Por muy estrella de Hollywood que sea, también tiene los pies en la tierra, tiene sus necesidades y su corazoncito. Lo extraño no es tanto que la actriz de Algo pasa con Mary sea aficionada a hacer turismo sexual, sino su desparpajo para contarlo, tal y como ha confesado en una entrevista concedida a Play Boy.

  Aunque nadie lo diría mirando su dulce rostro, por lo visto, es una auténtica devora hombres, a la que le chifla tomar los aviones que haga falta con tal de conseguir sexo express.

Evidentemente, con su fama y su increíble debe físico, la rubia busca más el morbo y la aventura de la escapada que un hombre, porque nadie creería que necesitara recorrer ni tan siguiera medio metro para conseguir un macho dispuesto a todo por estar con ella.    

En fin, lo cierto es que la guapa oficial de la fábrica de sueños se vergüenza de asegurar que tiene por constumbre montarse en un avión para tener una cita picante con un amante.   "Oh caramba, no puedo contar cuantas veces me he subido en un avión por amor. No es raro en este negocio, mi estilo de vida lo demanda", dice en el número de julio de la revista.   Incluso asegura que el miembro viril ejerce sobre ella una atracción irresistible. "Siempre estoy viajando en busca de penes. Hay que ir donde estén.", afirma sin pelos en la lengua.   Sin embargo, la rubia no es partidaria de una total liberación sexual, pues, como amante, se autodefine como "primitiva". No sólamente es partidaria del refrán que hace bellos al hombre y al oso, sino que rechaza todo lo que huela a metrosexual.   "No todo el mundo puede ser tan primitivo como a mí me gusta. Me encanta el contacto físico. Tengo que estar tocando siempre a mi amante. No hay opción".   Por ahora, está encantada con su faceta de soltera, y no tiene pensado emparejarse hasta que le apetezca: "He tenido relaciones desde que tenía 16 años. En los últimos tres años me he hecho la promesa de no emparejarme hasta que me apetezca (…) Ahora mismo quiero tener una relación conmigo misma".

Fuente: www.radiosudamericana.com