El senador nacional por Corrientes, Carlos Espínola se volvió a mostrar cerca de Juan Schiaretti, ahora en el marco del lanzamiento de la precandidatura presidencial. Allí, el medallista olímpico volvió a confirmar que su vínculo con el Gobierno nacional no tiene retorno.

Este escenario le impide al oficialismo buscar su regreso al bloque y, a la vez, le permite al Mandatario cordobés garantizarse dos votos en la Cámara alta hasta 2027 para negociar con el próximo presidente.

Además, se sabe que el otro voto que atesora Schiaretti es el de su esposa, Alejandra Vigo, quien en febrero armó un bloque con cuatro exintegrantes de la bancada del Frente de Todos, entre ellos Espínola. Ambos fueron elegidos en 2021, seguirán en el Senado hasta el final del próximo mandato presidencial. Por lo tanto, si el futuro Gobierno no tiene mayoría propia en la Cámara alta, tendrá que hablar con Schiaretti.

A su vez, es preciso recordar que más allá de los números y estrategias que el cordobés busca conseguir, su relación con Espínola no es nueva, ya que el precandidato a la presidencia en el 2017 había respaldado su candidatura a gobernador de Corrientes y dos años después lo sumó a Argentina Federal, como se denominó el fallido frente electoral del peronismo no kirchnerista, en el que se encontraban Sergio Massa, Miguel Pichetto y Juan Manuel Urtubey, quienes eran los otros que se sentaban en esa mesa y luego se fueron con tres candidatos presidenciales distintos.

En ese entonces, el gobernador se mantuvo prescindente.

En lo que respecta a la carrera política de Espínola en 2021, cabe recordar que él tenía todo listo para competir por su reelección como senador con un partido propio si no podía encabezar la lista, pero Cristina Kirchner cedió y la negociación decisiva fue en el despacho de la Vicepresidente, en el que se decidió dejar en el segundo lugar a la entonces senadora Ana Almirón, de La Cámpora, quien no pudo retener su banca, pero fue premiada con el cargo de consejera de la Entidad Binacional Yacyretá.

En resumen, la oficialización del pase de Espínola al schiarettismo le suma un problema al oficialismo para volver a abrir el Senado, que viene con el telón bajo, ya que la última sesión fue el 13 de abril y sabe que Juntos por el Cambio intentará que el recinto continúe cerrado para evitar que la coalición gobernante nombre magistrados.

Fuente: www.diarioepoca.com