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EL TIEMPO EN LA CRUZ

26 de octubre de 2013

Inhumaron los restos de una docente desaparecida durante la última dictadura

Después de 37 años, familiares pudieron despedir los restos de la mujer que fue secuestrada embarazada, junto a su esposo e hijo de dos años . La ceremonia se realizó ayer en el cementerio San Juan Bautista. No se conoce el paradero de su pareja, tampoco del bebé que llevaba en su vientre.

Inhumaron los restos de la docente desaparecida durante la última dictadura militar argentina. Lila Soto, embarazada de ocho meses, fue secuestrada en diciembre de 1976 junto a su esposo Héctor Cian y su hijo de dos años. El niño fue rescatado de un hogar por su familia materna, pero su padre y hermano/a forman parte de la lista de unos 30 mil desaparecidos por crímenes de lesa humanidad, sucedidos entre 1976 y 1982.  El hallazgo del cuerpo se logró por un dato que refería que la mujer había sido enterrada en el cementerio La Piedad de Rosario de Santa Fe, provincia donde tuvieron que huir por ser perseguidos políticos. Luego de la exhumación de 120 cuerpos de personas que fueron ultimadas en diferentes procedimientos militares, se reconoció a la maestra.  Lila, es la tercera capitalina encontrada después de investigaciones judiciales, los primeros fueron Luis Meza y Rómulo Artieda. Aún queda devolver a sus familias 60 desaparecidos correntinos.  “Cuando tenía 20 años comencé a reconstruir mi historia, en Rosario me dieron un certificado de defunción que decía que fue inhumada en el cementerio La Piedad, fui hasta allí, pero en el cementerio me dijeron que estuvo enterrada en tumbas NN que cada cinco años eran limpiadas y ya no estaban”, escribió en una carta Diego Cian, hijo de Lila. “En marzo del 2012, me llega la primera esperanza de que por investigaciones de la Fiscalía Federal de Rosario y del Equipo Argentino de Antropología Forense, los restos aún estaban en el cementerio La Piedad, que se habían efectuado entierros por encima, para que continúen desaparecidos”, relató.  En la ceremonia de ayer, Diego expresó ante los medios que encontrar a su madre le da tranquilidad y que no detendrá su búsqueda hasta saber qué pasó con su padre y hermano/a.  De la inhumación de los restos participaron grupos de personas que militaron en los ‘70. Al hijo de la docente, acompañaron sus tíos y demás familiares. “Aún queda saber qué paso con su esposo y su bebé, estaba embarazada de ocho meses y medio y nada se sabe de ellos”, dijo a El Litoral Ramón Artieda, de la Comisión de Derechos Humanos.   Fuente:www.ellitoral.com.ar

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