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EL TIEMPO EN LA CRUZ

31 de marzo de 2016

El voto y los discursos de los senadores correntinos en la sesión para pagar a los fondos buitre

De los tres legisladores que tiene la provincia de Corrientes Carlos Espínola y Pedro Braillard Poccard votaron a favor de la iniciativa del Gobierno Nacional. Sólo Ana Claudia Almirón votó en disidencia.

La camporista y el ex gobernador dieron encendidos discursos donde defendieron sus posturas. En tanto el ex intendente capitalino decidió permanecer en silencio y fue uno de los miembros de la bancada del FPV que acompañaron la propuesta de Mauricio Macri para derogar las leyes Cerrojo y de Pago Soberano, además de autorizar un endeudamiento.

DISCURSO DE BRAILLARD POCCARD

Pasadas las 19 fue el turno del discurso de Pedro Braillard Poccard. A continuación se transcribe el discurso difundido por la versión taquigráfica de la Cámara de Senadores: 

Señor presidente: voy a ser muy breve porque los argumentos que sustentan la posición que yo respaldo han sido dados de manera brillante por varios de los que me antecedieron en el uso de la palabra, por lo que correría el riesgo de no llegar a esa altura. Pero sí creí que era imprescindible hacer uso de la palabra asumiendo un compromiso que tiene que ver con dos cuestiones fundamentales para mí.

En primer lugar, en mi larga carrera política, desde hace muchos años tomé la absoluta convicción del problema que significa la deuda para nuestro país. Por esas paradojas del destino, en la primera vez que me toca integrar este Congreso y hacer uso de la palabra, me tengo que referir a este tema. Por eso lo hago con gusto y convicción, reitero, creo que es una de las cuestiones que más daño nos ha hecho como sociedad cuando las cosas se fueron de cauce.

También me tocó vivirlo a nivel provincial en su momento. Me tocó lidiar con una realidad muy dura, y desde ahí asumí una postura que intenté fuera coherente. Apoyé de ahí en más, y fundamentalmente desde la oposición, todas y cada una de las medidas que se fueron tomando tendientes a disminuir el nivel de endeudamiento de la provincia. Muchas de esas medidas fueron apoyadas y generadas por el gobierno nacional, lo debo decir; y también intenté ser coherente. Por eso, desde la modesta posición que he podido ocupar –o sin estar en ninguna función–, desde mi provincia, apoyé los diferentes intentos y acciones que se llevaron adelante, fundamentalmente, en 2005 y en 2010.

Para ese apoyo, como sé que lo hicieron muchos sectores que en aquel momento eran oposición y aquí se señaló muy bien, partí de la base de algunas cuestiones: primero, de que se obraba de buena fe; nunca puse en duda eso. Segundo, de que se estaba intentando lograr el mejor acuerdo o arreglo posible, tratando de salir de una situación realmente difícil a la que se llegó –coincido– por necesidad. Entonces, aplicando ese principio de buena fe, decía: “Sin dudas, el gobierno está haciendo su mejor esfuerzo, y merece que todos y cada uno de los ciudadanos le demos nuestro apoyo”. En esa coherencia, intento de coherencia, es que también ahora estoy acompañando fervientemente.

Decía el senador Irrazábal que vota con firmeza. ¡Me gustó ese término! Uno puede tener firmeza aunque sienta dudas. Yo tengo firmeza en lo que voy a votar, pero también, obviamente, tengo mis dudas, como creo que las tenemos todos. A partir de allí, dije: “Bueno, soy abogado: ¿cuál es una de las preocupaciones que podemos tener? El riesgo de que tengamos que afrontar otras sucesivas demandas.” Entonces, pienso: “Bueno, ¿pero podrán estar las cosas peor que ahora, cuando tenemos una sentencia firme que nos es adversa, cuando existe una cautelar que nos impide cumplir con aquellos bonistas que confiaron en nuestro país?” Creo que en circunstancias como ésta, en la nuestra, que es una obligación de medios y no de resultados; lo que debemos hacer es tomar todas las precauciones posibles y, además, bajar el nivel de litigiosidad de la Argentina, y creo que eso se está cumpliendo.

Con respecto a las otras dudas que se nos pueden plantear, yo nuevamente parto de un principio de buena fe. ¡Confío absolutamente! Obviamente, formo parte de este espacio político; pero, así como tuve un principio de buena fe cuando apoyé a un sector del que no formaba parte, ahora aplico ese mismo principio y confío en que quienes han llevado adelante esta negociación que ha concluido en estos preacuerdos realmente han hecho lo mejor que han podido dentro de eso tan duro que se nos presenta siempre, que es la realidad.
Los que estamos en política desde hace muchos años, y los que también intentamos estudiar un poco de teoría política, sabemos que la realidad es la que nos marca el ritmo y los acontecimientos la mayoría de las veces. Entonces, decía que confío en que se ha llegado al mejor acuerdo posible, y en que se ha llegado a él a partir de un principio de buena fe y de buenas intenciones. ¡Y sé que los hechos me van a dar la razón en el futuro!

Quiero mencionar también que ha sido muy intensa la tarea que hicieron las comisiones. Destaco y felicito a los presidentes de ambas comisiones. En ese sentido, aquí se mencionó –y yo no puedo dejar de volver sobre el tema– la presencia de los gobernadores. La gran mayoría de los diecinueve gobernadores que estuvieron presentes demandaban o establecían la necesidad de la aprobación de este proyecto, y nos encontrábamos con situaciones diferentes. Hay provincias que tienen que salir a buscar, a tomar deuda para atender gastos corrientes, para responder compromisos financieros; y hay provincias que necesitan salir a tomar deuda o crédito para invertir, para realizar aquellas obras que forman parte del sueño del gobernante y de los gobernados.

Se habló de gasoductos, de túneles, de autopistas, de tantas cosas que todos los que estamos acá, que somos hombres y mujeres del interior, sabemos que forman parte de nuestras más sanas aspiraciones. Pero todos, por una u otra necesidad, coincidían en que en este contexto es muy difícil tomar una deuda que resulte razonable, que resulte pagable, para hablar en términos claros. Entonces, yo no puedo dejar pasar esta situación porque, como todos los que estamos acá, la gran mayoría, sé lo que ha significado el atender todos los días: el tener que responder a los servicios de educación, de salud, de seguridad; el tener que dar respuestas todos los días a nuestros conciudadanos que nos exigen dichas respuestas, con todo derecho. Creo –y espero que así sea– que si llegamos a una feliz conclusión en toda esta cuestión, las provincias van a poder salir a realizar esa toma de deuda a precios razonables, a tasas razonables, y no a tasas que solamente se pueden tomar cuando existe una situación de desesperación extrema.

Quiero decir también que, gracias a Dios y al esfuerzo de todos, mi provincia está hoy con sus finanzas saneadas. Ese es un orgullo que tenemos quienes estamos relacionados con una gestión local de gobierno. Pero, y esos fueron los compromisos de campaña, más que como provincia, como región necesitamos obras que son fundamentales para nuestro desarrollo y nuestro crecimiento. Lo cierto es que no las podemos hacer solos. Es imposible aunque nos pongamos de acuerdo con los hermanos chaqueños, formoseños y misioneros. Los misioneros tienen este tema absolutamente claro en el concepto de las cosas en común que necesitamos emprender.

Entonces, creo que vale la pena confiar, intentar buscar y que esto signifique que podamos acceder de manera más razonable al mercado internacional de crédito; que esto signifique bajar el “riesgo país”; que esto signifique recuperar o aumentar, en todo caso –porque creo que nunca la perdimos– esa atracción muy particular que ejerce la Argentina sobre mucha gente que quiere invertir en nuestro país.

Por último, señor presidente, quiero decir que hace mucho tiempo leí un libro que se llama Teoría de la Justicia, de un filósofo político que recuperó la figura del contrato social avanzado el siglo XX. Decía este hombre que la sociedad, para convivir y coexistir en paz, necesita establecer ciertos acuerdos, ciertos principios sobre los que se base la vida en sociedad y de relación. Hablaba de varios, pero hay uno que me quedó muy grabado y que lo relaciono con este tema de la deuda: el principio del justo ahorro. Es guardar para las generaciones venideras muchas cosas que nos han sido dadas en custodia para usarlas pero también para preservarlas. Y yo relacioné esto con el tema de la deuda.

Creo que si soñamos con que las generaciones futuras reciban como legado nuestro, a raíz de acciones como esta, un país en crecimiento y no una carga como lamentablemente otras generaciones recibieron, estaremos cumpliendo con nuestro deber.

Y con esto termino, señor presidente. Es cierto que la tarea que hicieron las comisiones fue muy ardua y fue muy buena, pero eso fue nada más que el comienzo. Esa es una cuestión ínfima por delante de la enorme responsabilidad que nos queda, no solamente con la comisión bicameral que, seguramente, se va a crear, ni con los informes trimestrales, sino utilizando todas nuestras atribuciones y cumpliendo las atribuciones y la manda constitucional que aquí se citó perfectamente; entre otras, del inciso 7) del artículo 75 de nuestra Carta Magna, que es cumplir con esa tarea de control, porque somos el principal organismo de control en la estructura de la división de poderes.

Creo que esa es la tarea que nos queda por adelante. Y yo confío, absolutamente, en esta responsabilidad, y por eso quise hacer estas reflexiones.

 

DISCURSO DE ALMIRÓN

Luego, cerca de las 21 fue el turno de Ana Claudia Almirón, el único voto correntino en contra de la propuesta del Gobierno Nacional. A continuación se transcribe el discurso difundo a la prensa:

Señora presidenta, hoy estamos aquí en este Honorable Senado debatiendo nada más ni nada menos que el futuro de nuestra Nación.

Lo que hoy decidamos, determinará si queremos viviremos en un país normal, en un país con trabajo, un país con inclusión o si por el contrario estaremos entregando a nuestras futuras generaciones, un país en endeudado y dependiente.

He escuchado hablar muchas veces de que esta deuda lleva más de 15 años y quiero decirle Señora Presidenta que tengo tan solo 31 años, nací en el año 1984. Naci con esta deuda  a cuesta.

Deuda que se ha incrementado  considerablemente en la época de la dictadura cívico-militar.

Deuda que paso de ser privada a publica recayendo el pago en cada una de las familias argentinas.

A los civiles cómplices de esta época nefasta que usufrutuaron de ella, y que nos generaron este problema y hoy nos quieren volver a gobernar, a ellos a ellos mi total repudio.

Durante los gobiernos de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández de Kirchner se han honrado las deudas, se ha reestructurado la deuda con el 93% de los acreedores, durante la reestructuración del 2005 y el 2010.

Desde el Frente para la Victoria no decimos que “no hay que pagar las deudas”. Estamos en contra de los elevados montos que se pretenden pagar; estamos en contra de los futuros riesgos que el país podría acarrear con juicios de nuevos acreedores.

Se intenta hacer cómplice a este Congreso de pagar a Paul Singer en desmedro de los demás acreedores. No solamente con los acreedores que están incorporados en este proyecto que estamos debatiendo hoy, con total inequidad sino también con los acreedores reestructurados del 93% que se ha llegado a un acuerdo.

Durante las ponencias en las comisiones de las que he participado, aun sin formar parte de ellas, no he escuchado ni del Ministro Prat Gay, ni de los especialistas, ni del Procurador de la Nación, una sola palabra que nos confirme que no vamos a tener riesgos en tomar esta deuda y pagar a los fondos buitres.

Cuando pedimos garantías al Gobierno para aprobar este proyecto, el gobierno siempre nos habla de probabilidad, lo he escuchado muchas veces mencionar muchas veces al ministro Prat Gay. Ahora cuando se trata de ajustes, despidos, de aumento indiscriminado de las tarifas públicas, ahí sí el gobierno nos habla con mucha certeza.

Se pretende generar miedo en la sociedad diciendo que de no acordarse hoy en este recinto, se va a llegar a un ajuste. Quiero decirle Señora Presidenta que el ajuste ya llego. Llegó de la mano de los despidos masivos que está realizando el gobierno, del aumento indiscriminado de los servicios públicos, del aumento de precios.

A esos que el gobierno tan livianamente llama ñoquis, son trabajadores Señora Presidenta. En todo caso si no cumplen sus funciones, el Estado tiene sobradas herramientas para aplicar, pero no podemos avalar los despidos indiscriminados sin justificación.

Estamos volviendo a un nuevo ciclo de endeudamiento que sabemos cómo termina, volver a estar acá en 15 años nuevamente a tratar en estas mismas bancas un nuevo proyecto con estos buitres que estamos generando. Deuda que se va a contraer no para obra pública, sino una deuda que termina en el bolsillo de los acreedores ¿y quiénes la pagan Señora Presidente? Los trabajadores, los más humildes, los que se levantan a la mañana temprano, a los que no les alcanza hoy el sueldo para vivir, es por ellos que hoy tenemos que hablar.

Además, de aprobarse este proyecto generaría un precedente negativo para los demás Estados, teniendo en cuenta que de justificarse este pago estaríamos avalando que fondos buitres extorsionadores pongan de rodillas a cualquier Estado Soberano.

He escuchado hablar que los senadores representamos al Estado Provincial, eso es así Señora Presidente, pero el Estado Provincial no es un cascarón vacío.

Represento a la provincia de Corrientes y créame Señora Presidente que la provincia de Corrientes no está solamente conformada por nuestro gobernador, Ricardo Colombi. El Estado Provincial está formado por hombres, mujeres, niños, adolescentes, jubilados, en nombre de ellos hablo hoy aquí.

También he escuchado hablar que hay que respetar la voluntad popular y quiero contarles que en la provincia de Corrientes, en mi provincia el Frente para la Victoria obtuvo más del 53% por ellos ocupo hoy esta banca. No venimos a poner palos en la rueda, no venimos a hacerlo, al contrario queremos hacernos cargo de la deuda porque ya lo hemos hecho. Pero no podemos poner de ninguna manera, en pos de la gobernabilidad, en riesgo al país.

Coherencia. La coherencia es un gran capital político. En base a esa coherencia, a la responsabilidad, al compromiso que asumí en esta banca voy a trabajar junto a los demás senadores, junto al Gobernador de Corrientes para tener una Provincia desarrollada, una Provincia pujante pero de ninguna manera avalar estos riesgos para los correntinos.

Seamos coherentes señores senadores, podemos tener un mejor acuerdo se ha dicho muchas veces en este recinto, podemos tener un mejor proyecto. No seamos cómplices de este error histórico.

En nombre de cada uno de los correntinos que me votaron y a los que no también, sabrán entender que su futuro no es negociable. No vengo a negociar aquí su futuro, porque podré mirar a los ojos a los correntinos una vez que vuelva a mi Provincia luego de este debate.

Con la responsabilidad que esta banca me demanda, mi voto en negativo Señora Presidenta.

Fuente:www.ellitoral.com.ar



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