La doctora María Elena Chieno (PJ-Frente para la Victoria), candidata en segundo término en las elecciones legislativas del próximo domingo 27, acababa de sostener una reunión orgánica con los principales dirigentes del Partido Justicialista. El encuentro fue con Fabián Ríos, Camau Espínola y dirigentes barriales, con quienes programó los distintos actos de campaña, la distribución de boletas electorales, la organización de operativos sanitarios y otras actividades. Luego, aprovechando su presencia en Corrientes Capital, EL LIBERTADOR mantuvo con ella el siguiente diálogo:
-¿Cómo diseñan la campaña?
-Vamos a repartirnos las distintas áreas entre los tres candidatos: Tito Meixner recorrerá Corrientes Capital y la costa Norte de la provincia. Allí él triunfó en las primarias. Nosotros (Carlos Rubín y yo), nos distribuiremos el resto de la provincia.
-¿Cómo se organizan las visitas a los barrios y a las distintas localidades? ¿Establecen algún tipo de prioridad o determinan personas o grupos a visitar?
-Básicamente eso queda en manos de los dirigentes locales, que conocen sus respectivas realidades. Organizan encuentros o reuniones que consideran claves, y nos invitan a los candidatos a participar, para que contemos nuestras propuestas y escuchamos las iniciativas y aportes de los vecinos.
-Supongo que le prestará gran atención a su pueblo, Monte Caseros.
-Por supuesto. Allí nos reuniremos con los productores citrícolas, que representan el sector económico más dinámico de Caseros. En Virasoro, en cambio, nos encontraremos con los productores de madera. Allí hay una de las más grandes fábricas de material aglomerado.
-La "ola anti K" crece en el país. ¿Es difícil para ustedes contrarrestarla?
-Cuesta mucho porque hay una clase media creciente, producto precisamente de este modelo; pero paradójicamente es el sector donde se anida una creciente oposición, absorbiendo el discurso de la clase más alta. Es tal vez una manera de "sentirse parte", como dirían los psicólogos sociales.
-¿Es un sector que incide electoralmente?
-Sí, tiene un alto impacto electoral. Ya se ha demostrado de algún modo. En general, la Argentina es un país con gran peso de la clase media.

OTRAS REALIDADES

-¿En ese sentido se diferencia de otros países latinoamericanos?
-Sí. Fíjese que se habla mucho del crecimiento económico y la calidad institucional logradas por el Gobierno chileno. Pero un reciente informe estadístico de Naciones Unidas indica que Chile es el país más desigual del mundo. Toda América latina se caracteriza por la desigualdad, pero Chile es el "más desigual" de todos.
-¿La distribución de la riqueza es el gran desafío de la política?
-Eso es lo que muchas veces no se entiende, o no se quiere entender. La "torta" es siempre la misma. Quiere decir que para darle un poco más de porción a los de abajo, hay que sacarle un poco a los de arriba.
-Y eso no le gusta mucho a la "clase alta", ¿no?
-¡Naturalmente que no! Por eso cuando esa clase alta nos aplaude, es como que suena un alerta. Es lo que pasó con el Gobierno de Carlos Menem, que no puede ser considerado un Gobierno peronista. En cambio, el de Kirchner es el Gobierno más peronista que hemos tenido.
-Pero hay peronistas hoy que dicen lo contrario, que no creen en el peronismo de Kirchner. Por ejemplo, Hugo Moyano…
-Moyano es un oportunista. Era un kirchnerista de primera línea, pero cuando no consiguió lo que pretendía como cuota de poder cambió rápidamente de discurso.
-¿Pero cómo están hoy los trabajadores?
-Nunca estuvieron mejor. Tienen paritarias todos los años. ¿Qué le parece que una vez al año los trabajadores se reúnan con sus patrones y el Estado para fijar el sueldo que van a ganar? Esto hace años que no se daba, salvo con gobiernos peronistas, como el de Kirchner. A veces hay quejas contra algunos sindicalistas; pero es un problema interno de cada sindicato que tendrá que solucionarse a la hora de elegir a sus representantes.
-¿Y cómo están los otros sectores?
-Mire, yo nunca podré ser una representante de los ricos. Pero ellos también salieron beneficiados con las políticas económicas aplicadas. Vendieron como nunca. Pero… quieren más, quieren conservar privilegios (y ampliarlos si fuera posible). Se han logrado récords en niveles de producción y exportaciones.
-¿En todos los rubros?
-En todos. Hubo una excepción: las carnes. Pero es porque el Gobierno decidió priorizar el consumo de los argentinos. Y hoy un asado, del mejor, se puede comprar a 30 pesos el kilo. Yo lo compro, a mí no me lo contaron. Pero además este año aumentó la cuota Hilton. Así que tampoco ha dejado de exportarse carne. ¡Todos ganaron dinero!

La realidad social

-¿Y en el área social cómo están las cosas?
-Se ha mejorado en toda la línea. Fíjese en solo un caso: la pensión por discapacidad. Antes era absolutamente patético cómo se manejaba este beneficio: un largo y burocrático trámite, que no salía nunca. Ahora es muy expeditivo. Eso sí: hay un tribunal que controla rigurosamente que el subsidio esté plenamente justificado.
-¿Se cumple la ley nacional que otorga un cupo laboral a las personas con discapacidad?
-Lamentablemente debo decir que no hay control. Creo que debe revisarse esa ley para mejorar los niveles de supervisión.
-¿Cómo observa el desarrollo de la política de salud?
-Hay algo que hay que recordar: ciertos servicios fueron trasladados a la Nación, pero con la salud no ocurrió eso. Por lo tanto, la prestación de la salud pública es responsabilidad de las provincias. Hay, sí, programas nacionales como el de vacunación, con 16 vacunas obligatorias.
-Con uno de esos programas, "Médicos Comunitarios", hubo un problemita en Corrientes. ¿Por qué?
-El programa Médicos Comunitarios consiste en becar a agentes de salud para que trabajen en territorio en todo lo que hace a atención primaria. Esto no es un trabajo "secundario": es una especialidad. Pero ¿qué pasó? En algunas provincias utilizaron a estos profesionales para trabajar en hospitales o en otras áreas, pero no para cumplir el Programa original. La Nación advirtió estas irregularidades, le llamó la atención a la Provincia en reiteradas oportunidades. Pero la Provincia nunca respetó ese Programa; hasta que la Nación tuvo que retomarlo y aplicarlo directamente, en convenio con municipios. Pasó en Corrientes, pero también en otras provincias.
-¿Hay otros programas nacionales?
-Hay varios. Una de las cuestiones que preocupan mucho es el de la mortalidad materna, para lo cual hay un programa específico. Muchos factores llevan a ese fenómeno, entre ellos los bajos niveles de educación, los prejuicios sociales y religiosos…
-¿Se cumple con la educación sexual en las escuelas y en otros ámbitos de la Provincia?
-Desgraciadamente no. Es increíble pero todavía sigue siendo un tema tabú para algunos; y en esa falta de educación muchas veces está en juego la vida de muchas chicas. La sexualidad es parte de la vida. No sólo de la vida biológica, sino también de la vida social.
-Pero alguna educación hay…
-Lo que se da apenas es una educación genetista, biologista. Pero la educación sexual es mucho más que eso: implica el estudio de conductas, hábitos culturales, relaciones, derechos y obligaciones. Cada vez que voy a un acto veo nenas de 14 o 15 años con un bebé en brazos. Les pregunto si siguen estudiando. Y me responden: "No, no puedo; ahora tengo que ocuparme del chico".
-¿Quedan fuera del sistema educativo?
-Sí, son las madres-niña, que de esta manera se van haciendo víctimas de una ignorancia total. Esa falta de información en muchos aspectos las hace propensas a morirse. Se ha hecho un estudio que arrojó que las madres jóvenes, pero que cursaron el colegio secundario, son menos propensas a morir que las que no lo hicieron.
-¿Y cómo se supera esto?
-El Programa de Disminución de Mortalidad de Madres está dando pasos importantes, entre otros que hay que dar. Por ejemplo, se hacen reuniones paralelas entre distintos equipos que sondean las causas de las muertes maternas, luego se cruza la información, se hacen los diagnósticos y se actúa en consecuencia.
-¿Y dio resultados?
-En el Chaco, de un índice del 16 por mil de muerte materna, descendió a 8 por mil. En Corrientes hace años que está en 8, y no desciende, en parte porque nunca se aplicó este programa. Yo personalmente hablé con el Gobernador sobre la necesidad de suscribir este Programa. Me dijo que sí, incluso ante la presencia del ministro (Julián) Dindart. Pero Ricardo (Colombi) nunca firmó el convenio. En los últimos veinte años se nos mueren las madres jóvenes en nuestra provincia y no se hace nada para evitarlo. El número de muertes no ha bajado.

Sociedad y militancia

-¿Cómo ve la realidad social de la Provincia?
-Tenemos medido un 10 por ciento de familias en condiciones de vulnerabilidad extrema. La gente de escaso nivel de ingreso no puede acceder a una vivienda digna. El Invico (Instituto de Vivienda de Corrientes) directamente no los incluye en sus listas. En Monte Caseros logramos incorporar 14 viviendas para esas familias en los planes del Invico. Pero finalmente no se las dieron. Los municipios muchas veces dan una mano para la solución de esta falencia, pese a que no es su función.
-¿Desde joven militó en el peronismo?
-No, mientras viví en Córdoba (mi provincia natal) no lo hice. Recién empecé a militar en 1982, en Río Turbio (provincia de Santa Cruz), donde ya trabajaba como médica anestesióloga. Pero siempre fui peronista de cuna, por la influencia de mi papá, que era colectivero. Fue muy amigo de Atilio López; después terminó siendo su "patrón", porque tuvo una pequeña empresa de transporte urbano donde Atilio era chofer.
-Recuérdenos quién era Atilio López.
-Fue secretario general de la UTA (Unión Tranviarios Automotor) y de la CGT, llegó a ser gobernador de Córdoba y fue asesinado el 16 de septiembre de 1974 por la AAA (Alianza Anticomunista Argentina). El gobernador (Ricardo) Obregón Cano se salvó porque se fue del país. Mi padre viajó a Buenos Aires a buscar el cadáver de Atilio.

Quién es

    Nació el 14 de agosto de 1954 en Balnearia, lugar cercano a Mar Chiquita, en el Noreste de la provincia de Córdoba.
    Todos sus estudios, primarios, secundarios y universitarios los realizó en la ciudad de Córdoba.
    En la Universidad Nacional de esa ciudad egresó con el título de "médico cirujano" a los 23 años. Luego, en la Universidad de Buenos Aires (UBA) se especializó como médica anestesióloga.
    El padre fue colectivero y su madre ama de casa, quien falleciera tempranamente en 1958, cuando María Elena apenas tenía 3 años.
    Es divorciada y tiene tres hijos (dos mujeres y un varón).
    Un hobby: lecturas sobre política, historia argentina y literatura, principalmente escritores hispanoamericanos.
    Personalidades que admira: Eva Perón y Ernesto "Che" Guevara.