El autor del homicidio de un testigo del secuestro extorsivo de Cristian Schaerer fue condenado a 10 años de prisión en el Tribunal Oral Penal 1 de Corrientes. Se trata de Sergio Vargas, de 28 años, hallado culpable de matar a puñaladas a Fernando Javier Muchenick Serial, de 22, en la mañana del 4 de julio de 2009.
Durante un debate que finalizó el viernes los jueces determinaron el veredicto que deberá cumplir Vargas en la Unidad Penal 1.
Muchenik Serial murió como consecuencia de al menos cuatro puntazos delante de un negocio de venta de bicicletas de avenida Maipú al 1600 de la capital provincial.
Imputado en el delito de “homicidio simple” Vargas llegó a juicio en calidad de detenido desde el día en que ocurrió el crimen.
Tanto Muchenick como Vargas se conocían y de acuerdo a lo establecido en etapa de investigación ambos mantenían ciertas diferencias.
Alrededor de las 8 de aquel día se cruzaron frente a un kiosco donde mantuvieron una discusión que fue subiendo de tono al punto tal de agarrarse a trompadas. “La víctima se trenzó a golpes con su victimario y éste extrajo de entre sus ropas un cuchillo”, indicó una fuente judicial.
Al ver su vida en riesgo, Muchenick huyó corriendo por la avenida y atrás lo seguía el otro muchacho con cuchillo en mano. La persecución culminó frente a una bicicletería ubicada a la altura del 1600 de Maipú que hacía pocos minutos abrió sus puertas al público.
En ese lugar Fernando intentó defenderse pero no logró evitar recibir las certeras puñaladas en la zona del pecho. Tal fue el embate de ira utilizado por el matador que el arma blanca quedó incrustada en el corazón de la víctima, quien cayó de espaldas sobre la vidriera del comercio.
El joven ultimado fue testigo directo del momento en que secuestraron al estudiante Cristian Schaerer (cuyo paradero nunca más se conoció) el 21 de septiembre de 2003 en el barrio Tejas.
Durante los dos juicios del caso Schaerer, Muchenick sostuvo que vio cuando Christian llegaba a su casa en un auto Mercedes Benz y al momento de bajarse a abrir la puerta del garaje “apareció un auto Fiat Duna del que descendieron tres hombres armados que lo redujeron y se lo llevaron”.