Según trascendidos, el automóvil era guiado por una joven que se llamaría Camila Acassuso y viviría en el Barrio Güemes. Según se presume, la mujer habría perdido el control del rodado y rozó un árbol y un Volkswagen Senda estacionado. Los oficiales que se encontraban en el lugar no podían explicar cómo llegó a quedar con las ruedas apuntando al cielo nublado de la mañana del jueves.

Luego del accidente, la conductora del Ford Ka, dominio CHJ 989, salió corriendo desesperada y habría intentado retirar algún elemento pero fue persuadida por testigos para desistir de su idea. Efectivos de la Policía de Corrientes llegaron al lugar para resguardar el orden pero no fue necesaria la interrupción del tránsito dado que el auto quedó prácticamente estacionado.

Los propietarios del Ford Ka y del automóvil de marca alemana no se presentaban por lo que se estaba aguardando para el retiro del que quedó “patas arriba”. Más tarde, se interrumpió el paso de vehículos para dar vuelta y retirar el mismo. Los daños eran visibles: el parabrisas rajado, el techo hundido, paragolpes desprendido, piezas mecánicas sueltas y hasta una cubierta destruida, entre otras cuestiones, se podían evidenciar, como lo relató el cronista de Sudamericana, Gustavo Altamirano.

Más tarde, el mismo movilero pudo averiguar que Camila tendría 17 años de edad y era la conductora designada. Lucas, un chico de la misma edad seria el dueño del auto y ambos adolescentes, junto a otros amigos habrían estado compartiendo un evento, en el cual decidieron designar como conductora a la chica. Camila sufrió un golpe en el rostro y una de sus piernas, mientras que los propietarios se dirigían a la Comisaría Primera, que tiene jurisdicción en la zona, para completar los trámites. 
 

Fuente: www.radiosudamericana.com