Por Eugenia Muzio

La dolarización fue la bandera que flameó durante toda la campaña que llevó a Javier Milei a ser el presidente electo que asumirá el próximo 10 de diciembre. Se trata de un proyecto que promete estabilización inflacionaria, salariazo y la eliminación de la emisión monetaria, pero que tiene serios problemas de implementación y una consecuencia difícil de revertir: la destrucción de la moneda nacional. El plazo de aplicación se estiró a medida que el líder de La Libertad Avanza se acercaba a las chances concretas de llegar a la Casa Rosada y con el correr del tiempo, también se complicaron las condiciones económicas para poder llevar adelante el plan.

El proyecto que enamoró al futuro jefe de Estado es de Emilio Ocampo. Originario del Centro de Estudios Macroeconómicos de Argentina (CEMA), el padre de la dolarización escribió junto a Iván Cachanosky el paso a paso de un programa destinado a sustituir al devaluado peso argentino por el dólar, al estilo de lo hecho por Ecuador, en un libro llamado "Dolarización, una solución para la Argentina". "Tenía cuatro planes a mi disposición para dolarizar, pero el que más me convenció fue el de Ocampo, incluso me hizo dejar de lado al mío", reveló semanas atrás Milei y señaló al economista como posible presidente del Banco Central y el encargado de ser el último para cerrarlo definitivamente.

Paso a paso de la dolarización

La premisa del proyecto es que el principal mal económico es el exceso de circulación monetaria y que ninguna reforma puede hacerse si no se neutralizan las dos fuentes de creación de dinero: el déficit fiscal y el déficit cuasifiscal, el del BCRA. Ambos fenómenos se eliminarían con el reemplazo de los pesos por moneda estadounidense.

Para poder llevarlo adelante, se necesita tener las divisas necesarias para poner a circular en la economía. En Argentina, las reservas internacionales netas, propias de la autoridad monetaria, están en terreno negativo y por el alto nivel de deuda, el acceso al mercado de capitales extranjero está restringido.

Es por eso que Ocampo propone crear un Fondo de Estabilización Monetaria (FEM) como vehículo para la obtención del dinero necesario para pagar la deuda cuasifiscal concentrada en las Letras de Liquidez (las famosas Leliqs) generadas a partir de los plazos fijos que pagan intereses. Se trata de un fideicomiso con base en Estados Unidos al que se le transferirían activos y pasivos del Central, el FGS de la Anses, la licitación del 5G y acciones de YPF entre otros instrumentos, que en conjuntos se cambiarían por bonos emitidos con ley de Nueva York.

Milei asume que de esa manera se pagarían los U$S 30 mil millones aproximados y que esa deuda se cancelaría en 4 ó 5 años. Durante una conferencia de prensa entre las elecciones generales y el ballotage, el propio Milei contradijo el plazo que puso Ocampo para resolver el problema de las Leliqs: "En tres meses lo podés liquidar". Después de ese paso, señaló que se liberaría el cepo cambiario para pasar a poder rescatar la Base Monetaria (el dinero en manos del público) sumado a los depósitos en pesos que tienen los ahorristas en los bancos.

A qué tipo de cambio se puede dolarizar

"Los dólares que se necesitan son esa cantidad de pesos dividida el tipo de cambio", dijo el propio Milei. Para eso, ya debería haber reservas en el BCRA suficientes para poder realizar ese canje. La vicepresidenta electa, Victoria Villarruel, explicó durante el último debate anterior a la elección de segunda vuelta que los argentinos "tienen la mayor cantidad en el mundo de billetes físicos" y que para alcanzar el nivel necesario "se crearán las condiciones de confiablidad para que los argentinos decidan utilizar sus dólares en nuestro país".

LLA especula con que ante la premisa de la dolarización, los ahorristas saquen los billetes del colchón vuelvan a ingresar sus billetes verdes en el sistema financiero legal y de esta forma poder tener la cantidad necesaria para realizar el reemplazo. Es decir que el proyecto se llevaría adelante con las reservas brutas, que además de los dólares propios del Central, suman los encajes que respaldan los depósitos en dólares (los ahorros de los depositantes), el swap con China y otras especies.

El jefe de Estado próximo asumir dijo en varias ocasiones que el tipo de cambio a utilizar será "a precio de mercado". Según distintos análisis de consultoras privadas, sin tener en cuenta la hipotética entrada de los papeles abajo del colchón que mencionó Villarruel, hoy de mínima se requeriría reemplazar la base monetaria, que es de $5,15 billones, por las reservas netas que tiene el BCRA a un tipo de cambio de $ 3000 por dólar.

Cuándo se dolarizaría

El período de tiempo que le pone el libertario a la dolarización es de mínimo de nueve meses a dos años.

El modelo es el de El Salvador. "Dejaron la opción en las personas y tardaron 24 meses", declaró Milei. Es decir, que el canje de los pesos de la población por los dólares quedaría a libre demanda en un país que, según los propios economistas, de La Libertad Avanza "la gente rechaza los pesos". Una caída estrepitosa de la demanda de pesos podría llevar a una hiperinflación.

Fuente: www.letrap.com.ar