OPINIÓN
4 de diciembre de 2023
Oponerse sin resistir: el peronismo busca la unidad y no ser la excusa de Milei
Unión por la Patria delinea los primeros pasos de su estrategia como oposición. Fuerte protagonismo de gobernadores y el Congreso como escenario para confrontar con la premisa de no entorpecer la gobernabilidad. El desafío de renovar la dirigencia y una agenda de propuestas.
Por Lucas Bo
A pocos días de que comience el gobierno de Javier Milei y mientras continúa analizando las razones que puedan explicar la derrota electoral, en el peronismo aparecen las primeras coincidencias respecto a desde qué lugar pararse como oposición. Lejos de una vocación defensiva, desde el 10 de diciembre las distintas tribus que conforman Unión por la Patria pretenden mantener la unidad y apelan a que las nuevas generaciones de dirigentes conduzcan la renovación dirigencial. El Congreso será el escenario para demostrar esa cohesión de un espacio que se muestra predispuesto a colaborar en la gobernabilidad, pero a combatir las políticas de ajuste libertarias.
“Cabeza fría, mantener la unidad y no quedarse en la resistencia”, son los tres objetivos que resumen la estrategia que, en principio, desarrollará un peronismo que tiene la intención de esperar a que Milei asuma, arme el gobierno, defina los roles de sus funcionarios y de a conocer sus primeras medidas. En el oficialismo creen que si bien Milei capitalizó el enojo de la mayoría de la sociedad y la necesidad de “cambio”, gran parte de los 14.554.560 de votos que cosechó Milei no está en favor de privatizar la salud, la educación y un severo aumento de tarifas por lo que allí creen que habrá personas enojadas a las que habrá que responder con propuestas.
En el peronismo parece haber habido un aprendizaje sobre desde qué lugar ser oposición y el cómo desplegar estrategias para confrontar con el gobierno libertario. Según lo expresó un ministro nacional a El Destape, “no hay lugar para un esquema defensivo” en el que prime el insulto o una postura opositora intransigente. “No todo puede ser quemar gomas”, avisó aunque aclaró que tampoco puede el peronismo quedarse quieto ante las consecuencias del ajuste prometido. “Hay que dar la cara y estar presentes, no hay lugar para borrarse”, avisó.
La semana pasada los propios gobernadores peronistas que tendrán que interactuar a diario con el gobierno de Milei durante los próximos cuatro años le transmitieron al ministro del Interior designado Guillermo Francos que colaborarán con la gobernabilidad. Al término del encuentro que se desarrolló en la sede porteña del Banco Provincia, con Axel Kicillof como anfitrión, el gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora aseguró: "La gobernabilidad está fuera de duda, somos demócratas".
A la intención primaria de reagruparse, los gobernadores tendrán un rol clave por ser quienes ganaron en sus respectivas elecciones y porque necesitan que haya un buen diálogo con el gobierno nacional por la simple cuestión de garantizar los fondos para para mantener la provincia operativa. Al menos para diciembre consiguieron a través de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) poder pagar sueldos y aguinaldos. Desde enero tendrán que buscar el mecanismo que solvente el bache que generó en la coparticipación la modificación de ganancias y la devolución del IVA.
Los gobernadores de Unión por la Patria que tendrán mandato por los próximos cuatro años son Axel Kicillof (Buenos Aires), Osvaldo Jaldo (Tucumán), Ricardo Quintela (La Rioja), Raúl Jalil (Catamarca), Sergio Ziliotto (La Pampa), Gildo Insfrán (Formosa), Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego). Junto a esa liga de gobernadores habrá que estar atento a los movimientos de otros mandatarios como Hugo Passalacqua (Misiones) y Alberto Weretilneck (Río Negro), estos últimos dos con ascendencia en diputados y senadores de sus respectivos partidos provinciales.
Esa intención de ayudar en la gobernabilidad esconde la intención del peronismo de no ser señalados como artífices de maniobras que obstaculicen el desarrollo de la gestión de Milei. Por eso, desde el Congreso, la voluntad será dar quórum en las sesiones para habilitar discusiones de los proyectos de ley que envíe el Ejecutivo y que van desde el Presupuesto 2024 a la reestructuración del Estado con una posible “ley ómnibus” de 1.500 páginas que propondrá la eliminación de 3.000 regulaciones.
Eso no implica que aprueben las iniciativas. Puede que acompañen en general el presupuesto necesario para que la administración funcione, pero rechazar artículos que contengan recortes de partidas o proyectos de privatizaciones y de desregularización de la economía.
En el gabinete de Alberto Fernández, cuyos ministros el jueves tendrá su último día hábil de gestión, ejemplifican a El Destape el clima entre los empresarios con las especulaciones acerca de que tan rápido Milei sacará su motosierra. En la obra pública se verificó en los últimos días por demoras en avances de proyectos que ya están en ejecución y hasta despidos de trabajadores según alertó la UOCRA. En cuanto a una posible apertura comercial total para el ingreso indiscriminado de importaciones, las pymes podrán mantener sus persianas abiertas al menos 60 o 90 días por la competencia desigual con productos chinos o indios.
Entre las primeras conclusiones que en Unión por la Patria esbozaron sobre las razones de la derrota hay materiales y simbólicos. Entre las primeras sobresale la evaporación de los pesos de los bolsillos por la creciente inflación que este año será superior al 140%. Entre las segundas se destaca el “antikirchnerismo” que unió a votantes libertarios y macristas.
En base a una agenda que muestre una renovación de las propuestas y un proceso de decantación dirigencial, el peronismo trabajará para ser alternativa en 2027. Entre la carencia de liderazgos, la incógnita a dilucidar será quién encabezará ese proceso.
Fuente: www.eldestapeweb.com