Una de las críticas principales que se hace a las empresas que se dedican a la venta de gas en garrafa es el precio que cuesta con la entrega a domicilio. Y si bien el valor del tubo se mantiene en 97 pesos, con el delivery trepa a más de $170. Esto que significa prácticamente un 75 por ciento más de su valor se torna prácticamente imposible de abonar para muchos de los correntinos. En ese sentido, desde la Defensoría de los Vecinos de esta ciudad, se impulsa una convocatoria al sector empresario para acordar un precio máximo. Si bien, se entiende que el costo de la entrega a domicilio no está regulado por ninguna normativa, desde el organismo esperan llegar a un acuerdo. El defensor Javier Rodríguez explicó que “el delivery de garrafa está desregulado, y por ello los vecinos quedan supeditados a la decisión de la empresa”. El problema principal “se les presenta a las personas de la tercera edad, de bajos recursos o personas discapacitadas que no pueden llegar a la planta distribuidora para comprar el gas, y luego le cobran un excesivo precio por llevar la garrafa a domicilio”, dijo. Y explicó que “si bien lo hicimos a modo de recomendación, lo que queremos es convocar a las empresas a arribar a un acuerdo en beneficio de la comunidad en general que hoy atraviesa una situación difícil”. Por otra parte, comentó que las quejas llegan también por las largas filas que los clientes deben realizar para comprar una garrafa al precio fijado de $97, en las plantas distribuidoras. En este sentido, solicitó a la Dirección de Comercio de la provincia “que accione el poder de policía que le compete y efectúe los controles necesarios para evitar las extensas colas, situación comprendida por la ley de Defensa al Consumidor”.s