25 de enero de 2014
Devaluación y dólar, mirados desde Corrientes
"Antes de fin de año habíamos alertado sobre ciertas cuestiones que nos preocupaban lógicamente y habíamos dicho que la política cambiaria estaba en un terreno muy peligroso, la brecha del tipo de cambio", recordó el Ministro y agregó: "El tipo de cambio oficial estaba perjudicando en gran medida a las economías regionales y tenía que ser considerado, evaluado".
El ministro de Hacienda y Finanzas, Enrique Vaz Torres analizó ayer los bruscos cambios que se dieron en el tipo de cambio entre el peso y el dólar en las últimas jornadas y, tras recordar que el mismo Gobernador lo había alertado ya el año pasado, aseguró: "La política cambiaria entró en crisis por la desconfianza en las decisiones macroeconómicas".
"Antes de fin de año habíamos alertado sobre ciertas cuestiones que nos preocupaban lógicamente y habíamos dicho que la política cambiaria estaba en un terreno muy peligroso, la brecha del tipo de cambio", recordó el Ministro y agregó: "El tipo de cambio oficial estaba perjudicando en gran medida a las economías regionales y tenía que ser considerado, evaluado".
"El monto de las retenciones, el cepo cambiario, la imposibilidad de importar bienes estratégicos estaba perjudicando a varios sectores para los cuales sostener los niveles de inversión en equipamiento es muy importante para la competitividad", señaló. "Esta política cambiaria de control y de restricción al tipo de cambio conspiraba contra el equilibrio que debe tener una devaluación de tipo compensado, como recomienda la doctrina para este tipo de circunstancia", apuntó.
"La visión del Gobierno era la de Guillermo Moreno (ex secretario de Comercio de la Nación), restringir, controlar y no considerar que el mercado estaba necesitando las divisas", cuestionó Vaz Torres, y agregó además que el Estado se convirtió en el principal demandante de divisas para importar energía. "No encontró mejor forma que la de restringir a los particulares el acceso a las divisas para poder hacerse de las divisas necesarias", puntualizó.
"Esta situación nosotros la describimos, dijimos que gastar 60 mil millones de pesos para subsidios a la energía, subsidiando a los generadores y no a la demanda, nos parecía un absurdo porque generaba inequidades y asimetrías muy fuertes entre el ciudadano del país central y uno del Norte del país siendo que la generación de energía principal está acá en Yacyretá, en la provincia de Corrientes", remarcó y agregó: "Tampoco envían las regalías a la provincia para poder compensar las asimetrías".
"Todas estas cuestiones nosotros las señalamos; dijimos que el tipo de cambio no se controla desde la restricción sino desde la acción de Gobierno de permitir que el mercado fluctúe y que el Estado participe, si es necesario con la flotación a través de la intervención del Central o no, pero que sea el mercado quien fije los precios", explicó Vaz Torres.
El Ministro destacó además: "Los precios también son indicadores de consumo, y cuando el precio responde al mercado sirve para que el consumo se acomode". "Si usted tiene un producto subsidiado con un precio por debajo del que debería ser, por ejemplo la energía, no se cuida ese producto y se consume hasta lo que no se necesita", ejemplificó.
LAS SEÑALES DEL SISTEMA
"Señalamos que íbamos a desembocar en una crisis cambiaria y que se iban a agotar las reservas gradualmente si no hacíamos una revisión de esta política; y en este momento lo que está ocurriendo es que el sistema le dio la señal más clara al Gobierno", analizó.
Vaz Torres explicó en este sentido: "Cuando la Presidenta anuncia una medida social destinada a los jóvenes, se instala la incertidumbre respecto de con qué se financia. Cuando todo el sector productivo sabe que el Estado nacional tiene déficit, que ha incrementado la presión fiscal a niveles extraordinarios y que además va invertir en más gasto y no resuelve el problema del tipo de cambio, no resuelve el problema energético, no avanza con las inversiones en infraestructura, no resuelve el acceso al crédito internacional, lógicamente la respuesta de todos sectores es de acudir a refugiarse en la moneda fuerte: el dólar", puntualizó.
"Había que acortar la brecha entre el tipo de cambio oficial y el paralelo, el Estado debía asumir el costo político de decir: tornamos más caras las importaciones pero damos mejor precio a los exportadores, para que éstos dejen de pisar las producciones retenidas porque nadie quiere vender a un precio no conveniente y que le practiquen retenciones", comentó.
"El cereal, el arroz, la soja, todos los productos exportables tenían que encontrar una salida por el lado de un precio más conveniente porque los costos internos crecieron, el combustible creció y el productor no está en condiciones de rifar lo que cree que vale su producción", consideró.
"En este marco, el Gobierno decidió llevar hacia arriba el tipo de cambio oficial para que los exportadores liquiden las cosechas, porque eso va a hacer que ingresen las divisas; aunque esto tiene un costo sobre el salario en dólares", lamentó.