Cuando el Parkinson te sorprende y te cambia la vida
A los 40 años me diagnosticaron mal de Parkinson. En ese entonces vivía en el interior, en La Cruz, Corrientes. Hablando con mi hermano, el popular y conocido “Batata” Pozzi me dijo “venite a vivir a Corrientes”. Tuve la suerte y agradezco a mucha gente que me ayudó, de trasladarme a Capital para comenzar mi tratamiento. Pero, desgraciadamente, a las dos semanas falleció por un ACV. En ese momento me di cuenta que el Parkinson no era tan grave como pensaba. Yo sí tenía una oportunidad de continuar con vida.
Por:María Teresa Pozzi Espasandin (*) Especial para época