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EL TIEMPO EN LA CRUZ

OPINIÓN

3 de marzo de 2024

La fase política del ajuste de Javier Milei

¿Cede el Presidente o aflojan los gobernadores? Caputazo intocable, gobernabilidad y cuestión de márgenes. El desafío de formatear la Argentina.

Por Marcelo Falak 

El presidente Javier Milei pateó el tablero político al reabrir, con un mix de zanahorias y palos, el diálogo con los gobernadores y el Congreso. La lectura profunda es que ratificó que el ajuste de Toto Caputo se hará o se hará, pero también que sabe que necesita apoyo político para escribirlo en piedra. ¿Podrá hacerlo?

Subestimarlo, a esta altura, es un error imperdonable. Por eso, cabe suponer que tomó nota de las advertencias que, en forma de elogios oblicuos, le dedicaron en la última semana la número dos del Fondo Monetario Internacional (FMI), Gita Gopinath, y la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen: felicitaciones por el Caputazo, pero con aviso de que ya es hora de sacar de la licuadora las jubilaciones y los planes sociales, sin revertir, desde ya, su disolución reciente. Subtitulado: urge darle bases permanentes e institucionales a un ajuste que, como dijo el jefe de Estado, apunta a limitar el gasto público de modo permanente a un máximo de 25% del PBI.

 

Llegado el caso –si la sociedad y la política lo toleraran–, el resto de la cristalización de ese nuevo reparto del ingreso lo fijaría la dolarización.

El objetivo de Javier Milei

El camino inmediato es incierto, amenazado como está por conatos de impaciencia popular y un equilibrio fiscal logrado en buena medida en base a los precarios expedientes de licuar los ingresos de las personas más desvalidas, abandonar a indigentes y pacientes graves, acumular nueva deuda con empresas importadoras y no pagar las facturas por la energía por ahora subsidiada.

El convite presidencial suscitó dos lecturas. Una ve a la docena de gobernadores –sobre todo, pero no solamente de la exalianza Juntos por el Cambio– rendidos a los pies del León; otra interpreta que a Milei le llegó la hora del pragmatismo, de darse cuenta de que los jefes territoriales le torcieron el brazo y de que por fin acepta negociar su ajuste.

¿Puede un dogmático volverse pragmático? No parece, pero la verdad se conocerá al final del camino que se abrirá esta semana. En todo tiempo y lugar, el ajuste es un fenómeno político.

El dilema de los gobernadores

El carácter extorsivo de la movida oficialista es tan claro como poco merecedor de indignación. Con modales más propios de gente conocedora de los códigos, el mensaje fue emitido y aplicado por todas las administraciones anteriores.

Lo que impacta en el léxico de La Libertad Avanza (LLA) es que su frontalidad iliberal y antirrepublicana le permita empoderarse en vez de desacreditarse.

Será "mi paz" o la guerrael Presidente les puso a los gobernadores una pistola en la cabeza. El combo de invitación al plan canje de proyecto de ley ómnibus por "alivio fiscal" como previa del Pacto de Mayo resulta imposible de ignorar.

Razones

En primer lugar, la zanahoria del alivio les hace agua la boca a jefes territoriales que, en muchos casos, deben lidiar a la vez con estructuras productivas deficientes, escasa extensión del mercado privado, altos niveles de endeudamiento, desequilibrios presupuestarios crónicos y, ahora, recesión profunda que desploma la recaudación.

Segundo, ¿cómo rechazar la invitación si Milei encontró, en la nueva grieta casta-anticasta, una narrativa eficaz para diferenciar, en clave populista, a malos de buenos?

Tercero, ¿cómo ignorarla si le propone al Congreso un paquete de leyes anticasta destinado a deleitar a la calle? ¿Cómo, si varias de esas propuestas son meritorias, otras imposibles de aplicar –las que apuntan al sindicalismo, por ejemplo– y las restantes son irreconciliables con un apego estricto a la Constitución, pero que ponen en la mira el apartamiento final de la vida pública de políticos condenados en segunda instancia por corrupción, notablemente muy pronto Cristina Fernández de Kirchner? A buena parte de lo que va del centro hacia la pared extrema de la derecha esa idea le encanta, así como la oligarquización de una política que dejaría de financiarse en parte con dinero público y pasaría a hacerlo sólo por ricos, corporaciones y lobbies.

Cuestión de responsabilidades

Asimismo, ¿cómo sustraerse si la invitación conlleva el mensaje de que el sufrimiento de las poblaciones de las provincias será, en adelante, culpa de dirigentes que muestren la espalda por intereses personales?

¿Cuál es, en definitiva, la verdad? Como se sabe, existe "la verdad"… pero también "la verdad".

Si lo que la Casa Rosada ofreció es un pacto de la Moncloa al revés, a libro cerrado, el problema puede sobrevenir –o no– de su apertura.

Fiel a su estilo brutal, José Luis Espert disparó: "Hay que ver cuánta plata necesitan los gobernadores para levantar la manito".

Esto lleva a un interrogante crucial: ¿hay margen en el Caputazo para un alivio fiscal en beneficio de los amigos?

Esto determinará si el ultraderechista pisó el freno, como indican algunos análisis, o si nunca ha dejado de pretender llevarse al país a la rastra. Y, si lo último fuera el caso, si lo conseguirá.

Pero Espert señaló algo más: "La previa de la 'ley Bases' contra platita además es adicional a la coparticipación". "La previa"…

Lo importante y lo accesorio

Al separar paja de trigo, surge que el Pacto de Mayo –mes para el que falta mucho, como pronosticó Martín Llaryora – no sería más que iconografía, el besamanos que Milei desea como puesta en escena de su erección como líder. Es más, lo que toca a la inviolabilidad de la propiedad ya consta en un texto bastante más relevante, la Constitución Nacional, y el resto parece algo similar al humo.

Un problema simbólico, acaso importante para él, es que, cuando le noten que el Pacto nada dice sobre hambre, pobreza, educación y salud, le pedirán que los diez mandamientos terminen resultando, en verdad, más. Eso sería impropio de Moisés.

¿Milei necesita meterse en el bolsillo a todo el Congreso? No y el Senado, pese a esperables deserciones peronistas, seguirá resultándole más hostil. Sin embargo, con quebrar el bloque transpartidario de los gobernadores y pisar fuerte en Diputados podría blindar sus decisiones a sola firma gracias a la reglamentación que impuso Néstor Kirchner para los decretos de necesidad y urgencia.

¿Milei necesita meterse en el bolsillo a todo el Congreso? No y el Senado, pese a esperables deserciones peronistas, seguirá resultándole más hostil. Sin embargo, con quebrar el bloque transpartidario de los gobernadores y pisar fuerte en Diputados podría blindar sus decisiones a sola firma gracias a la reglamentación que impuso Néstor Kirchner para los decretos de necesidad y urgencia.

Fuente: www.letrap.com.ar

 

 

 

 



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