PROVINCIALES
31 de diciembre de 2018
Comercios: doce meses difíciles por la caída en las ventas y los cimbronazos económicos
En la síntesis del escenario mercantil 2018, comerciantes coinciden en afirmar que la coyuntura económica no fue favorable y si bien algunos negocios se vieron más afectados que otros, la gran mayoría sintió los efectos de la devaluación y la inflación.
El paisaje urbano del microcentro capitalino ya no es el mismo. Comercios que por varios años nutrieron el clásico paseo de compras correntino como, por ejemplo, La Casa del Estudiante o Generación Jeans este año bajaron sus persianas definitivamente. En tanto, un gran porcentaje de negocios sobrevive al impacto inflacionario, aunque con las expectativas puestas en un 2019 de repunte.
Concluye un año complejo, que podría dividirse en dos grandes momentos: un primer semestre con caídas constantes en las ventas y un segundo semestre signado por la corrida cambiaria de fines de septiembre, cuando el dólar dio un salto de $22 a $39, momentos en que se elevaron las tasas de interés, se dispararon los precios y se terminó profundizando el descenso del consumo.
Esa coyuntura económica no fue favorable para el comercio y si bien algunos negocios se vieron más afectados que otros, las encuestas realizadas por El Litoral arrojaron que la mayoría de los comerciantes expresaron que los objetivos de ventas trazados para el 2018 no pudieron cumplirse, incluso, fueron mucho peores que lo previsto.
“Tuvimos un año muy complicado por la inflación, que afectó al bolsillo de nuestros clientes y, por consiguiente, el consumo bajó mucho en el segundo semestre. Recién ahora, con las compras de Navidad notamos que hay mayor ánimo para gastar”, expresó a este medio Marcelo Alcaraz, gerente de un negocio de indumentaria. Por su parte, Darío, gerente comercial de una casa de electrodomésticos, comentó: “Todo el 2018 tuvimos menos demanda, en los últimos tres meses la caída fue más evidente. La mayoría compró electrodomésticos de gran necesidad y en muchos casos las ventas no se concretaron porque las tarjetas estaban al límite”.
En este mismo sentido, varios comerciantes expresaron que muchas transacciones no se pudieron concretar por falta de fondos en las tarjetas. “De 10 clientes, a cuatro les rechaza la tarjeta por el alto nivel de endeudamiento. En esos casos tenemos que recurrir a los créditos personales. Constantemente recibimos consultas por este tema”, comentó Rodrigo Romero desde una tienda de electrónica.
En líneas generales, todos los rubros registraron una caída en el consumo, y para enfrentar las bajas ventas lanzaron descuentos e importantes rebajas. “Las promociones ayudan a activar el movimiento, pero con ello también rescindimos nuestro margen de ganancia. Además, tenemos el peso de los servicios que aumentan. Nosotros tuvimos que cambiarnos de alquiler y todavía estamos viendo cómo superar este año”, señaló Susana desde una zapatería.
Crisis
“El movimiento comercial es muy bajo, en comparación con el año pasado, la ganancia decayó un 120% aproximadamente. Es un problema que venimos arrastrando desde enero, se empezó a agravar y llegamos al punto más álgido en septiembre. Hace 25 años que tengo el negocio, puedo decir que el contexto actual es de terror. No estamos en el 2001, pero parece el inicio. Nosotros tuvimos que pedir prestado dinero para pagar los gastos de impuestos, porque son excesivos”, explicaba Silvia, dueña de una perfumería, en septiembre.
En tanto que, en octubre, varios negocios colgaron carteles de “Liquidación por cierre” y, por ejemplo, desde una zapatería Araceli indicó: “Nos despedimos después de 15 años de trabajo interrumpido y 13 años en este local. Cedemos porque no tenemos ventas. Cada vez se hacía más difícil cubrir con todos los gastos. Se siente la crisis, por eso no estamos pensando en abrir otro negocio, porque hoy no estamos en momentos de inversión”. Algo similar sucedió con una librería que abandonó el rubro tras más de quince años de trabajo y una lavandería que cerró después una década de labor. Otros comerciantes, en cambio, se mudaron a zonas más alejadas para poder afrontar los gastos de los servicios.
Sobre este punto se consultó al referente de prensa del Sindicato de Empleados de Comercio, José López, quien manifestó: “Sin duda, las ventas bajaron mucho durante este año. La gente consume menos y notamos que hay más locales cerrados. Se trata fundamentalmente de pymes que son atendidas por sus propios dueños. Ellos son los que más sufrieron por el impacto de la inflación porque para los monotributistas la situación es mucho más difícil. No tenemos número de cuántos comerciantes se vieron afectados, pero sabemos que Corrientes no es ajena a esta realidad”.
Expectativa
El 2018 cierra con una caída de la actividad económica en general. En este contexto, desde el Gobierno nacional indicaron que podría haber una recuperación de cara al 2019. Consultado al respecto, Enrique Collantes, el presidente de la Asociación de la Producción, Industria y Comercio de Corrientes (Apicc), sintetizo: “Ante la situación del país, estamos mirando hacia adelante. Esperamos que la economía se normalice desde enero. No obstante, si hay un repunte recién lo notaremos después de marzo, ya que es la fecha cuando todos comienzan a regresar a sus trabajos”.
Los comerciantes, por su parte, tuvieron un poco de oxígeno para sus cuentas tras una Navidad con mayor movimiento comercial, en tanto esperan empezar a salir de la crisis, aunque sea eso: comenzar a andar un camino de repunte. (M. S.).