Sacerdote expulsado: la comunidad, entre el apoyo y cuestionamientos a Maidana
Vecinos del barrio donde está ubicado el Centro Pastoral San Ramón Nonato expresaron a El Litoral su opinión sobre el caso del cura Roberto Maidana. Algunos fieles sostuvieron que “era una iglesia más abierta cuando él estaba”, sin embargo remarcaron que “él debía adaptarse a las normas de la institución”.
La situación del ex sacerdote del Centro Pastoral de San Ramón Nonato, a quien la Iglesia Católica le prohibió continuar su ministerio, reavivó el debate sobre el celibato y otras reglas de la religión cristiana. La expulsión del ahora ex cura en tanto, aún es tema de charla y debate en el barrio. Por ello, El Litoral se acercó a dialogar con los vecinos, quienes -en su mayoría- reconocen que “era un buen sacerdote”, aunque cuestionan el hecho de que tenga una hija y una pareja.
Los miembros de la comunidad resaltaron la “Iglesia más abierta” que Maidana ofrecía y la llegada a la gente del ex sacerdote. Destacaron además que antes funcionaba un comedor al que asistían muchos niños del barrio, y que ahora debe funcionar en otro espacio de la zona.
“La iglesia, cuando estaba el cura Roberto, era más concurrida, siempre hace falta que esté abierta la iglesia en estos barrios. Nosotros somos de la Iglesia Católica y decimos que queda a criterio de la Iglesia la decisión que tomó, no podemos cuestionarla. Hoy la iglesia no está abierta todos los días”, comentó una persona que vive a metros del centro pastoral.
“Hace quince años que él (ex sacerdote) estaba oficiando misa acá; él cree que estuvo bien. Las misas que hacía tenían mucha llegada a la gente, pero se portó mal; todos cometemos errores, se debía cuidar más como cura”, dijo en tanto una mujer mayor de edad.
“Nos dolió en el alma su actuar, la homilía era muy buena”, agregó.
“Era un buen cura y la gente se acercaba más a escuchar misa cuando estaba Roberto Maidana”, aseguró también una joven madre. Sin embargo, otro joven contó que hace varios años se alejó de la religión porque vio “acciones del sacerdote que no eran adecuadas para la Iglesia Católica”.
El contraste entre “lo que hizo bien y lo que hizo mal” apareció en las opiniones de varios vecinos. Un hombre de unos 50 años comentó a este medio que Maidana “se involucraba con la comunidad y decía que ninguna mujer le iba a sacar el hábito”.
También mencionaron que “había gente que donó muchas cosas, pero ahora esas donaciones no están”.
En este contexto, vecinos recordaron una pelea en la que el ex cura estuvo involucrado con un remisero en el año 2007. “Estas situaciones eran comunes en el barrio”, dijeron, pero no dejaron de remarcar que “era un buen sacerdote”.
Los miembros de la comunidad contaron que ahora las misas se ofician tres días a la semana y que el cura del barrio San Jerónimo, que llega al lugar, debe llevar su micrófono porque no cuentan con uno propio.
“Los chicos que tienen catequesis no tienen un lugar para sentarse, hacen falta muchas cosas en esta iglesia”, comentaron a El Litoral, además indicaron que es necesario que traigan elementos, como un micrófono.
Cabe recordar que desde el 21 de septiembre el ordenado y padre de familia se unió formalmente a la Iglesia Veterocatólica, una congregación internacional que no responde al Papa, para dar misa y demás sacramentos del catolicismo. En tanto días atrás, desde la Iglesia, el Tribunal Eclesiástico Interdiocesano de Corrientes confirmó a El Litoral la dimisión de Maidana por “delitos morales”, como la violación de la ley de celibato.
Fuente:www.ellitoral.com.ar