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EL TIEMPO EN LA CRUZ

4 de marzo de 2013

Queman una foto de Benedicto XVI en plena misa

El párroco de un pequeño pueblo italiano, al parecer con problemas depresivos y psicológicos, quemó el domingo una foto de Benedicto XVI delante de los fieles, tras gritar que un papa no abandona a su rebaño. Se trata del párroco de Castelvittorio, Andrea Maggio, quien ante los fieles que asistían a misa prendió fuego a la foto del papa emérito, según contó el alcalde del pueblo, Gianstefano Orengo, a los medios locales.

 

Un sacerdote italiano prendió fuego una imagen de Joseph Ratzinger al grito de: “Un Papa no abandona a su rebaño”. Se realiza la primera reunión antes del cónclave         "Ha sido un gesto sorprendente, cometido ante una decena de niños. Puede ser que don Andrea esté atravesando un momento delicado desde el punto de vista psicológico, pero, de todas maneras, es un gesto muy grave", afirmó Orengo.   El hecho ocurrió en la misa de las diez de la mañana y, pocos minutos después de comenzar, el párroco tomó una fotografía de Benedicto XVI que había cerca de un candelabro, la acercó y le prendió fuego, ante los ojos atónitos de los presentes.   El sacerdote justificó el hecho acusando a Benedicto XVI de "haber abandonado al rebaño", "y un pastor -dijo- no abandona a sus ovejas".   "Muchos fieles protestaron y otros salimos desconcertados, ante un hecho que no tiene justificación", añadió el alcalde.         En otro orden, cardenales de todo el mundo empezaron a llegar a Roma para abordar algunos de los principales problemas que enfrenta la Iglesia Católica antes del cónclave en el que se elegirá al sucesor del papa Benedicto XVI.   Entre las prioridades de los prelados, se encuentran los escándalos del Vaticano, la increíble decisión de Benedicto XVI de renunciar al cargo y los esfuerzos por mantener a la cristiandad como tema relevante en el mundo actual.   La primera reunión previa al cónclave está prevista para este lunes a partir de las 8.30 GMT y será presidida por el decano del colegio cardenalicio, Ángelo Sodano, quien ha dicho que no se fijará la fecha de inicio del cónclave antes de que arriben todos los purpurados. La segunda reunión también será este lunes, desde las 16.00 GMT.   En estas reuniones se discuten los problemas de la Iglesia y los cardenales se conocen mejor unos a otros, lo que ayudaría a los 115 prelados habilitados a elegir al hombre más apto para ocupar el trono de Pedro.   En esta ocasión existe un tema que no figura en programa alguno pero que ha captado la atención general: una reunión de los tres cardenales que realizaron la investigación sobre la filtración de documentos confidenciales de la oficina del sumo pontífice.   Los medios noticiosos italianos han difundido versiones con fuentes anónimas del presunto contenido del documento preparado por los cardenales, las cuales el Vaticano ha calificado como "falsas".   Aunque los reportes no sean ciertos, la filtración de datos por parte del mayordomo de Benedicto XVI confirmó un gran nivel de disfunción dentro de la burocracia del Vaticano, con intrigas, disputas de poder y acusaciones de corrupción, nepotismo y favoritismo al más alto nivel de la jerarquía eclesiástica.   En una de sus últimas audiencias antes de su renuncia, Benedicto XVI se reunió con los tres cardenales que prepararon el informe, quiénes decidieron que su documento se mantendría en secreto. Sin embargo les autorizó a que respondieran preguntas de los cardenales sobre su contenido.   Otro tema que deben abordar los cardenales es la razón por la que están aquí: la renuncia de Benedicto XVI y sus implicaciones. Su decisión de poner fin a una tradición de 600 años y jubilarse en vez de continuar en el cargo hasta la muerte podría alterar el concepto del papado, y a los cardenales no les asusta sopesar las implicancias que esto tiene para el próximo pontífice.   El cardenal Donald Wuerl, arzobispo de Washington, señaló el domingo que las exigencias de las actividades de un papa son enormes en estos días y cobran su precio.   "Me pregunto si la Iglesia no estaría mejor servida si sabemos que podemos elegir a la mejor persona que consideramos para ser papa, y en cierto momento si él cree que ya no puede hacerlo más, estaría libre de renunciar, tal como lo hizo el papa Benedicto", dijo Wuerl a The Associated Press. "Me parece que es una idea muy liberadora que podamos enfrentar esta realidad, esta posibilidad".   Fuente: www.radiodos.com.ar

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