Entre las complicaciones sobresalieron los problemas relacionados con la cantidad de agua caída, que según estimaciones superaría los 90 milímetros en cuestión de horas.

Desde la oficina provincial de Defensa Civil, señalaron que el registro de lluvia caída durante la madrugada y primeras horas del día fue prácticamente histórica, con registros similares a lluvias caídas en diciembre de 2010, mes en que incluso se registraron varios días de fuertes temporales y que había tenido como característica principal la cantidad de precipitaciones.

Mientras que desde el Municipio de Capital consideraron a la situación provocada por el temporal como “una emergencia hídrica” debido al nivel de los anegamientos provocados en gran cantidad de barrios.

Explicaron que se debieron concretar evacuaciones en barrios que habitualmente se inundan como la zona conocida como La Olla, Río Paraná, Patono, 17 de Agosto, Iberá, pero además también se registraron evacuaciones en otros barrios que no suelen sufrir estos inconvenientes como San Roque, Jardín, Güemes, Antártida Argentina, San Gerónimo, Popular, entre otros.

Los anegamientos, sin evacuaciones, se registraron en prácticamente todos los barrios de la ciudad, obligando a medidas de urgencia como suspensión por algunas horas del servicio de colectivos, cortes programados de energía, y el refuerzo de los servicios de emergencia sanitarios y policiales.

En la Capital serían más de 390 los evacuados, en tanto a nivel provincial se superan los 500 evacuados según informó el Gobierno provincial.

En los lugares más complicados se constataron anegamientos con aguas que llegaron hasta un metro en algunas viviendas, como ser en barrios La Olla, Irupé y Ongay.

Algunos habitantes de los barrios más complicados cortaron incluso la circulación vehicular por valles y avenidas para impedir que el movimiento de aguas causara mayor ingreso de agua en las casas.