La trastienda de la proscripción a Cristina Kirchner

Por Irina Hauser
El martes a la mañana, los supremos firmaron fallos de todo tipo como hacen cada semana cuando celebran su habitual "acuerdo". En realidad, ya no es un ámbito de deliberación, como en otros tiempos, porque el clima interno está demasiado tirante. Es una fachada. La cáscara solemne de una Corte Suprema minúscula con una capacidad de daño a gigantesca. El caso "Vialidad", donde se jugaba la libertad y la proscripción de Cristina Fernández de Kirchner, no estaba ese día sobre la mesa y cada quien siguió con sus cosas. No estaba planeado que hubiera una sentencia. Pero la presión de los medios amigos del gobierno y del macrismo --y con ella la de los "mercados" y buena parte del empresariado-- había alcanzado niveles exorbitantes, que dieron sus frutos. Después de la condena los cortesanos se dieron un aumento de sueldo, para ellos y los judiciales en general.
Crónica anunciada
Cuando faltaba poco para las 12 del mediodía, el presidente del tribunal, Horacio Rosatti, sorprendió con una convocatoria para resolver el asunto a las cuatro de la tarde. Invocaba su facultad de establecer "la oportunidad" para tratar una causa y una acordada del año 2003 que dice que ante "materias de trascendencia" se deberá "fijar la fecha" para considerar el asunto. En esta ocasión era el mismo martes 10 de junio, pero cuatro horas más tarde. Hubo quienes creyeron que el llamado era confuso y que sólo fijarían una fecha futura. Pero no, fueron por todo.
El panorama, en cambio, podía complicarse con Carlos Rosenkrantz, quien dudada respecto de la fecha para resolver: no le parecía imprescindible que fuera antes del 19 de julio, como intentaban imponer algunos comunicadores, en referencia al cierre para presentar candidaturas en la provincia de Buenos Aires, donde se postularía CFK. No lo convencía bloquear la postulación. Aunque, al fin y al cabo, era mucho más que eso, porque se trata de la pérdida de derechos políticos: los propios de la expresidenta y los del pueblo que no la puede elegir. Desde otros despachos de la Corte hicieron circular su postura diferenciada, como para exponerlo. Mientras tanto, Joaquín Morales Solá publicaba columnas donde reiteraba que la Corte debía fallar antes de la fecha en cuestión o de lo contrario sufrirían un gran repudio social.
Rosatti tenía otra carta más "institucional" para condicionarlo: fueron recordadas en el Palacio de Tribunales las dos veces que Rosenkrantz, como presidente de la Corte (lugar que obtuvo con su apoyo), convocó a acuerdos urgentes por temas "de trascendencia" y todos sus colegas lo acompañaron, aunque pudieron haber discrepado en los votos. Uno fue en mayo de 2021 cuando el exjefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta (todavía macrista) reclamaba la presencialidad en las escuelas en al pandemia, por lo que una mayoría le dio la razón. El otro, en noviembre de 2020, cuando sostuvieron (con la disidencia del propio Rosenkrantz) que los nombramientos sin concurso, por traslado, de los integrantes de la Cámara Federal Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi --puestos a dedo por Mauricio Macri-- no podían ser eternos. Pese a eso, siguen en ese tribunal, porque el Consejo de la Magistratura --que preside Rosatti gracias un controvertido fallo que modificó su integración-- no resuelve el concurso.
Una decisión política
Como dijo CFK, la sentencia sobre "Vialidad" ya estaba escrita. El fin de semana anterior, los medios dominantes, que presionaban de manera ostensible, afirmaron que la Corte ya había decidido confirmar la condena sin analizar las irregularidades en todo el proceso denunciadas por las defensas. Pero no estaba clara la fecha: la diferencia era nada menos que proscribir o no proscribir a Cristina. Esta segunda opción habilitaría algo que suelen pregonar los supremos: "que resuelva la política". Es decir, que definiera la legislatura si le quitaba los fueros.
En rigor, el fallo fue un rechazo a los recursos de las defensas y también de a fiscalía (que pedía aplicar asociación ilícita y elevar la pena a 12 años). Parecía sustancioso porque tenía 27 páginas, pero estaban llenas de observaciones que decían que la defensa de CFK no había fundamentado, no daba pruebas de anomalías, no explicaba, y otros sinónimos. Lo redactaron entre dos secretarios, uno de Rosatti y otro de Rosenkrantz. A Lorenzetti le pareció bien y se sumó. Eran copias de párrafos de los resoluciones de instancias anteriores, que la Corte convalidó plenamente, hasta decir aún sin haber analizado nada que Cristina se había beneficiado económicamente.
Dos días después de condenar a Cristina Fernández de Kirchner, la Corte firmó una acordada con la que dio un aumento de sueldo del 2,2 por ciento que cuenta a partir del 1 de abril de este año. El texto dice que es con el "propósito de mantener el poder adquisitivo de los sueldos". En el caso de los supremos y los cargos de camaristas y jueces en general no parecen tener muchos problemas de poder adquisitivo. Hasta ahora, sin contar el incremento, esto es lo que venían cobrando los jueces de la Corte:
*Horacio Rosatti: 19.147.398,84 pesos.
*Carlos Rosenkrantz: 18.567.176,62 pesos.
El sueldo básico de cada uno es menos de la mitad del monto que reciben. El valor crece por lo que les pagan por título, antigüedad y permanencia. El juez que hizo la instrucción de la causa y mandó a CFK a juicio, Julián Ercolini, cobra 11.169.889,66 pesos. Los integrantes de la Cámara Federal, perciben entre 13 y 15 millones, igual que los del tribunal oral. Los de Casación entre 13,5 y 16 millones. A esto hay que sumar el nuevo incremento, y el beneficio de que quienes ingresaron al Poder Judicial antes de 2017 no pagan impuesto a las ganancias.
El caso "Vialidad" ya había estado en la Corte Suprema en 2019, cuando iba a comenzar el juicio y la defensa de CFK, al igual que otras, fueron a esa instancia para advertir que comenzaría sin pruebas. No se habían hecho peritajes de las rutas cuya adjudicación y sobreprecios se cuestionaban, extrañamente, con una denuncia de Vialidad del gobierno de Macri que decía que las obras que se pagaron se habían realizado y que la diferencia no era significativa (0,6 por ciento). En la Corte, incluso en la vocalía de Rosatti --quien supo tener un fuerte vínculo con Cristina desde la convención constituyente de 1994 y cuando fue funcionario del gobierno de Néstor Kirchner-- estuvieron a un tris de parar el arranque del juicio. Pidieron el expediente completo pero lo devolvieron en 24 horas. ¿Qué pasó? Los medios armaron un escándalo porque la querían a CFK en el banquillo y se pusieron en contacto con la Corte para explicitar la advertencia. Los supremos decían que igual resolverían los recursos. Lo hicieron recién tres años más tarde: cuando iba por comenzar el alegato del fiscal.