"Pito catalán" del Superior Tribunal a la Corte Suprema
Con inocultable malestar, los supremos jueces de la Nación tomaron ayer conocimiento, en el acuerdo de los martes, que un fallo dictado por el alto Tribunal hace dos años fue cajoneado por el Superior Tribunal de Corrientes, que no cumplió el mandato de dictar nueva sentencia con estricta sujeción a las pautas impuestas por el alto Tribunal. De hecho, no es una cuestión habitual y menos lo es que intertanto se haya intentado cubrir vacante del juez cuya destitución fue dejada sin efecto, en lo que se interpretó como un avance sobre la Corte. En medios tribunalicios, a pesar de existir una oficina de prensa no se dio información, aunque desde la Presidencia se dejó trascender que su titular se había apartado. En el Superior, alguno de los camaristas sorteados confirmó la especie aunque reveló que -desde atrás- el Presidente maneja la causa y demora un pronunciamiento que pone a la Corte local en rebeldía frente al más alto Tribunal de la Nación. A ello se sumó la toma de conocimiento de que hasta la fecha no se hizo efectiva la división del Ministerio Público, no obstante que tanto la Corte como el Superior así lo dispusieron. Fuentes del Tribunal local responsabilizaron al Senado por la demora, dando incluso a conocer un fallo en el que se dejaba sin efecto la cautelar oportunamente dictada.
El último jueves en una apacible reunión del Senado se prendió la mecha. En el orden del día se dio cuenta del ingreso de una nota suscripta por el Dr Ramón Leguizamón, conocido penalista del medio, cuya lectura fue solicitada por una senadora abriéndose el debate sobre un tema que rápidamente cobró cuerpo por la extrema gravedad institucional del caso.