Por Mauricio Cantado

El bloque de la UCR en la Cámara de Diputados se reunió al mediodía de este viernes para debatir el decreto de necesidad y urgencia (DNU) firmado por el presidente, Javier Milei, que deroga más de 300 leyes y dispone desregulaciones a la economía. Definieron una serie de alternativas para evitar que el decretazo sea anulado por una mayoría del Congreso que ya se expresó en contra de la medida. Una de ellas es modificar la ley 26.122 y debatirlo por tramos, con la promesa explícita de aprobar la mayoría de las propuestas que comprende.

Según surgió de la reunión, en la bancada radical hay consenso en los capítulos del DNU que refieren a reformas laborales, a declaración de servicios esenciales (que restringe los paros en escuelas, hospitales y la mayoría de las industrias) y a medidas que ayuden a desburocratizar el Estado. Por otro lado, surgen reparos con otras iniciativas, como la desregulación de tarjetas de créditos, las normas sancionatorias y la modificación del sistema de salud.

Este jueves todos los bloques le pidieron al Gobierno derogar el decretazo y convertirlo en distintos proyectos de ley para que en tal caso el Congreso defina cuáles está dispuesto a sancionar, pero Milei envió el mensaje de que no acepta la oferta y está dispuesto a arriesgarse a su anulación. En virtud de las expresiones públicas de las bancadas ese escenario aparece como posible.

En la UCR el tema generó fuertes críticas internas. El senador y presidente del partido, Martín Lousteau, publicó un tuit para reclamarle a Milei que deseche el DNU e inicie gestiones con el Congreso para conseguir leyes. Se ganó el reproche interno de los gobernadores Alfredo Cornejo(Mendoza), Gustavo Valdés (Corrientes) y Leandro Zdero (Chaco), quienes le cuestionaron al economista no haber sido consultados.

Luego lograron consensuar una declaración del partido no muy distinta a los posteos del senador, aunque no fue posible emitir comunicados de los bloques legislativos de la UCR. El del Senado lo preside Eduardo Vischi, cercano Valdés. El vicejefe es el fueguino Pablo Blanco, quien retuiteó el comunicado del Comité Nacional, mientras que el bonaerense Maximiliano Abad también pidió desechar el DNU. En Diputados, hubo algunas expresiones en la misma sintonía, como las que manifestaron Karina Banfi (vicejefa del bloque) y Facundo Manes.

Propuestas para marzo

Para unificar criterios, De Loredo reunió a las 34 voluntades de su bancada este viernes al mediodía. En algunos casos en forma presencial y en otros por Zoom. Definieron un plan de acción para los próximos meses. El diagnóstico compartido es que Milei no cederá en el corto plazo y mantendrá el DNU, pero tal vez en marzo podría revisar su posición si prospera algún amparo en contra de alguna de las medidas, o pierde respaldo de la opinión pública y el Congreso abre los recintos para derogarlas.

Es por eso que la primera oferta del radicalismo es que se le permita discutir el contenido por tramos, con la expectativa de que el Presidente, en algún momento, empiece a evaluar si es negocio jugar a todo o nada. “Queremos que muchas de las iniciativas que se proponen en el DNU salgan y sean una realidad. Estamos para ayudar y cooperar con el nuevo gobierno. Estamos para que aquellas reformas que necesita el país se lleven adelante”, señaló el primer párrafo del comunicado emitido por De Loredo.

En los dos últimos se exponen las ideas para destrabar el debate. “Si el Gobierno no evalúa enviar las leyes correspondientes al Congreso, que es el camino adecuado, pueden ayudar las aprobaciones parciales sobre gran parte de las propuestas o bien que el Gobierno esté dispuesto a remitir las reformas de forma segmentadas en varios DNU para su tratamiento”, fueron las alternativas que propuso el cordobés.

Hay sólo dos formas de debatir el decreto por partes: que Milei lo derogue y lo envíe fragmentado o que se reformule la ley 26.122, que sólo permite dictaminar sobre la totalidad del contenido, por sí o por no, porque le asigna al Congreso la facultad de definir si el presidente tuvo "necesidad y urgencia" para ignorar al parlamento.

La norma fue diseñada por Cristina Fernández de Kirchner, que por entonces era senadora, y en la UCR quieren modificarla para evaluar el DNU por partes. Consideran que compartirán su estrategia los cuatro bloques que se asociaron el martes, liderados por Cambio Federal, presidido por Miguel Pichetto.

Este jueves, el rionegrino y algunos de sus pares (Emilio Monzó, Nicolás Massot y Margarita Stolbizer) se reunieron con el presidente de la Cámara baja, Martín Menem, y el ministro del Interior, Guillermo Francos, para avanzar en alguna negociación que permita abrir el Congreso. El primer tema a resolver es el DNU. Junto a la UCR, este grupo puede darle a LLA una mayoría en ambas Cámaras.

Además, una modificación a la ley 26.122 podría incluir la obligatoriedad de aprobar en ambas Cámaras el decreto para garantizar su vigencia: como está redactada, las medidas rigen desde la publicación en el Boletín Oficial y sólo quedan anuladas si los dos recintos así lo deciden. Si sólo se expresa a favor una de las Cámaras, se pueden aplicar igual. Es una chance de que los presidentes legislen con los integrantes de un solo hemiciclo.

En la UCR evalúan que Francos podría ser un buen nexo para negociar estas variables, sobre todo cuando se inicie el debate del DNU en la bicameral de trámite legislativo. Estiman que será en la segunda quincena de enero. En paralelo, referentes del bloque presentarán proyectos con capítulos incluidos en el decreto, como muestra de que hay disponibilidad de convertirlas en ley.

"Evitar la judicialización"

Como prueba de la invitación al diálogo, el comunicado de De Loredo dedicó dos párrafos a destacar varias disposiciones del DNU, pero advirtió que el instrumento jurídico utilizado puede ser contraproducente. “Necesitamos modernizar la legislación del trabajo, promover la competencia para mejorar los precios para los consumidores, terminar con regulaciones excesivas para simplificar procesos y eliminar burocracia, terminar con las trabas, declarar la esencialidad en servicios como la educación y la salud, brindar facilidades para trabajadores independientes con pequeños emprendimientos, darle libertad a los trabajadores para elegir su obra social, incentivar una política de cielos abiertos, entre otras”, señaló.

“Para salir de la decadencia la Argentina necesita construirse sobre bases sólidas y garantizar seguridad jurídica en las decisiones para que puedan cumplirse y perdurar en el tiempo. Debemos evitar que por excesos en la herramienta utilizada no se cuente con esa fortaleza jurídica que les de sustentabilidad, previsión y confianza. Tenemos que evitar una judicialización excesiva de los temas”, culmina el texto.

Fuente: www.letrap.com.ar