Delincuentes oriundos de Brasil redujeron a los peones de la estancia San Juan, propiedad de la familia Gassiebayle, en la noche del sábado, y los mantuvieron rehenes hasta el domingo, cuando, a primeras luces, intentaron sin éxito consumar un importante asalto, que fue frustrado a punta de pistola y a los tiros por el encargado Miguel Cornaló.

Se trata del segundo hecho delictivo en el establecimiento ganadero, uno de los más importantes de Corrientes.

«Lo que tenemos hasta el momento es que dos sujetos cruzaron anoche, alrededor de las 22 o 23, a la estancia, más precisamente al establecimiento donde descansan los peones, con armas, escopetas y revólveres, y redujeron a los peones que estaban descansando y esperaron al amanecer», narraron a EL LIBERTADOR desde la estancia San Juan.

«Cuando el día amaneció, a primeras horas de la mañana, llevaron de rehén a uno de los peones hasta la casa del encargado. Obligaron al peón a que llamara al capataz, que saliera a atender, a ver qué era lo que quería el peón, y ahí el encargado se encuentra con estos dos sujetos que estaban armados. Uno de ellos le apunta con el revólver», afirmaron, detallando que: «El capataz agarra el arma y empiezan a forcejear, efectuaron un disparo que no dio en el capataz, sino en la pared».

«Después de eso, el encargado que se llama Miguel Cornaló logra correr a su casa y ahí agarra una pistola que tenía, una nueve milímetros, y efectúa dos disparos hacia estos sujetos que, a su vez, disparan hacia la ventana de la habitación desde donde Cornaló estaba abriendo fuego», precisaron.

«Luego, los sujetos emprenden la huida, para lo cual utilizan una camioneta de la estancia, una Toyota cabina simple (Hilux patente AE153PZ), y como estaba con candado la tranquera de la estancia, embisten la tranquera y se dan a la fuga en la camioneta», señalaron, y agregaron que: «El capataz si bien está estable, resultó lesionado en la cabeza y en la pierna; pero está consciente y fuera de peligro».

Inseguridad

En 2021, el mismo encargado, impidió que la estancia, ubicada a unos 10 kilómetros de Tapebicuá, sufriera un robo valuado, entonces, en más de 15 millones de pesos.
A fines de diciembre de ese año, mientras realizaba una recorrida por el campo para un relevamiento del ganado, divisó un conjunto de animales en un campo vecino.
Atento a su magnitud, más de 100 cabezas, Cornaló reconoció mayor detalle que una parte pertenecía a la estancia, y dio aviso a la Policía de la Provincia.

Luego de la intervención de la Inspectoría de la Zona Rural de Paso de los Libres, de la Comisaría del Distrito Tapebicuá y de la Policía de Seguridad Rural y Ecológica de Paso de los Libres tres sujetos, hombres de 61, 39 y 38 años, fueron detenidos junto a dos camiones, cargados con 140 vacunos con «anormalidades» en sus marcas, de los cuales 127 pertenecían a la familia Gassiebayle.

CAPATAZ FRUSTRA ATRACO EN CAMPO DE TAPEBICUÁ

HAY ESPERANZA. La asunción de Patricia Bullrich en el Ministerio de Seguridad y de Luis Petri en el de Defensa está en línea con la decisión de darle un fuerte respaldo y cobertura al accionar de las fuerzas armadas y de seguridad en el cumplimiento de su función específica. Idéntica esperanza hay, en el plano judicial con el fin de la doctrina zaffaroniana que desvirtuó la función de fiscales y jueces. Corrientes no está al margen. Días atrás, se conoció un espantoso fallo del Tribunal Oral de Paso de los Libres que, en una causa de abigeato, terminó condenando por abuso de autoridad a un reputado comisario de apellido Ramos que cumplió con su deber. Lo destacable es que el alto Jefe policial fue respaldado por conducción de la fuerza, sigue en funciones mientras espera que el Superior Tribunal, que tiene en trámite el recurso de casación, haga justicia. Un caso testigo que es seguido con atención por los productores que soportan el asedio de los cuatreros cuando no de bandidos rurales como en este caso.

Fuente: www.diarioellibertador.com.ar