Un escenario nacional aún difuso
Catorce meses faltan aún para las Paso como para acelerar las definiciones, con interrogantes aún abiertos para los cuales sólo el tiempo tiene las respuestas. Incidirá el resultado del Mundial y el fin del torneo que acaparará la atención de los argentinos. Hay que ver los pasos que den -desde la Casa Rosada- y la inserción que finalmente tenga Mauricio Macri. José Manuel De la Sota está decidido a jugar la interna, compartiendo el espacio con Sergio Massa. Si pierde será su nuevo Jefe de Gabinete o Canciller. En el massismo también se anotan Roberto Lavagna y "Lole" Reutemann. Cristina no parece resignarse a la candidatura de Daniel Scioli, que sigue sin dar señales fuertes de que está dispuesto a jugar a fondo para pelear en el terreno a Massa. En tanto, Florencio Randazzo comienza a mover el amperímetro y es el candidato que tiene "in pectore" la Presidenta para neutralizar al Gobernador bonaerense. Los demás no despegan. Uno de ellos, el Gobernador de Entre Ríos desembarcó en Curuzú Cuatiá. No tuvo la convocatoria esperada en función a las menores expectativas que genera su candidatura, pero fue escuchado como lo serán los otros postulantes que lleguen a la provincia con aspiraciones presidenciales. Aun así, Urribarri se llevó algunos apoyos concretos. Colombi, el gran titiritero, pone el huevo en distintas canastas. Lo manda a Canteros con Scioli, a Pedro con Macri, a Cassani con Massa y a Vallejos con Urribarri, aunque él se queda como la reserva del radicalismo en Unen. Su jugada es otra. Busca proyección nacional invirtiendo en el programa de Tinelli, y aunque alardea de irse a su casa en 2017 tiene "un as bajo la manga". En el fondo no confía en ningún radical para sucederlo. En los últimos días mostró que -a la hora de la verdad- mantiene los reflejos intactos y sale al ruedo sin intermediarios. No le hizo asco arreglar con su primo ni con Tato, si de mantener el poder se trataba; y si tiene que sacrificar a un candidato radical lo hace convencido de que lo que vale son los triunfos. A su favor, el hecho de que -en ECO- ejerce un liderazgo excluyente. Tiene el poder y la decisión de usarlo. Aun con el desgaste propio de los años sigue siendo un rival temible.
Por CONFUCIO