gobierno de Corrientes, se entra en la cuenta regresiva.