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15 de junio de 2025

La trastienda de la proscripción a Cristina Kirchner

Tras el fallo, los jueces se aumentaron el sueldo. La Corte no tenía planeado dictaminar sobre Vialidad el martes, pero las presiones de los grupos económicos y mediáticos adelantaron los tiempos.

Por Irina Hauser

El martes a la mañana, los supremos firmaron fallos de todo tipo como hacen cada semana cuando celebran su habitual "acuerdo". En realidad, ya no es un ámbito de deliberación, como en otros tiempos, porque el clima interno está demasiado tirante. Es una fachada. La cáscara solemne de una Corte Suprema minúscula con una capacidad de daño a gigantesca. El caso "Vialidad", donde se jugaba la libertad y la proscripción de Cristina Fernández de Kirchner, no estaba ese día sobre la mesa y cada quien siguió con sus cosas. No estaba planeado que hubiera una sentencia. Pero la presión de los medios amigos del gobierno y del macrismo --y con ella la de los "mercados" y buena parte del empresariado-- había alcanzado niveles exorbitantes, que dieron sus frutos. Después de la condena los cortesanos se dieron un aumento de sueldo, para ellos y los judiciales en general

Crónica anunciada

Cuando faltaba poco para las 12 del mediodía, el presidente del tribunal, Horacio Rosatti, sorprendió con una convocatoria para resolver el asunto a las cuatro de la tarde. Invocaba su facultad de establecer "la oportunidad" para tratar una causa y una acordada del año 2003 que dice que ante "materias de trascendencia" se deberá "fijar la fecha" para considerar el asunto. En esta ocasión era el mismo martes 10 de junio, pero cuatro horas más tarde. Hubo quienes creyeron que el llamado era confuso y que sólo fijarían una fecha futura. Pero no, fueron por todo.  

Quizá, el más sorprendido por la convocatoria fue Ricardo Lorenzetti, quien --paradójicamente-- llevaba varias semanas mandando mensajes a través de los medios con los que trataba de apurar el fallo. "No hay ninguna razón para demorarlo más...”,  había explicitado en una entrevista, con la aclaración de que podía ser antes de las elecciones, lo que implicaba dejar a CFK sin la posibilidad de ser candidata. Más allá de que están enemistados desde el golpe palaciego que desplazó a Lorenzetti de la presidencia suprema en septiembre de 2018, Rosatti entendía que contaba con su voto para confirmar la condena.  

El panorama, en cambio, podía complicarse con Carlos Rosenkrantz, quien dudada respecto de la fecha para resolver: no le parecía imprescindible que fuera antes del 19 de julio, como intentaban imponer algunos comunicadores, en referencia al cierre para presentar candidaturas en la provincia de Buenos Aires, donde se postularía CFK. No lo convencía bloquear la postulación. Aunque, al fin y al cabo, era mucho más que eso, porque se trata de la pérdida de derechos políticos: los propios de la expresidenta y los del pueblo que no la puede elegir. Desde otros despachos de la Corte hicieron circular su postura diferenciada, como para exponerlo. Mientras tanto, Joaquín Morales Solá publicaba columnas donde reiteraba que la Corte debía fallar antes de la fecha en cuestión o de lo contrario sufrirían un gran repudio social. 

Es posible que desde los mismos rincones del tribunal haya salido también el rumor, que era cierto, de que Rosenkrantz había sacado pasaje para irse a México antes de este fin de semana con excompañeros de la Universidad de Yale. "Un congreso", decían algunos. "Un viaje de egresados en Tulum", se burlaban otros. La sola amenaza de ser escrachado, por la derecha y el empresariado que le tienen simpatía, por el hecho de postergar su voto fue uno de los factores determinantes para que se sumara al fallo. Si el supremo no votaba el martes había dos opciones: postergar el fallo o convocar a conjueces y estirar así los tiempos, algo que nadie estaba dispuesto a esperar.

Rosatti tenía otra carta más "institucional" para condicionarlo: fueron recordadas en el Palacio de Tribunales las dos veces que Rosenkrantz, como presidente de la Corte (lugar que obtuvo con su apoyo), convocó a acuerdos urgentes por temas "de trascendencia" y todos sus colegas lo acompañaron, aunque pudieron haber discrepado en los votos. Uno fue en mayo de 2021 cuando el exjefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta (todavía macrista) reclamaba la presencialidad en las escuelas en al pandemia, por lo que una mayoría le dio la razón. El otro, en noviembre de 2020, cuando sostuvieron (con la disidencia del propio Rosenkrantz) que los nombramientos sin concurso, por traslado, de los integrantes de la Cámara Federal Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi --puestos a dedo por Mauricio Macri-- no podían ser eternos. Pese a eso, siguen en ese tribunal, porque el Consejo de la Magistratura --que preside Rosatti gracias un controvertido fallo que modificó su integración-- no resuelve el concurso. 

Una decisión política

Como dijo CFK, la sentencia sobre "Vialidad" ya estaba escrita. El fin de semana anterior, los medios dominantes, que presionaban de manera ostensible, afirmaron que la Corte ya había decidido confirmar la condena sin analizar las irregularidades en todo el proceso denunciadas por las defensas. Pero no estaba clara la fecha: la diferencia era nada menos que proscribir o no proscribir a Cristina. Esta segunda opción habilitaría algo que suelen pregonar los supremos: "que resuelva la política". Es decir, que definiera la legislatura si le quitaba los fueros. 

Los medios en cuestión afirmaban casi sin condicionales, algo infrecuente en temas judiciales, que el alto tribunal dejaría firme la pena de seis años de prisión e inhabilitación perpetua que había impuesto el Tribunal Oral Federal 2 y confirmado la Cámara de Casación. Condenarían a ocho personas más, incluido Lázaro Báez, protagonista en el juicio ya que se le adjudicaba a la expresidenta que "no podía no conocer" el direccionamiento en su favor de obras públicas viales en Santa Cruz, pese a no tener ninguna intervención en ese proceso. La semana anterior, después de que la expresidenta anunciara su candidatura en la tercera sección electoral bonaerense los supremos hicieron un gesto: rechazaron la recusación contra Lorenzetti, con su propio voto. El lunes último desde varias vocalías aseguraban que el fallo no saldría al día siguiente. Morales Solá redobló la apuesta. Se sumó Jonatan Viale diciéndoles a los jueces mientras chasqueaba los dedos: "Trabajen... laburen".     La reunión sorpresiva estuvo precedida de partes de información tan atípicos como ese posterior encuentro. "El Dr. Rosatti y el Dr. Rosenkrantz cada uno por su cuenta entregaron sus votos a la secretaría penal", circuló el aviso. Cuentan en la Corte que los votos llegaron en un sobre cerrado, en tiempos donde todo es digital. Las filtraciones ya eran un hecho. El último voto en llegar fue el de Lorenzetti. 

En rigor, el fallo fue un rechazo a los recursos de las defensas y también de a fiscalía (que pedía aplicar asociación ilícita y elevar la pena a 12 años). Parecía sustancioso porque tenía 27 páginas, pero estaban llenas de observaciones que decían que la defensa de CFK no había fundamentado, no daba pruebas de anomalías, no explicaba, y otros sinónimos. Lo redactaron entre dos secretarios, uno de Rosatti y otro de Rosenkrantz. A Lorenzetti le pareció bien y se sumó. Eran copias de párrafos de los resoluciones de instancias anteriores, que la Corte convalidó plenamente, hasta decir aún sin haber analizado nada que Cristina se había beneficiado económicamente. 

Un acuerdo que había sido convocado por ser un asunto relevante, terminó en un fallo que dice que no había gravedad institucional ya que la de CFK no había demostrado que se había afectado la imparcialidad de los jueces pese a que uno, Rodrigo Giménez Uriburu, iba a jugar al fútbol a la quinta Los Abrojos de Macri (el gobierno denunciante) junto con el fiscal Diego Luciani (que armó el alegato-show por Youtube), que el juez de primera instancia, Julián Ercolini, viajó a Lago Escondido invitado por el grupo Clarín y los jueces de Casación que confirmaron la condena, Mariano Borinsky y Gustavo Hornos visitaron a Macri mientras era presidente en Olivos y la Rosada: el primero al menos 16 veces y el segundo, seis. El mensaje de la Corte es que cualquier juez puede hacer lo que se le antoje y vincurlarse con políticos, empresarios y responder después a las presiones.    Aumento salarial 

Dos días después de condenar a Cristina Fernández de Kirchner, la Corte firmó una acordada con la que dio un aumento de sueldo del 2,2 por ciento que cuenta a partir del 1 de abril de este año. El texto dice que es con el "propósito de mantener el poder adquisitivo de los sueldos". En el caso de los supremos y los cargos de camaristas y jueces en general no parecen tener muchos problemas de poder adquisitivo. Hasta ahora, sin contar el incremento, esto es lo que venían cobrando los jueces de la Corte: 

*Horacio Rosatti: 19.147.398,84 pesos.  

*Ricardo Lorenzetti: 19.534.215,98 pesos. 

*Carlos Rosenkrantz: 18.567.176,62 pesos. 

El sueldo básico de cada uno es menos de la mitad del monto que reciben. El valor crece por lo que les pagan por título, antigüedad y permanencia. El juez que hizo la instrucción de la causa y mandó a CFK a juicio, Julián Ercolini, cobra 11.169.889,66 pesos. Los integrantes de la Cámara Federal, perciben entre 13 y 15 millones, igual que los del tribunal oral. Los de Casación entre 13,5 y 16 millones. A esto hay que sumar el nuevo incremento, y el beneficio de que quienes ingresaron al Poder Judicial antes de 2017 no pagan impuesto a las ganancias. 

Más de la trastienda

El caso "Vialidad" ya había estado en la Corte Suprema en 2019, cuando iba a comenzar el juicio y la defensa de CFK, al igual que otras, fueron a esa instancia para advertir que comenzaría sin pruebas. No se habían hecho peritajes de las rutas cuya adjudicación y sobreprecios se cuestionaban, extrañamente, con una denuncia de Vialidad del gobierno de Macri que decía que las obras que se pagaron se habían realizado y que la diferencia no era significativa (0,6 por ciento). En la Corte, incluso en la vocalía de Rosatti --quien supo tener un fuerte vínculo con Cristina desde la convención constituyente de 1994 y cuando fue funcionario del gobierno de Néstor Kirchner-- estuvieron a un tris de parar el arranque del juicio. Pidieron el expediente completo pero lo devolvieron en 24 horas. ¿Qué pasó? Los medios armaron un escándalo porque la querían a CFK en el banquillo y se pusieron en contacto con la Corte para explicitar la advertencia. Los supremos decían que igual resolverían los recursos. Lo hicieron recién tres años más tarde: cuando iba por comenzar el alegato del fiscal. 

La doble vara que impera en Comodoro Py tiene su matriz en el máximo tribunal, ya no quedan dudas: contra Macri no hay causa que avance. El reclamo de los familiares de los tripulantes del ARA San Juan representados por Valeria Carreras ante los cortesanos, para que revoquen su sobreseimiento por espiarlos, duerme de marzo de 2024. El caso Correo le dio oxígeno al expresidente por tres años, sin que se ejecutara la quiebra, y luego la Corte le falló a favor para que intervenga el Tribunal Superior porteño. Hay jubilados que esperan respuestas de la Corte por quitas a sus haberes desde hace siete años y más. En las causas de lesa humanidad, como informó este diario, las demoras van de cuatro a trece años. Sin contar que los ministros nunca se pronunciaron sobre la validez del DNU 70/2023, que desreguló todo y generó un enorme perjuicio en la calidad de vida de buena parte de la sociedad. Este muestrario deja claro que la Corte puede causar grandes perjuicios por acción o por omisión.   Después del rechazo de Casación a los recursos de las defensas, "Vialidad" llegó a la Corte el 31 de marzo. La condena fue confirmada en dos meses y diez días. Un récord nunca visto y una intromisión en el proceso electoral desembozada, algo de lo que el tribunal tenía la costumbre de evitar. Como pasos previos, los cortesanos también se hicieron tiempo para decir que CFK debe ser investigada por "la ruta del dinero" a la que Clarín le puso "K", por la que había sido sobreseída pero se la vuelve a perseguir por pedido de una ONG macrista admitida como querellante (mientras la Cámara Federal en el caso $Libra no admite a una ONG técnica en ese papel). Los supremos también resolvieron el año pasado que se la juzgue por el Memorándum y por Hotesur-Los Sauces, además de despejar el camino para el juicio de los "Cuadernos".     Pese al encono entre ellos, Rosatti y Lorenzetti están unidos en un sentimiento de rencor por el juicio político que tuvieron durante el gobierno de Alberto Fernández, aunque al final se diluyó. Cada cual con sus motivos y contactos personales guarda terminales con sectores del peronismo (o que lo fueron) anticristinistas. Privar a la principal líder de la oposición de su libertad y quitarle derechos políticos es una demostración de poder extrema. Las quejas de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina (AmCham) cuando cayó el proyecto de Ficha Limpia, también surtieron efecto. El gobernador bonaerense Axel Kicillof denunció que esa entidad pidió la condena. En el Gobierno no esperaban el martes la decisión, pero sí el resultado. Intentaron despegarse, pero en el país de la falsa libertad y el odio como bandera, la decisión de la Corte calza, tristemente, perfecto.    Fuente: www.pagina12.com.ar

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