Un niño cordobés será elegido como intendente de Villa María. Lejos de ser un simple "juego", el pequeño mandatario tendrá mandato de un año, contará con un gabinete propio y dispondrá de un presupuesto de un millón de pesos.

El padrón de votantes consta de unos 20.000 escolares de la localidad: son alumnos de cuarto, quinto y sexto grado de todas las escuelas, públicas y privadas. Mientras que el intendente de Villa María, Eduardo Accastello, ya presentó a los 14 postulantes (que tienen entre 10 y 11 años).

"Cuando uno escucha los proyectos de nuestros niños se da cuenta de lo que nos falta hacer como adultos", dijo el jefe comunal.

Accastello expresó que "la ilusión, los sueños y el protagonismo en materia de objetivos que tienen los niños se reflejen luego en hechos institucionales". "Esto es parte de la evolución de una comunidad que siente que todos tienen voz y voto", remarcó.

Por su parte, el presidente de la Junta Electoral Municipal y titular de la Comisión de Fiscalización de comicios, Luis Coppari, explicó que el proceso en marcha, fijado por ordenanza municipal, prevé dos actos: las primarias de este domingo y una elección general, prevista para el 5 de diciembre.

Las primarias se realizarán en los cinco consejos escolares, y con los más votados quedarán formadas las cinco fórmulas para intendente y vice, una por cada consejo, que participarán de la votación de diciembre.

El niño que resulte triunfante llevará adelante las iniciativas que, desde 2008, elabora el denominado "Parlamento de los Niños", también elegido por el voto directo de los chicos de las escuelas.

Desde diciembre pasado, también funciona el "Gabinete de los Niños", para analizar, discutir y materializar propuestas comunes a los chicos de la ciudad.

Los miembros del Parlamento y del Gabinete de los Niños se reúnen una vez por mes con el intendente y "lo hacen con mucha alegría, en un juego de responsabilidades y en el marco de un constructivo ejercicio de gobernabilidad", según enfatizó Accastello.

El intendente destacó que, a raíz de propuestas de los niños, se implementaron el albergue canino o la "multa de la vergüenza", según la cual a quienes cometen infracciones de tránsito los menores les entregan una calcomanía para sus automóviles, "para que los mueva a reflexionar la próxima vez que vayan a cometer una infracción".

Fuente :www.minutouno.com