OPINIÓN
20 de julio de 2025
Capitales en fuga con Milei

Multinacionales que se retiran, grupos locales que compran activos y un mundo en reconfiguración: el gobierno de Milei no logra atraer inversiones y desconoce que el escenario global ha cambiado. Las reglas de los ’90 ya no aplican.
Por Alfredo Zaiat
En el ciclo liberal-libertario de Javier Milei se está desarrollando una dinámica en el movimiento del capital, local y extranjero, merecedora de una observación precisa para evitar la desorientación analítica en términos políticos y económicos. El comportamiento de los principales actores empresariales es diferente al que tuvieron en los noventa y al del período macrista-radical. Es necesario identificar esta conducta si el objetivo es comprender los incentivos que promueven decisiones de inversión o de ventas de activos, independientemente de que la evaluación corresponda a tres ciclos políticos conservadores.
Con Milei, están abandonando el país multinacionales y está disminuyendo el ritmo de la inversión extranjera directa neta, hasta un monto global negativo de 1679 millones de dólares en los primeros cinco meses de este año, según el Banco Central. En el frente financiero, no hubo una avalancha de ingresos de capitales especulativos de fondos de inversión internacionales para aprovechar la bicicleta financiera del dúo mesa dinerista Luis Caputo (ministro de Economía) y Santiago Bausili (presidente del Banco Central).
El aspecto relevante para examinar es quiénes están ocupando el papel central en estos dos frentes del movimiento de capitales: empresarios y financistas locales.
Las empresas que se van y las empresas que entran.
Los lugares que están abandonando las multinacionales están siendo apoderados, mediante la compra de los activos liquidados, por capitales nacionales. Algunas de estas operaciones de traspaso son las siguientes:
- El negocio de Procter & Gamble pasó a manos de Newsan (Rubén Cherñajovsky).
- Telefónica Argentina fue absorbida por Telecom del Grupo Clarín (Héctor Magnetto y socios).
- El Banco Itaú fue adquirido por el Banco Macro (la familia Brito).
- El Banco HSBC quedó en poder del Banco Galicia a cambio de 550 millones de dólares (las familias Escasany, Ayerza y Braun).
- ExxonMobil fue comprada por Pluspetrol (la familia Rodríguez/Rey).
- Paramount (Telefé) está en venta y existen tres o cuatro grupos locales interesados.
- La petrolera malaya Petronas vendió sus activos en Argentina a Vista Energy por 1200 millones de dólares (Miguel Galuccio).
- La filial británica de la francesa Total Energies no se está retirando completamente de Argentina, pero está evaluando vender algunos activos en Vaca Muerta.
- El gigante canadiense de los fertilizantes Nutrien puso en venta el 50% de Profertil, la principal productora de urea granulada de Argentina.
- Falabella cerró sus operaciones en el país.
- El gigante tecnológico Xerox vendió su negocio en Argentina y Chile al Grupo Datco (liderado por Horacio Martínez), un proveedor de tecnologías y servicios de redes de fibra óptica de capitales nacionales.
- Mercedes-Benz traspasó sus negocios al grupo inversor argentino Open Cars, que comparte accionistas con el grupo ST (liderado por Pablo Peralta).
- El último anuncio de abandono rutilante de una multi es de la francesa Carrefour, que ha iniciado un proceso para buscar un comprador o socio para sus más de 600 sucursales en el país.
¿Qué pasó en los noventa?
Durante la década del ’90, la dinámica del movimiento del capital fue la opuesta. Varios grupos económicos locales vendieron sus activos a multinacionales en un proceso de “desnacionalización” del aparato productivo.
Una de las operaciones fue la venta de Bodegas Chandon, del grupo Soldati, a Moët & Chandon, del conglomerado francés LVMH. Otro caso fue la compra de Terrabusi, una histórica empresa de alimentos, por parte del gigante estadounidense Nabisco, que luego pasaría a formar parte de Kraft Foods.
En el sector petrolero, YPF, la mayor empresa estatal, fue privatizada y adquirida por Repsol, la petrolera española, en 1999. Previamente, el grupo Pérez Companc había vendido sus activos petroleros a la brasileña Petrobras.
En telecomunicaciones, ENTel, la empresa estatal de telefonía, fue dividida en dos y privatizada. La parte norte fue adquirida por France Telecom y Stet (Telecom Italia), y la parte sur por Telefónica de España. En el sector financiero, Banco Río fue adquirido por el grupo español Banco Santander, mientras que el Banco Francés pasó a manos del BBVA.
El grupo petrolero Astra de la familia Grüneisen vendió sus activos a Repsol. El grupo Garovaglio y Zorraquín se desprendió de Indupa, una empresa clave en el sector químico, que fue adquirida por la belga Solvay. El grupo Fortabat vendió la cementera Loma Negra a los brasileños Camargo Correa.
La bicicleta financiera II no fue un boom de fondos del exterior.
En lo que va del gobierno de Milei, el carry trade ha sido aprovechado, en gran parte -aunque no exclusivamente-, por inversores (institucionales y personales) locales. Este comportamiento es el opuesto al registrado durante el gobierno de Mauricio Macri, cuando los fondos de inversión del exterior fueron los principales jugadores de la bicicleta especulativa, la misma que entonces y ahora tiene a Luis Caputo como promotor.
Durante los primeros dos años del gobierno de Mauricio Macri (diciembre 2025-abril 2017), se desarrolló un intenso carry trade, estrategia financiera en la que los inversores traen dólares al país, los cambian por pesos, invierten en activos de alto rendimiento en moneda local y luego vuelven al dólar esperando una ganancia en ambas puntas.
El incentivo fue claro: Macri eliminó el "cepo cambiario", liberalizó el mercado de capitales y ofreció altas tasas de interés en pesos, a través de instrumentos como las Lebac del Banco Central. Mientras tanto, mantenía relativamente estable el tipo de cambio, lo que permitía ganancias rápidas sin riesgo de devaluación. Fondos de inversión del exterior ingresaron miles de millones de dólares atraídos por estos rendimientos, tentados por la codicia de ganar una de las tasas reales más altas del mundo.
En abril de 2018, el JP Morgan decidió bajarse de la bicicleta, el dólar comenzó a subir y se cortó el financiamiento externo, los capitales especulativos empezaron a retirarse, provocando una corrida cambiaria. Esto forzó al gobierno a recurrir al FMI, en el mayor préstamo de la historia del organismo.
En esta segunda versión, ya sea por las dudas sobre la sostenibilidad del plan de Milei o porque algunos grandes fondos no salieron a tiempo en la anterior versión en el gobierno de Macri y no quieren pasar por la misma experiencia traumática, la presencia de grandes jugadores de la finanzas globales es menor. El JP Morgan la aprovechó y ya se retiró. Los locales siguen siendo los principales protagonistas de la actual bicicleta especulativa de Caputo.
¿Qué pasa con la inversión extranjera directa?
La edición 2025 “La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe” de la Cepal brinda un aporte general para evaluar estas tendencias del movimiento de capitales.
En el capítulo Argentina se informa que el país recibió 11.644 millones de dólares en concepto de IED en 2024. Este monto representó un descenso del 53% con respecto a 2023, cuando se registró el mayor nivel de este siglo, con 24.757 millones de dólares.
En cuanto a los componentes de la IED, la reinversión de utilidades representó la mayor parte de las entradas en 2024 (47%), seguida de los préstamos entre empresas (29%) y de los aportes de capital (25%).
Los préstamos entre empresas disminuyeron considerablemente (-78%), lo que refleja una relajación de las restricciones a los pagos de importaciones que habían llevado a las empresas a acumular deudas con sus matrices en el extranjero.
Las restricciones a la repatriación de beneficios que se aplicaron a lo largo del año pasado ayudaron al componente de reinversión de utilidades a conservar el primer puesto, a pesar de haber experimentado una contracción del 24%. Los aportes de capital fueron el único componente que registró un aumento (28%).
Dónde fueron las inversiones.
El ingreso de dólares en el sector de los recursos naturales, que representó el 39% de la IED en 2024, creció un 44%, y fue el único que registró un incremento interanual. El de servicios, por su parte, continúa siendo el más importante (el 45% de los ingresos totales), a pesar de haber experimentado un descenso del 60% con respecto a 2023. Las entradas del sector manufacturero, que acumula el 18% de las totales, cayeron un 79% interanual.
En términos de origen, los mayores inversionistas fueron España (22%), Brasil (21%), Estados Unidos (14%), Francia (11%) y Chile (4%).
En 2024, la Cepal informa que Argentina fue el destino de la tercera mayor cuota de anuncios de proyectos en la región, ya que atrajo una cifra récord de 34.400 millones de dólares en proyectos previstos. De este total, el 87,2% puede atribuirse a un único megaproyecto de Petronas e YPF por casi 30.000 millones de dólares para desarrollar una planta de GNL.
El informe no consigna que este proyecto quedó trunco por la insólita presión del gobierno de Milei sobre YPF, que modificó la locación de Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires, por otra en Río Negro, motivada por el interés de perjudicar la gobernación de Axel Kicillof. Finalmente, Petronas se retiró de la inversión.
El RIGI no arranca.
El fracaso del Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI), con extraordinarios beneficios para las empresas, como se detalló en El Destape, es síntoma del nuevo escenario económico global, que Milei desconoce. El gobierno aprobó apenas cuatro proyectos dentro del RIGI, y dos de ellos tienen a la estatal YPF como protagonista.
La atracción de la inversión extranjera directa fue presentada como sinónimo de desarrollo y de confianza del capital en el país. Diferentes gobiernos diseñaron políticas para seducir capitales globales, ofreciendo estabilidad macroeconómica, beneficios fiscales y mano de obra barata. Sin embargo, esa lógica está siendo desafiada por una nueva reconfiguración del capitalismo global.
Las cifras lo muestran: la inversión extranjera directa a nivel mundial está estancada o en retroceso. El informe de la Cepal detalla que los anuncios de proyectos de inversión disminuyeron en todo el mundo con respecto a los de 2023: fueron 1,3 billones de dólares, un descenso del 6,5% interanual.
Milei no entiende cómo está cambiando la economía global.
Existen tres grandes fuerzas estructurales que están redibujando el mapa de las inversiones globales. La primera es el retorno del proteccionismo. Las potencias, en especial Estados Unidos, han comenzado a relocalizar industrias estratégicas, en sectores como semiconductores o energía verde. La pandemia dejó en evidencia los riesgos de depender de cadenas de valor dispersas por el mundo. La consigna actual es “nearshoring” o “friendshoring”: producir más cerca o en países aliados.
La segunda fuerza es el giro en las prioridades de las multinacionales. La lógica de eficiencia del capital financiero global está siendo reemplazada por una lógica de seguridad económica, bajo el paraguas de disputas geopolíticas crecientes. La guerra comercial entre China y Estados Unidos, la invasión rusa a Ucrania y la tensión en Medio Oriente reconfiguran el mapa de riesgos. Hoy, invertir en países con inestabilidad política o alineamientos inciertos desalienta los flujos de capitales.
La tercera es la transición energética y digital, que no necesariamente implica una mayor inversión en los países del Sur Global. Por el contrario, los países desarrollados están acaparando los fondos para reconvertir sus propias economías, dejando menos espacio para flujos de capital hacia América Latina, África o el sudeste asiático.
En este nuevo tablero económicos global, la receta tradicional de atraer inversiones extranjeras mediante “la confianza de mercado”, reformas laborales y beneficios impositivos pierde fuerza. El problema no es solo local: el mundo está cambiando y los flujos de capital también. Quienes insistan en estrategias de los '90 para captar inversiones externas, como lo está haciendo el gobierno de Milei, estarán corriendo detrás de un tren que ya cambió de vía.
Fuente: www.eldestapeweb.com