NACIONALES
19 de septiembre de 2023
Cristina retoma centralidad y plantará posición en los temas de la campaña
La vicepresidenta reaparecerá este sábado en una charla en el Auditorio de la UMET junto a Pedro Rosemblat a propósito de la reedición del libro de conversaciones de Néstor Kirchner con Torcuato Di Tella. Muchos de los temas que se discutían en aquel momento hoy toman nueva actualidad y CFK los utilizará para hablar de las discusiones de la campaña. En simultáneo, se conoció la decisión de la Cámara de Casación de reabrir dos viejas causas en su contra, en una muestra de que el lawfare sigue vigente.
Por Fernándo Cibeira
"Esto sirve para terminar con toda especulación, ella está y siempre va a estar", comentaban cerca de Cristina Kirchner respecto a la reaparición pública de la vicepresidenta, quien el sábado encabezará la presentación de la reedición del libro "Después del derrumbe, Conversaciones de Torcuato Di Tella y Néstor Kirchner". La actividad es organizada por la Escuela Justicialista Néstor Kirchner y aseguraban que tendrá más un formato charla que acto político, pese a la proximidad de las elecciones. Lo que es seguro es que Cristina aprovechará lo que Kirchner discutía con Di Tella 20 años atrás para traer la atención hacia los problemas de hoy porque algunos temas inexorablemente se repiten, con la lógica de la maldición pendular que padece el país. Casi al mismo tiempo que se difundió la reaparición de CFK luego de dos meses, desde Tribunales llegó la noticia de la reapertura de dos viejas causas en su contra. La bienvenida acostumbrada.
"De castas, herencias, derrumbes y futuro", es el sugestivo título -siempre lo son- de la charla que la vicepresidenta compartirá con Pedro Rosemblat en el Auditorio de la UMET, en Sarmiento 2037. La sala tiene capacidad para apenas unas 400 personas, por eso hablaban de algo más formal que político, del tipo las de presentaciones que Cristina hizo de su libro "Sinceramente" con Marcelo Figueras. Con todo, habrá una pantalla en la calle para que la charla pueda ser seguida también por la gente que seguramente quedará afuera y no querrá perderse detalle de lo que diga.
De esta manera, quedará saldada la discusión de las últimas semanas acerca de si CFK debía o no participar de la campaña. Y, en caso de hacerlo, en qué marco. La vice no se muestra en público desde el 17 de julio, cuando compartió con Sergio Massa un acto donde inauguraron un simulador de vuelo para Aerolíneas Argentinas, dato que la vicepresidenta utilizó para resaltar la decisión de recuperar la aerolínea de bandera. De la misma manera, adelantaban en su despacho en el Senado, utilizará la reedición de aquel libro aparecido poco antes de las elecciones presidenciales de 2003 para hacer referencia a discusiones de actualidad y marcar su posición.
La Escuela Justicialista vino editando libros clásicos del peronismo como "Conducción Política", de Juan Perón. Ahora recordaron los 20 años de la aparición de este libro inicial de Kirchner para reeditarlo. Tuvieron que tipearlo de nuevo porque la editorial Galerna no lo tenía en su archivo. El ex ministro y director de la Escuela, Nicolás Trotta, le comunicó la idea a Cristina, que enseguida se mostró de acuerdo y le dijo que quería participar de la presentación. El libro está dividido en 10 capítulos y muchas reflexiones de Kirchner de aquella campaña aplican casi textuales para la actual.
Por ejemplo, cuando Kirchner hablaba de la necesidad de mantener los recursos en manos del Estado para que el país tenga un perfil productivo, o cuando planteaba que habría que bajar progresivamente el IVA porque es un impuesto regresivo, tal como dijo Massa la semana pasada. Lo mismo en el tramo el que se refería a la necesidad de reprogramar la deuda con el FMI para que la economía pudiera reactivarse y así generar los recursos necesarios para pagar, tal como luego haría. Pero, a la luz de las decisiones que se conocieron casi en simultáneo con el anuncio de la presentación, también se mantiene vigente el capítulo que Néstor hacía referencia a la demanda social para sanear el Poder Judicial en aquellos tiempos de la Corte Suprema automática heredada del menemismo.
Ayer, luego de que la actual Corte echara a la camarista Ana María Figueroa, sus ex compañeros de la Sala I de la Cámara de Casación Penal, Diego Barroetaveña y Daniel Petrone, resolvieron que Cristina deberá enfrentar dos juicios orales en expedientes en los que había sido sobreseída: la causa Hotesur-Los Sauces y el del Memorándum con Irán, aquella que se inició con la disparatada denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman. Como para probar que el lawfare sigue vivo y coleando, esta insólita decisión judicial se firma a un mes de las elecciones presidenciales.
Si ya las dotes premonitorias de Cristina fueron elogiadas cuando anticipó una elección de tres tercios -se cumplió en las PASO-, también habrá que adjudicarla haber anticipado que estaba impedida de ser candidata presidencial porque la Justicia fallaría en su contra durante la campaña y se convertiría en tema central de discusión. La Justicia falló en su contra en el momento decisivo de la campaña incluso sin necesidad de que fuera candidata. Si no lo hace antes a través de las redes sociales, Cristina seguramente se referirá a las decisiones judiciales durante la presentación del sábado.
En los últimos días, a partir de los dichos del gobernador Axel Kicillof sobre la necesidad de que el oficialismo toque "nuevas canciones" y no los viejos hits de siempre, se generó una discusión en torno a la conveniencia de la participación o no de Cristina en la campaña. Incluyó las especulaciones sobre su silencio, si tenían que ver con no aparecer salpicada por una posible derrota o si tenía que ver con una estrategia para no quitarle brillo a los candidatos. En su entorno aclaraban que la vicepresidenta participa, pero en segundo plano. Tanto Massa como Kicillof mantienen un contacto frecuente con la vice. Aseguraban que el argumento de no pagar el costo de un mal resultado no entraba en la lógica de CFK y que, por otro lado, quedaba desbaratado con esta reaparición.
"La centralidad de Massa para Cristina es muy importante, es el ministro y el candidato", agregaban, dando crédito a la segunda suposición. Sin embargo, son varios los que en el oficialismo pensaban que Cristina era la voz más poderosa para convocar a los votantes desencantados, que en 2019 eligieron al Frente de Todos y ahora no quieren volver a optar por un gobierno que los defraudó. Esa veta emotiva en la que tanto insiste el asesor catalán Antoní Gutiérrez-Rubí que define las elecciones, en el peronismo no la puede convocar nadie mejor que la vicepresidenta. Asegurar ese voto remiso del Conurbano, creen los estrategas del oficialismo, le asegurararía a Kicillof ganar la gobernación bonaerense y a Massa un lugar en el ballotage. "Confíen en la compañera, que seguramente en estos días algo nos va a decir", había adelantado Máximo Kirchner durante el fin de semana.
Fuente: www.eldestapeweb.com