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EL TIEMPO EN LA CRUZ

21 de julio de 2013

Camau y Ricardo se adjudican el triunfo

El candidato del FpV apuntó a motivar a las bases militantes y a la dirigencia de segunda y tercera línea apelando a uno de los cuadros más fuertes que tiene el justicialismo que además convoca a la porción del electorado representado por las mujeres. Se anticipó a la definición del candidato que bajo siete llaves tiene Colombi, quien espera el momento para el anuncio. En el Frente para la Victoria se espera una nueva estocada sobre el conservadorismo esperando complicar al PaNu, quien demorará hasta el último día la definición de sus candidatos. Aunque hasta ahora los nombres de Nora Nazar para el Senado y de María Eugenia Mancini para Diputados no se discuten. En el cassanismo, "Pili" Quintana se pintó la cara al quedar fuera de la grilla. Tanto al bellavistense como a los Romero Feris en el autonomismo se le pasó facturas por la política desarrollada en el terreno judicial. La cercanía de ambos con el fiscal general, César Sotelo no los favoreció, circunstancia ésta que además dejó fuera de carrera a Juan Romero Brisco, quien apostaba a una senaduría, pero que no logró apoyos de la cúpula autonomista en la que se viene una renovación bajo el mando de Lucio Portel.
Por CONFUCIO

El Gobierno nacional irradia algunos signos de un realismo político que desconcierta a sus adversarios, y a veces hasta a los propios. En este sentido, cabe inscribir los giros representados por el acuerdo suscripto entre YPF y la empresa Chevron, la designación del general César Milani en la Jefatura del Estado Mayor General del Ejército y el virtual abandono del "garantismo" como premisa central en materia de la seguridad ciudadana.
Estos tres puntos, que en términos propios de la jerga periodística podrían ser arbitrariamente caracterizados como un "giro a la derecha", responden empero a una lógica coherente con la estrategia presidencial de prepararse y acumular poder para después del 27 de octubre, en previsión de un fin de año que se insinúa políticamente turbulento.
La negociación con Chevron ayuda a desmitificar la "leyenda negra" tejida en torno a la estatización de YPF. La difundida idea de que esa determinación condenaba definitivamente a la Argentina al aislamiento internacional se vio contrastada por un acuerdo con nada menos que una de las más importantes compañías petroleras estadounidenses.
Los ataques nacionalistas contra este acuerdo, fogueados periodísticamente por algunos sectores que jamás se habían caracterizado por esa preocupación, como el holding Clarín, que tradicionalmente ensalzó los contratos petroleros suscriptos en 1958 por el gobierno de Arturo Frondizi, llegaron a incursionar en manifestaciones del más antiguo anti peronismo, como el recuerdo de aquel contrato firmado en 1955 por Perón con la Standard Oíl de California, que fue uno de los argumentos de batalla puerilmente utilizados para justificar a la Revolución Libertadora.

EL INTRÍNGULIS CON
EL JEFE DEL EJÉRCITO

Lo de Milani levantó una gran polvareda en la oposición. Más allá de los argumentos empleados para cuestionar al nuevo titular del Ejército, quedó bien en claro que la preocupación de la oposición y de ciertos factores de poder es que Cristina Kirchner pueda coronar exitosamente su política militar con el auxilio de una conducción que deje definitivamente atrás la era de la violación de los derechos humanos de la década del ‘70 para impulsar la plena integración de las Fuerzas Armadas en el proyecto nacional.
Es evidente que medios periodísticos y algunos sectores políticos que jamás se habían caracterizado por acompañar la estrategia gubernamental en materia de derechos humanos compitieron en erigirse en "más papistas que el Papa" para impugnar el nombramiento de Milani y la presunta intención oficial de transformar a los servicios de inteligencia de las Fuerzas Armadas en una suerte de "Gestapo kirchnerista".
El objetivo final de la intensa campaña periodística es esmerilar a Milani hasta el punto de provocar algún episodio que motive su relevo. Demás está decir que no existe ningún síntoma más notorio de debilitamiento de la autoridad presidencial que la decisión de sacrificar al jefe del Ejército.
En la historia reciente, semejante concesión, efectuada por Raúl Alfonsín en 1987, a raíz del amotinamiento militar de Semana Santa, fue el principio del fin del período alfonsinista. En agosto de 1975, la caída del teniente general Alberto Numa Laplane y su reemplazo por Jorge Rafael Videla fue el prólogo del golpe del 24 de marzo de 1976.
Estos ejemplos revelan la dimensión de la pulseada de poder que se libra en torno a Milani y dan una idea aproximada de la previsible firmeza gubernamental en esta cuestión.

¿ADIÓS AL "GARANTISMO?

El viceministro de Seguridad, Sergio Berni amplió sensiblemente su esfera de influencia tras la renuncia de la anterior ministra del área, Nilda Garré, con la que mantenía conocidas diferencias, discrepancias que no tiene con su sucesor, el santacruceño Arturo Puricelli.
El sostenimiento del garantismo reivindicado por Garré, congruente con la política de seguridad preconizada por el Centro de Estudios Legales y Sociales, que preside el periodista Horacio Verbitsky y por otras organizaciones de defensa de los derechos humanos, tropezaba con la creciente demanda de seguridad ciudadana reflejadas en todas las encuestas de opinión.
Cuando la profundización del conflicto planteado entre el Gobierno y el Grupo Clarín empalmó con el inicio de la ofensiva oficial a favor de la "democratización de la justicia", Cristina Kirchner empezó a asociar la falta de respuestas a la demanda de mayor seguridad con la actitud complaciente de los jueces.
Esta situación benefició a Berni, partidario de un acercamiento entre el gobierno y las fuerzas de seguridad interior (Policía Federal, Gendarmería Nacional y Prefectura Naval Argentina), y perjudicó a Garré, más interesada en la depuración de esas instituciones.
El realismo político, determinado por la presión de la opinión pública en relación a la problemática del delito y las alternativas de la relación entre el Gobierno y la corporación judicial, impulsó entonces un giro silencioso, pero notorio en uno de los puntos más delicados de la gestión gubernamental.
Paradójicamente, dicho viraje contradice la prédica de Eugenio Zaffaroni, el único magistrado de la Corte Suprema de Justicia que conserva buenas relaciones con la Casa Rosada.
Este deslizamiento explica también el cese de hostilidades entre el Ministerio de Seguridad de la Nación y su equivalente bonaerense, cuyo titular, Ricardo Casal, otrora era continuamente vituperado por Garré y Verbitsky y las declaraciones de Berni acerca de la imposibilidad de disolver pacíficamente las manifestaciones piqueteras.

¡CUIDADO CON
LOS JUECES!

El pedido de captura del ex Secretario de Transportes, Ricardo Jaime dictado por el juez federal, Claudio Bonadío disparó un estado de alerta en el Gobierno nacional, que aún se mantiene a pesar de la decisión de la Cámara que anuló la solicitud del magistrado.
En cenáculos gubernamentales, trascendió la existencia de una reunión secreta en la que habrían participado varios jueces y fiscales federales que tienen a su cargo ciertas causas de elevada sensibilidad política y que envuelven a altos funcionarios o ex funcionarios del actual Gobierno, en la que se habría acordado una estrategia conjunta de avanzar hombro con hombro.
En el cónclave secreto habrían estado, entre otros, Bonadío y el fiscal Guillermo Marijuán, quien maneja una de las causas contra el empresario Lázaro Báez. Las declaraciones de Andrés Marutián, abogado defensor de Jaime, quien amenazó con solicitar un juicio político contra Bonadío, estarían basadas en la existencia de cierta información reservada sobre la existencia de una suerte de "conspiración judicial".
No sería de extrañar entonces que una acusación de esas características, que intensificaría la confrontación entre el Gobierno y la corporación judicial, unido a la reiteración de la versión sobre la posible intervención al Grupo Clarín (medida que de adoptarse sería probablemente neutralizada rápidamente por la acción de algún magistrado) fueran parte de una contraofensiva gubernamental en respuesta a la escalada de acusaciones contra Milani.

LA RENUNCIA
SIMBÓLICA

Finalmente, Sergio Massa puso en escena mediática la propuesta de renuncia "latente" que se concretaría en el caso de habilitar, mediante su voto como Diputado nacional, una reforma constitucional que posibilite la reelección de la presidenta, Cristina Fernández.
Fue en un hotel cuatro estrellas, ubicado a unos cincuenta metros de la Gobernación bonaerense. Una suerte de mensaje cifrado para el gobernador, Daniel Scioli, quien hoy por hoy es el más firme soldado de la causa cristinista.  Según se supone, el mandatario bonaerense debiera estar preocupado por los ataques de Massa. Es más, en un acto oficial, en el platense pasaje Dardo Rocha, le dedicó alguna munición gruesa al ex Presidente de la Anses.
Lo mediático resaltó lo simbólico, pero no dejó de crear dudas entre los periodistas y hasta en los dirigentes massistas, quienes en "off the record", hasta debían esforzarse en explicar, primero qué era lo que se firmaba concretamente y, segundo, por qué se firmaba.
Para el primer interrogante, un candidato a legislador provincial, ante periodistas platenses, sufrió un ataque de amnesia o de desconocimiento cuando, ante una breve rueda de prensa se le preguntó algo tan simple como ¿qué es lo que hoy se firma?  Debió recurrir a la consulta a una compañera de lista quien, delante de los trabajadores de prensa explicó, con cierto estilo hasta docente, en qué consistía el hecho protagonizado por el Intendente de Tigre y sus compañeros de lista.
En segundo lugar, y en cuanto a los motivos, los seguidores de Sergio Massa admiten cierta presión de quienes sintieron fuertemente la irrupción del ex Jefe de Gabinete en la vida política bonaerense. No lo llaman debilidad, pero parece que dolió y mucho la frase de Francisco De Narváez acerca de que Massa es el Caballo de Troya de Cristina. O alguien que simula ser opositor y está haciendo algún juego sucio del kirchnerismo para incrementar la representación en el Parlamento de un mismo espacio político donde, a partir de diciembre, podrían convivir kirchneristas ortodoxos y massistas.
Llamó la atención entre periodistas que esta explicación sobre el renunciamiento fuera tan abierta y explícita, dado que podría generar algún aprovechamiento del denarvaismo, que quedó relegado a un lejano tercer lugar en las encuestas.  
Más allá de dudas y suspicacias, vale resaltar que en el acto se cuidó hasta el último detalle. No firmaron los 35, del escribano público nunca se habló, pero se leyó un acta de compromiso.
El que hizo las veces de "esclarecedor" de esta propuesta fue el ex seguidor de Elisa Carrió, Adrián Pérez. Fiel a su impronta docente, Pérez explicó que el acta compromiso, firmada por los candidatos quedará bajo custodia de dos entidades no gubernamentales, como Cipecc y la Asociación por los Derechos Civiles. Tales entidades se dedican desde hace unos años al análisis de eventuales déficit o excesos, según el caso, en la administración pública en general y en el comportamiento de la dirigencia política.
No quedó en claro cómo será la mecánica de "denuncia" del acta compromiso para el caso que los candidatos firmantes decidan traicionar su promesa. Para muchos expertos jurídicos consultados, la firma es un compromiso simbólico y de fuerte contenido moral, dado que ninguna de las dos entidades puede exigirle el cumplimiento de la renuncia a nadie.  En el caso de un Diputado nacional, la única validez de la dimisión se produce por la presentación ante el titular de la Cámara baja.
No obstante, el massismo quedó satisfecho con su acta de compromiso y un reservado Sergio Massa, al parecer decidido a ser muy lacónico con la prensa, sólo alcanzó a señalar que está "convencido" de lo que firmó". Segundos después, Adrián Pérez, Felipe Solá y Darío Giustozzi explicaban, bajo estrictas instrucciones de Massa, los detalles del acto de renunciamiento.
 
¿Y LA CAPITAL?

Los datos de las últimas encuestas que recibió esta semana Mauricio Macri terminaron de confirmar sus peores pronósticos. La postulación de Sergio Bergman al frente de su lista de diputados no logra acompañar el nivel de adhesión que concentra la candidatura de Gabriela Michetti, y pierde por goleada en la disputa con Elisa Carrió para la Cámara baja. Es más, esos sondeos ubican al rabino detrás de la intención de voto de todas las variantes de la alianza Unen para Diputados, y apenas por encima de la nómina kirchnerista que encabeza Juan Cabandié.
El tijeretazo que anticipan las encuestas, con la combinación Michetti-Carrió liderando todos los pronósticos, alimenta la incertidumbre dentro del PRO no sólo por la pérdida de terreno en la Cámara baja nacional.
La principal inquietud, entre los laderos de Macri, se vincula con el efecto que podría tener ese corte de boletas en la elección por la renovación de la mitad de las bancas de la Legislatura local.
La semana pasada, esos comicios fueron fijados por decreto por el Gobierno porteño para el 27 de octubre, en simultáneo con las elecciones nacionales, pero no atravesarán la instancia de las Primarias Abiertas de agosto, pese a que en algún momento el PRO intentó sin éxito implementarlas para tratar de fortalecer la performance de sus candidatos.
La definición de las listas de quiénes batallarán en esa pulseada se volvió así una cuestión crucial para el macrismo. Al menos, eso se desprende de los informes que el Jefe de Gobierno porteño analizó esta semana con sus principales colaboradores.
En ellos se advierte que, de confirmarse el actual escenario en octubre, la elección de la Legislatura capitalina se convertirá en una disputa de tercios, entre el PRO, Unen y el kirchnerismo, con un leve predominio de los postulantes de la alianza de centroizquierda por efecto arrastre de la boleta que postula a Carrió.
Está claro que ese cuadro dista bastante de las aspiraciones que alimentaba el macrismo apenas un par de meses atrás, entusiasmado con la alternativa de hacerse de una mayoría propia en el parlamento capitalino. Un eventual triunfo local de Unen no sólo echaría por tierra con esa ambición; más significativo aún sería el efecto político del deterioro de la representación legislativa porteña del PRO en materia de gobernabilidad, en momentos en que Macri pretende dar el gran salto en la construcción de un proyecto presidencial con vistas a la pelea de 2015.
La inquietud por el escenario local reactivó la discusión interna por la integración de la lista de candidatos a legisladores, que deberá estar definida antes del 27 de agosto.
En el macrismo advierten que sólo una figura con peso propio al frente de esa nómina podría servir al objetivo de recomponer la performance del partido en la elección local, deteniendo el avance de la centroizquierda y, a la vez, resolver la fuerte disputa abierta entre las distintas corrientes del PRO por colar a sus candidatos en la boleta.
El principal problema en esa estrategia es conseguir un candidato fuerte para encabezar la lista. Por el propio estilo de liderazgo macrista, no abundan las figuras con vuelo propio y con capacidad de fidelizar el voto partidario en el distrito.
En esa búsqueda, dentro del equipo de campaña todas las miradas comenzaron a posarse en la alternativa de ubicar a la vice jefa de Gobierno, María Eugenia Vidal al tope de la boleta, convencidos de que la buena imagen de la funcionaria puede detener el corte en favor de Carrió y mejorar el desempeño electoral partidario.
La apuesta de mínima del PRO es repetir los 31 puntos obtenidos en los comicios locales de 2009, de manera de garantizar la renovación de las diez bancas de la Legislatura que pondrá en juego en octubre. Pero el ideal apunta a superar los 35 puntos, lo que le permitiría hacerse de trece escaños y alcanzar la mayoría propia. En ese esquema, el nombre de Vidal se impone como la única esperanza concreta.
A la par, la nominación de un candidato fuerte y no resistido al frente de la lista, permitiría también a Macri contener la dura pulseada abierta entre sus principales seguidores por la integración de la boleta local. Ese enfrentamiento ya provocó varios cortocircuitos dentro de su propio gabinete, que persisten y se retroalimentan por el silencio del Jefe de Gobierno sobre su decisión definitiva.  
La pelea mayor involucra a varios pesos pesado del PRO: desde Michetti, pasando por el jefe de Gabinete Horacio Rodríguez Larreta, la propia Vidal, el vicepresidente primero de la Legislatura, Cristian Ritondo, los ministros Esteban Bullrich, Néstor Grindetti y Diego Santilli, y hasta el presidente de Boca Juniors, Daniel Angelici.
Tras haber quedado relegado en la discusión por el armado de las listas partidarias para el Senado y la Cámara de Diputados, Rodríguez Larreta esperaba la bendición de Macri para hegemonizar la definición de la boleta local y el orden de las candidaturas.
Sin embargo, la preocupación por el avance de la centroizquierda en las encuestas volvió a empañar sus planes. "La última palabra la tendrá Mauricio. Acá no se trata de lo que quiere un dirigente, sino de las necesidades políticas del partido", fue el mensaje que le enviaron al Jefe de Gabinete desde un sector del PRO que no comulga con las pretensiones del funcionario.

PANORAMA
PROVINCIAL

Hoy, 21 de julio, se entra en la recta final de la definición de los candidatos, más allá de que en gran medida ya no quedan sorpresas salvo contadas excepciones, entre ellas quién secundará a Ricardo Colombi en la fórmula gubernativa.
Otro interrogante es saber qué liberal ocupará la octava posición en la Cámara de Diputados, y si finalmente el PaNu termina en fractura o hay fumata al elegir el octavo diputado de la grilla de ECO.
Para ella compiten sórdidamente el actual Vicepresidente 1º del nuevismo, quien va por su reelección, y el Intendente de Paso de la Patria, que se sentiría más seguro si logra fueros en esta elección del 15-S al reavivarse viejas causas judiciales que no dejan de preocuparlo.
Otro de los interrogantes pasa por saber quién será el hombre, o la mujer de Forja que cubrirá el lugar fijado en las listas del Frente para la Victoria, y cómo finalmente se ordenará la lista de candidatos a las concejalías de Capital por el oficialismo municipal.
En ECO queda claro que Tassano y Vischi serán las caras visibles de la oferta radical, así como que la 2ª y la 7ª banca quedaron para el cassanismo, que ayer definió pública y democráticamente sus candidatos, bajo el fuerte liderazgo del Diputado goyano que impuso sus criterios anticipados horas antes en un intento por bajarle el perfil a cualquier puja en el ámbito de la Convención que se llevó a cabo ordenadamente en el Turismo Hotel Casino.
La 3ª y 8ª banca está reservada para el PaNu. La primera de ellas, para María Eugenia Mancini, que corre como Nora Nazar, sin contrarios. En tanto que la octava dará lugar a una puja aún irresuelta, que pondrá en un final cabeza a cabeza a Omar Yung y al "Chino" García, artífice este último de los acuerdos trabajosamente cerrados con el ricardismo.
El astradense mantiene una fina línea abierta con Camau Espínola que espera respuestas de Yung para incorporarlo, quizás en el tercer lugar de la lista de Diputados, aunque para ello deberá mostrar que no viene solo.
Uno de los pases de última hora fue el del ex diputado santaluceño, Marcelo Chaín que negoció hasta lo último a dos puntas y que al final se decidió por la oferta del peronismo luego de quedar persuadido de que los lugares ofrecidos en ECO distaban no sólo de sus pretensiones, sino además de las posibilidades que le ofrecía el acuerdo con el PJ, entusiasmándolo la idea de que estaría por sobre cualquier candidatura que para entonces negociada el saliente presidente del autonomismo, con quien mantiene un entuerto que viene de cuatro años atrás, cuando sobre la raya se le birló la candidatura en ECO merced a la Intervención dispuesta por el PA Nacional.
Lo cierto es que con los nombres de "Chango" Pérez, Marcelo Chaín y el doctor Alfonzo, sumados posiblemente al de Yung, si acepta ir como tercer diputado, lo cierto es que el Frente para la Victoria mostraría en los primeros cinco lugares a cuatro hombres del conservadorismo, con una sola exponente del justicialismo, en una clara demostración de que Camau va por el voto de lo que en su momento fue el viejo tronco del Pacto Liberal Autonomista, con su hijo putativo, que fue el nuevismo.
Algunos sondeos muestran que el discurso de la campaña apuntará precisamente a eso. El pelear el voto del conservadorismo, pero en su ala progresista o superadora que deja atrás los liderazgos que considera perimidos.
Para esta visión, los Romero Feris más restan que suman, de ahí la importancia de trabajar en un Partido Nuevo sin Tato, o en autonomismo representado por una dirigencia renovada.
Con esta impronta, el justicialismo toma la posta de lo que en su momento fue la gesta del ‘99, buscando una instancia superadora que considera no se logró con el colombismo que se adueñó del espacio que dejó la caída de Tato.

LA DISPUTA POR LA
RE-RE DE LOS
INTENDENTES

Días atrás la jueza electoral resolvió no habilitar a dos intendentes para ir por su re reelección. Su criterio era ya conocido desde antes, y aunque no sorprendió ni en el mundillo tribunalicio, ni político, la difusión del fallo a horas del cierre de alianzas tuvo un impacto mediático previsible.
Ahora todos miran la instancia posterior, que es la de la flamante Cámara Electoral Provincial que estrena funciones, y de la que, por su composición, se espera una decisión unánime en sentido diametralmente opuesto a la de la juez Electoral, María Eugenia Herrero.
A partir de allí, el escenario pasará a ser el del Superior Tribunal que, como intérprete final de la Constitución provincial, le cabe la responsabilidad de ser la última palabra.
Para el momento en que la causa o las causas estén en condiciones de resolver en ese ámbito, un aspecto de indudable importancia será el ver los progresos que ha tenido el proyecto de Intervención Federal a la Justicia de Corrientes. Difícilmente los jueces supremos, que auscultan además la opinión de los magistrados inferiores, dejen de ponderar los progresos, o no, que para entonces haya logrado el proyecto intervencionista.
Lo más probable es que la Corte provincial termine manejando los tiempos. Resolverá quizás en un mismo acto todas las causas que se vayan acumulando en el ínterin, de modo que el criterio sea unívoco en este sentido, entre ellas, claro está el planteamiento realizado en los últimos días por el Intendente de Saladas, cuya candidatura fue impugnada por el Interventor de la Ucedé.

Fuente:www.diarioellibertador.com.ar


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