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EL TIEMPO EN LA CRUZ

5 de febrero de 2014

“No vamos a permitir que sigan saqueando el bolsillo de los argentinos”

Por Nicolás Lantos

La Presidenta aprovechó el anuncio del aumento en las jubilaciones para convocar a defender los precios frente a las subas abusivas. Pidió a los empresarios que dejaran “de fugar divisas y las reinviertan en el país” y a los dirigentes sindicales, que no se concentren sólo en los salarios y ayuden en la pelea por el control de los precios

Por Nicolás Lantos

“No vamos a permitir que sigan saqueando el bolsillo de los argentinos”, prometió la presidenta Cristina Fernández de Kirchner al anunciar un aumento del 11,31 por ciento en las jubilaciones y una suba del 200 por ciento de la Asignación por Ayuda Escolar que se otorga en forma anual al comienzo de clases. Según el nuevo esquema, a partir de marzo, el haber mínimo quedará en 2757 pesos y el subsidio a la canasta escolar llegará a los 510 pesos. La noticia fue dada en un discurso en el Salón de las Mujeres del Bicentenario de la Casa Rosada, en el que criticó duramente a los empresarios que suben los precios pero también a los sindicatos (y particularmente, sin nombrarlos, a Hugo Moyano y Gerónimo Venegas), se hizo eco de la denuncia de trabajo esclavo en campos del ex gobernador misionero Ramón Puerta publicada el lunes por Página/12 y aseguró que “prácticamente la totalidad de dólares” que se vendieron en el mercado legal para ahorro “fueron adquiridos por trabajadores”. Tras la cadena nacional, la mandataria recorrió los patios de la Casa de Gobierno, donde habló a los militantes que la esperaban.

“Nosotros creemos en el desarrollo de la economía a partir del consumo y la inversión”, se definió CFK en contraste de “los que dicen que si la gente adquiere poder adquisitivo invariablemente eso genera inflación”. La mandataria planteó la necesidad de “definir el rol” del Estado: “Hoy la gran discusión no es populismo sí o populismo no, sino qué rol va a tener el Estado en la sociedad”. También les pidió a los empresarios “que dejen de fugar y reinviertan en el país” para “apostar a lo que nunca hubo en la Argentina: la construcción de una burguesía con conciencia nacional”. También apuntó contra los sindicatos: “Si creen que la solución es pedir unos puntos más de aumento no entienden y están entrando en una situación donde los que van a perder son los trabajadores”.

Los aumentos

La Casa Rosada estaba rebosando de simpatizantes y miembros de organizaciones políticas oficialistas que se amuchaban en los patios y recorrían los pasillos, sacándose fotos para subir a Instagram. En el Salón de las Mujeres, invitados y periodistas se apiñaban en una altísima densidad de población, sufriendo un calor que el aire acondicionado no llegaba a disimular. La Presidenta llegó minutos después de lo previsto y ocupó su lugar escoltada por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y el ministro de Trabajo, Carlos Tomada. En su mesa había lugar también para el titular de Economía, Axel Kicillof, y el presidente de la Anses, Diego Bossio.

A un costado, el resto del gabinete alternaba butacas con gobernadores aliados, el vicepresidente Amado Boudou; la presidenta provisional del Senado, Beatriz Rojkes de Alperovich, y el titular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez. Frente a la mandataria, en la primera fila de invitados, legisladores, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, funcionarios de segunda línea y sindicalistas. El titular de la CGT, Antonio Caló, y a su lado Hugo Yasky, de la CTA, a los que especialmente convocó a sumarse a la resistencia a la suba indiscrimanada de los precios, en lugar de centrarse solo en el aspecto salarial de la puja distributiva.

“Una vez más, los derechos en la Argentina se siguen fortaleciendo gracias a las instituciones”, comenzó su discurso Fernández de Kirchner, luego de recordar los pronósticos de medios opositores respecto de “cosas que nunca se cumplieron”. El primer anuncio que hizo fue el del aumento jubilatorio correspondiente por ley a este semestre: 11,31 por ciento que llevará el haber mínimo a 2757 pesos, la jubilación media a 4804 pesos y la máxima a 20.109 pesos, “aunque algunos cobran 150 mil pesos gracias a un fallo judicial”, recordó la mandataria.

Luego se quejó del énfasis que se pone en el aumento de precios y enumeró una serie de “políticas de Estado” que le permitieron a este gobierno “aumentar los puestos de trabajo, aumentar las fábricas, aumentar los parques industriales, aumentar las universidades, el número de escuelas, de aulas para que los chicos no deban ir a aulas containers, aumentar la inversión en ciencia y tecnología, aumentar la infraestructura de riego, los kilómetros de caminos, la cantidad de argentinos que tienen agua potable, cloacas, pavimento, aumentar la cantidad de jubilados en más de dos millones y medio, aumentar los salarios, la compra de medicamentos, todas las inversiones en materia de viviendas, aumentar la cobertura de aquellos que no tienen trabajo registrado y aumentar la capacidad de consumo de todos los argentinos”. Pero la Presidenta también advirtió que “el mundo está complicado y viene complicado para los países emergentes”.

Clases y dólares

El segundo anuncio presidencial giró en torno del inminente comienzo de clases: CFK informó que dará un alza del 200 por ciento en la asignación por ayuda escolar, que pasa de 170 a 510 pesos. Además anticipó que esta semana saldrá la canasta escolar de este año con precios acordados entre el Gobierno y los proveedores para “dinamizar el mercado vinculado a la canasta escolar”. En ese sentido, pidió a los que van a comprar los útiles necesarios para los niños que “no convaliden cosas que no corresponden” y a los empresarios “sentido común y racional para la sustentabilidad de este modelo”.

A continuación echó mano a números de la AFIP para hacer un balance de los “primeros siete días hábiles” desde que se volvió a permitir la compra de divisas para ahorro e informó que en ese período se llevaron a cabo unas 439 mil operaciones validadas por un valor de 223 millones de dólares, y aseguró que “prácticamente la totalidad” fueron adquiridos por “trabajadores en relación de dependencia”, lo que es una prueba de las mejoras que gozaron durante la última década y, a la vez, que hay un margen para bajar las expectativas en las próximas paritarias.

En ese sentido, destacó que “los sindicatos no pueden estar ajenos porque los primeros patos de la boda son los trabajadores” y apuntó sin mencionarlo a Hugo Moyano, al informar que “casi un tercio de los afiliados de uno de los gremios que más ganan usaron el 20 por ciento de su salario para comprar dólares”, en referencia al Sindicato de Camioneros, según confirmaron fuentes gubernamentales.

 

Fuente:www.pagina12.com.ar



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