Un hombre negro de 37 años que vendía cds pasada la medianoche frente a unos negocios en la ciudad de Baton Rouge, en el estado de Luisiana, murió acribillado por dos policías blancos, que lo taclearon, lo inmovilizaron en el suelo y luego le pusieron un arma sobre la sien, según un video filmado por un testigo.

"Esto es un linchamiento legal. La justicia debe prevalecer”, denunció horas después en su cuenta de Twitter el reverendo Jesse Jackson, un ícono del movimiento por los derechos civiles de la comunidad afroamericana durante los años 50 y 60 en Estados Unidos.

El video de la detención y el tiroteo desató una serie de protestas de la comunidad negra en Baton Rouge, lo que a su vez provocó la preocupación del gobernador de Luisiana, el demócrata John Bel Edwards, quien llamó a la calma en las calles y prometió una investigación federal.

En el último año, los asesinatos de ciudadanos negros, en su mayoría desarmados, a manos de policías blancos desataron protestas masivas y, en algunos casos, hasta incidentes y pequeñas batallas campales en el corazón de varias ciudades estadounidenses.

"Tengo preocupaciones muy serias; el video es inquietante cuanto menos”, reconoció el gobernador en una conferencia de prensa en la sede gubernamental, citado por la agencia de noticias EFE.

Las imágenes, difundidas durante la madrugada en las redes sociales, mostraron cómo dos policías blancos se acercaron a un hombre negro de gran porte, le gritaron hasta que uno de los oficiales lo tacleó y, cuando no logró tirarlo al suelo, lo lanzó contra un auto estacionado frente a una serie de negocios.

Ya encima de él, lo empujaron al suelo, lo inmovilizaron y, finalmente, uno de los policías desenfundó su arma y se la colocó sobre la sien. En ese momento, el celular con el que el testigo filmó la escena desde otro auto estacionado a unos metros de allí, se empezó a mover y no logró captar el instante en el que los oficiales disparan cuatro tiros y se oye a un policía gritar:

“¡Tiene un arma! ¡Tiene un arma!”. Inmediatamente después, una voz, presumiblemente del dueño del celular que filma, se pregunta llorando: “¿Lo mataron” La única respuesta que recibió de su acompañante es un sinfín de “¡Oh, Dios mío!” ahogados en lágrimas.

Tras la difusión del video y el estallido de protestas con cientos de personas, la policía de Baton Rouge informó a través de su página de Facebook que la víctima fatal era Alton Sterling -un esposo y padre de un joven de 15 años- y que los dos oficiales, que ya fueron suspendidos hasta que termine la investigación, respondieron a un llamado anónimo.

El denunciante había informado a la policía que un hombre negro armado estaba vendiendo cds y lanzando insultos al aire en el estacionamiento de esa zona comercial, según explicó la institución en su comunicado.

En el video en ningún momento se lo ve a Sterling armado y, según el dueño del local de música frente al cual vendía cds, Abdullah Muflahi, la víctima tenía una pistola en su bolsillo, pero nunca la sacó, informó el diario online local The Advocate.

Los policías “fueron muy agresivos con él desde el principio”, contó Muflahi, quien además destacó que los oficiales “se volvieron locos” cuando se dieron cuenta que Sterling estaba muerto.

Tras el impacto de las imágenes, el gobernador Edwards prometió que la investigación quedará a cargo de la oficina de derechos civiles del Departamento de Justicia nacional, encargada de seguir los casos criminales con motivaciones raciales, y el FBI.

Es decir, será una investigación federal, no local. El abogado de la familia de Sterling, Edmond Jordan, adelantó que peleará por condenar a los policías ya que actuaron de manera “completamente injustificada”.

"El policía disparó dos tiros, se detuvo por un momento y luego disparó otras dos veces. No creo que ninguno de esos disparos fuera justificado, pero me da curiosidad saber por qué se detuvo por un momento y después disparó dos veces más”, adelantó el abogado en una entrevista con la cadena de noticias CNN.

Jordan, que también es un legislador estatal por el Partido Demócrata, agregó que Sterling estaba vendiendo cds en el estacionamiento con permiso del dueño del local de música, Muflahi.

"Los individuos envueltos en esta muerte se llevaron a un hombre con niños que dependían de su padre de manera diaria”, lamentó, por su parte, la esposa de la víctima, Quinyetta McMillon, quien habló ante las cámaras de televisión abrazada a su hijo de 15 años, Cameron. "Como madre, ahora me obligaron a criar a un hijo que recordará lo que le pasó a su padre”, sentenció McMillon entre lágrimas.

Muertes como la de Sterling no son nuevas en Estados Unidos; sin embargo, desde el asesinato de Michael Brown, un joven negro de Ferguson, Misuri, a manos de policías blancos en agosto de 2014, las comunidades afroamericanas en el país han decidido responder saliendo a las calles para pedir justicia y cambios reales.

En lo que va del año, 505 ciudadanos murieron por disparos de policías en servicio en Estados Unidos, entre ellos 122 negros, según un relevamiento realizado por el diario The Washington Post. En tanto, la policía del estado de Luisiana ha sido responsable por la muerte de 38 personas desde enero de 2015, 21 de ellas eran negros, según otro estudio hecho por el diario británico The Guardian.