15 de enero de 2013
Sector docente contra el impuesto a las ganancias
La UDA-Corrientes manifestó su férrea oposición a una medida que, según el gremio, "va en detrimento de los sectores más postergados". No se descarta una solicitud conjunta con otros sindicatos locales.
La polémicas por el cobro de impuestos a las ganancias al salario marcará uno de los puntos en la agenda de reclamos gremiales en este año.
Por tal motivo, Gabriela Albornoz, secretaria general de la Unión de Docentes Argentinos (UDA) seccional Corrientes, manifestó: "En vistas de nuevas negociaciones paritarias, los gremios representantes de los trabajadores deberemos ser cuidadosos e inteligentes en nuestros reclamos, ya que de nada sirve luchar por un porcentaje de aumento desorbitante, como los que se han planteado desde el 30 al 50 por ciento, si no se logra erradicar el deterioro del salario de nuestros representados, raleados por la creciente y constante inflación".
En este marco, el titular de UDA a escala nacional y secretario de Políticas Educativas de la CGT que conduce Antonio Caló, Sergio Romero, indicó: "Estamos hablando del aberrante impuesto a las ganancias, que a la luz de la forma de la liquidación del mismo, son los trabajadores y sus salarios los mayores perjudicados, puesto que no pueden deducir, tal como lo hacen las empresas y negocios inscriptos en el mismo, sus gastos personales y sus gastos destinados al desarrollo de su actividad".
Romero comentó que "todo lo expuesto redunda en un gravamen injusto y discriminatorio que recae sobre los menos pudientes y sobre sus ingresos brutos mermando abruptamente su poder adquisitivo y sus posibilidades de crecimiento social".
ALTERNATIVAS
El dirigente evaluó que "la solución no vendrá de la mano del aumento del mínimo no imponible, puesto que este índice no se actualiza desde el año 2011 y se aplicó sobre los salarios y ganancias del año 2010, por lo tanto ya arrastra dos períodos de inflación de entre el 40 ó 50 por ciento de acuerdo a los índices reales de la economía", y agregó que "por tal razón, un aumento de los mínimos no imponibles del alrededor del 20 por ciento, como plantea, no solucionaría dicho desfasaje y además incluiría a más trabajadores por el simple hecho de que ese índice ya fue neutralizado debido a la inflación de dos años más el porcentaje que se obtenga en la próxima paritaria, y además será el justificativo para no atender los justos y verdaderos reclamos del sector obrero".
Por otra parte, Romero consideró que "tampoco la solución vendrá por lograr un porcentaje de aumento mejor o peor, ni más alto ni más bajo, puesto que aun subiendo los mínimos, con un porcentaje inusual como de un 30 por ciento, siempre se estará negociando por debajo de la pauta inflacionaria de los años anteriores, lo que llevará a un aumento de salarios que en valores reales será muy inferior al porcentaje logrado y, además, por esta misma razón, también como en el caso de los mínimos no imponibles, se incorporará a más trabajadores al sistema de retención del impuesto".