El reciente informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) sobre la incidencia de la pobreza y la indigencia en los principales conglomerados urbanos del país puso al Gran Resistencia -capital del Chaco- a la cabeza de un imaginario ranking nacional de pauperización social, un drama que se expande sin freno y que tiene a la región Nordeste, de la que también forma parte Corrientes, a la vanguardia de la decepción. No hay novedad en el dato y aunque no esté presente en el orden del día de la política o en la agenda de los medios, la realidad es que el NEA se ha constituido en el rincón postergado de la Argentina. Desde hace más de un lustro aquí manda la pobreza, solamente hay que mirar los indicadores oficiales.

Ahora bien, según la última medición del Indec, en el primer semestre de 2023, en la capital chaqueña el 60,3 % de la población se encontraba bajo la línea de pobreza y el 18,8 % en situación de indigencia. Son cifras escandalosas. Quizás en estos detalles -que no son accesorios- asome alguna explicación del sentido del voto de los chaqueños en la reciente elección provincial.

Como sea, el gobernador Jorge Milton (Coqui) Capitanich repudió el informe estadístico y trazó un parangón con Corrientes para argumentar su planteo mediático de nulidad y proponer que la medición se tiene que confeccionar con "otra metodología". El todavía mandatario no acepta que el Indec le haya dado a Corrientes 36 % de pobreza mientras al Chaco le dio 60 %. "Claramente hay un error porque tenemos estructuras sociales equivalentes", dijo el contador Capitanich.

Hace un par de años, el correntino Gustavo Valdés también protestó por los números del Indec, pero no hizo comparaciones con el Chaco. Los indicadores nunca se corrigieron.

Es que más allá del pataleo político, la realidad estadística es inconmovible, desde que se regularizó el Indec en 2016 el NEA ha estado casi siempre primero en el ranking de la pobreza. 

Ahora que el resultado estadístico arroja que seis de cada diez habitantes de la capital chaqueña y sus alrededores son pobres, Coqui Capitanich sostiene que el país "necesita un enfoque multidimensional de la pobreza" con "un sistema de medición de información estadística de alta calidad" (Ver nota parte). 

Pareciera que Capitanich descubrió el déficit con algo de retraso, está terminando su tercer mandato -con idas y vueltas a la Jefatura de Gabinete, etc.- y en poco más de dos meses tiene que entregar el mando de la provincia a su sucesor, el radical Leandro Zdero. En los últimos cuatro años, desde que regresó a la Gobernación en diciembre de 2019, el Gran Resistencia no ha bajado del 48% de pobreza en los relevamiento que el Indec confecciona a través de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH). Más aún, la mayoría de las veces la marca superó el 50%.

El Gran Resistencia -es decir, el Chaco- ha estado en el podio de ese patético ranking nacional de distritos dominados por la pobreza; Corrientes no está muy lejos. Es verdad que ha tenido altibajos, algunos de los cuales motivaron señalamiento de dudas por parte del gobernador Valdés, en particular uno que dio muy bajo (27%), en el segundo semestre del año 2021. En aquel momento el mandatario correntino hizo notar públicamente que se trataba de un error que mostraba estadísticamente bien a Corrientes, pero que no se ajustaba a la realidad. El Indec nunca corrigió la cifra.

Con independencia de estos episodios, que pueden considerarse anecdóticos, por ejemplo en el segundo semestre de 2019 en el Gran Resistencia no hubo medición, la secuencia de la estadística oficial define una tendencia invariable para la región y en particular para cada distrito (Ver gráfico adjunto).

Así como la capital chaqueña tiene como piso el 50% de pobreza, en Corrientes la constante de la medición está en el orden del 45%. Posadas (la capital de Misiones) se ubica en un promedio del 35% y Formosa, a su vez, ronda el 30% de pobreza. 

Estas realidades fraccionadas configuran una realidad, la región Nordeste es la que acumula -porcentualmente- la mayor cantidad de población bajo la línea de pobreza. En las últimas ocho mediciones, que comprenden el período de gobierno del kirchnerismo (con los Fernández en el poder), el NEA ha estado casi siempre primera en ese ranking.

El relevamiento que hizo  NORTE de Corrientes y que va desde el segundo semestre de 2019 -que es atribuible al último período de la gestión Macri- y el primer semestre de 2023, el conglomerado urbano del Nordeste registró en todas las ocasiones marcas de pobreza superiores al promedio nacional, y en cinco oportunidades ocupó el primer lugar del podio.

Más allá de las argumentaciones, la estadística es inconmovible respecto del resultado de la gestión. Cuatro distritos en el NEA con gobiernos de distinto signo, tres de ellos firmemente alineados al modelo nacional, que no han logrado desatar el nudo de la postergación social. 

Fuente: www.nortecorrientes.com