DEPORTES
1 de noviembre de 2018
Boca eliminó a Palmeiras en Brasil y se concretará la final con River
El conjunto Xeneize igualó en 2 tantos anoche como visitante, para sellar la serie semifinal con un global de 4 a 2. El próximo miércoles 7 comenzará la definición del título con la disputa del Súperclasico.
Boca Juniors, seis veces campeón, accedió anoche a la final de la Copa Libertadores, en la que se enfrentará a River, su clásico rival, al igualar 2-2 como visitante del Palmeiras, en Brasil, en una de las llaves semifinales del máximo certamen continental. El equipo dirigido por Guillermo Barros Schelotto (quien ayer vio el encuentro en un palco por estar suspendido) había ganado la semana pasada, por 2-0, en el duelo de ida en la Bombonera.
El héroe en el primer compromiso, Darío Benedetto, volvió a sacar chapa de figura, con un tanto que decretó la igualdad decisiva, a los 25 minutos de la segunda etapa. Previamente, el cordobés Ramón Abila (Pt. 17m.), otro de muy buen desempeño, había sacado ventaja para los xeneizes.
El equipo brasileño, que fue una tromba en el comienzo de la segunda mitad, anotó por intermedio de Luan (7’) y Gustavo Gómez (15’ de penal).
La primera final entre los dos clubes más populares de la Argentina se disputará el miércoles 7 de noviembre, en la Bombonera. La revancha, en el estadio Monumental, todavía no tiene fecha definida. No tendrá doble valor el gol marcado en condición de visitante, en esta instancia decisiva.
El partido arrancó abierto; con transiciones rápidas. Pero los dos abusaron de los pelotazos, sin utilizar la mitad de la cancha como para generar juego.
A los 10 minutos se produjo la primera situación que obligó la ayuda externa, con una maniobra que terminó en gol de Bruno Henrique, aunque la utilización del Video Assistant Referee (VAR) descubrió una finísima posición adelantada de Deyverson en el origen de la jugada.
Enseguida, el equipo xeneize dispuso de la primera chance clara con una arremetida de Abila que fue atajada con esfuerzo por el arquero Weverton. Y, acto seguido, lo perdió Pavón, con un disparo que salió desviado, cuando el guardavallas del “Verdao” ya pedía clemencia.
Y sobre los 17 minutos cuando el equipo brasileño ya mostraba dificultades en el retroceso, el colombiano Villa aprovechó la espalda de su marcador, envió un centro rasante que fue conectado por Abila, que mandó el balón a la red. Olor a serie definida.
El conjunto paulista se vio obligado a adelantarse, lo que derivó en que dejara espacios para la contra rival. Sin embargo, por la pelota detenida, Palmeiras dispuso de situaciones y un cabezazo del paraguayo Gómez fue detenido por Rossi.
El elenco visitante controló emocionalmente el partido y manejó mejor el destino del balón. El equipo paulista mostró imprecisión y no estuvo firme en la zona defensiva, por lo que cada réplica auriazul llevaba riesgo implícito.
Apenas comenzada la segunda etapa, Lucas Lima dispuso de una oportunidad muy clara y el arquero Rossi evitó el empate, con una salvada con los pies.
Lo cierto es que el conjunto “verde” salió a quemar las naves en el arranque del complemento, obligando a Boca a retroceder en forma masiva.
Pero jugar tan cerca de área propia tuvo sus contraindicaciones. Así, Magallán quedó enganchado en una maniobra, tras un tiro libre, y el zaguero Luan aprovechó el obsequio para establecer el 1-1 parcial.
El equipo de la Ribera comenzó a complicarse solo. Izquierdoz fue imprudente en el área y le cometió penal a Dudú, un jeroglífico no resuelto por la banda izquierda del elenco xeneize. La ejecución de Gómez decretó el 2-1. La trama del encuentro se modificó por completo; Palmeiras actuó por contagio, se transformó en vendaval y descubrió fisuras en un fondo visitante hasta allí solvente.
Hasta que el ingresado Benedetto volvió a dar muestras de su “estado de gracia”, al despachar un remate bajo, que se tradujo en el empate, para despejar cualquier fantasma de eliminación.
De allí hasta el cierre, más allá de los esfuerzos de Dudú por seguir surcando su sector, Boca mostró aplomo y buscó de contra.
Así, Boca, que precisamente había gozado de la indulgencia de Palmeiras en la primera fase de la competencia, se topará con River, que dejó en el camino a Gremio de Porto Alegre, también en territorio brasileño.