4 de mayo de 2016
Stanovnik pidió denunciar la venta de drogas y desterrar la violencia social
El arzobispo de Corrientes presidió la ceremonia de la festividad de la Cruz. Exhortó a la misericordia y a no aceptar el odio. Solicitó “ayudar a quienes padecen adicciones”, así como a “colaborar en la lucha contra la distribución de drogas denunciando”.
Ante la feligresía, el arzobispo de Corrientes, Andrés Stanovnik, exhortó a un mayor compromiso por una convivencia social pacífica y a desterrar la violencia. En sintonía con la Pastoral Social de la Confederación Episcopal Argentina, llamó a colaborar en la lucha contra el narcotráfico.
“Al contemplar el impresionante y maravilloso signo de la Cruz descubrimos qué grande es la vocación a la que estamos llamados los cristianos: amar como Jesús nos ama; ser misericordiosos y perdonar siempre como El nos perdona; y creer firmemente que el amor es más fuerte que el odio y que la muerte”, expresó el prelado en su homilía por la festividad de la Cruz de los Milagros.
“Amados por El, practiquemos la misericordia con todos poniendo en práctica las obras de misericordia corporales y espirituales que nos enseña la Iglesia, y recordemos las que actualizamos a las circunstancias de hoy: aprender a decir permiso, perdón y gracias; estar dispuestos a escuchar y dialogar siendo atentos y respetuosos del otro; desterrar la violencia verbal y física, sobre todo en la familia”, manifestó.
Luego Stanovnik agregó: “Tratar a todos, adultos y niños, con cariño y respeto; si eres padre o madre, educar a tus hijos con amor, paciencia y límites, cuidando su crecimiento espiritual y emocional; si eres hijo, honrar y obedecer a tus padres; cuidar nuestra casa común respetando las normas de higiene urbana y mantener una amable convivencia vecinal”.
“Ayudar a quienes padecen adicciones al alcohol, a las drogas, al juego y al consumo excesivo; colaborar en la lucha contra la distribución de drogas denunciando su venta; cumplir con responsabilidad las obligaciones; estar dispuestos a trabajar y no aceptar dádivas; tener buen trato con los compañeros en el trabajo; ser amables y atender bien a los que se acercan a pedir un servicio; alegrarse por el progreso ajeno; respaldar las palabras con buenas acciones”, enumeró el conductor de la Iglesia correntina.
“En fin, cada uno y sobre todo en familia, se pueden añadir otras obras de misericordia que favorezcan al mayor bienestar de todos”, indicó monseñor Andrés sobre los gestos del cristiano. Las referencias, de fuerte contenido social, expresan los lineamientos de la Iglesia local con el Papa Francisco y dan cuenta de los temas sociales y políticos en agenda.
Stanovnik inició su alocución haciendo foco en el signo de la Cruz de los Milagros y el cierre de los festejos del mes de Corrientes. “Hay una sola cosa que puede salvar realmente el mundo, afirmó el predicador, el Papa: ‘¡La misericordia! La misericordia de Dios por los hombres y de los hombres entre ellos’”, dijo el prelado.
“En los orígenes del pueblo correntino encontramos providencialmente el signo de la cruz. Ella constituye la memoria más preciosa del amor que Dios tiene por este pueblo. Esa memoria le hizo ver a aquellos habitantes que su vida no acabaría en la nada, sino que llegaría a su plenitud en el amor, que es Dios. Pero también le hacía comprender que no podía vivir de cualquier manera, que debía amar a su compañera y junto con ella cuidar y educar a sus hijos para que sean hombres y mujeres amantes de la familia y del trabajo; que había que respetar los bienes ajenos y ser solidarios con el hermano que la pasa mal”, expresó.
“No existe un gesto de amor que impacte con más fuerza y transforme tan radicalmente la existencia del hombre que aquel que contemplamos en la cruz. Ese signo nos vino del cielo, por así decir, de ‘arriba’, pero se quedó para siempre entre nosotros mostrándonos cuál es el verdadero camino hacia la plenitud del amor”, manifestó Stanovnik.
Orígenes
“Conmueven las palabras que escuchamos hoy del profeta Jeremías pronunciadas varios siglos antes de Cristo: ‘Yo te amé con un amor eterno’. Esa declaración de amor de Dios hacia su pueblo resonó de un modo especial en los inicios de nuestra historia en las orillas del Arazaty, y allá ité donde vivía el cacique Yaguarón, y continúa resonando todavía hoy en el corazón de su pueblo”, expresó el prelado.
“Es una declaración de amor que nos viene, por así decir, de arriba, de Dios Padre, pero que se hace asombrosamente cercana en Jesucristo, su Hijo, quien nos confirma la verdad de esa declaración con sus palabras y sus gestos, esas que acabamos de oír en el Evangelio: ‘Amense los unos a los otros como yo los he amado’”, sostuvo el arzobispo ante cientos de feligreses.
Objetos por personas
“Vivimos mal cuando nos vamos alejado del bien y del amor que es Dios. Al perder esa referencia fundamental que ilumina la existencia, entramos en un cono de sombra donde empiezan a brillar fugazmente las luces de las cosas materiales y así perdemos de vista a las personas. Entonces todo se nos convierte en objeto para usar y tirar, andamos desesperados detrás de placeres efímeros sin encontrar en ellos algo que nos dé esa paz, alegría y ganas de vivir que todos anhelamos”, manifestó monseñor Andrés.
“Sin embargo, a pesar de nuestros extravíos, indiferencias e ingratitudes, allí está Dios, invariable en sus sentimientos de amor y de compasión por todas sus criaturas, colgado en una cruz como respuesta en extremo misericordiosa a toda la violencia y el odio que los hombres descargaron sobre El. A la violencia del odio Dios responde con amor, aun sabiendo que esa respuesta le significará una muerte cruel, humillante e infame”, insistió.
“Comprendámoslo bien, queridos hermanos: el modo de proceder de Dios es responder con misericordia al odio y a la venganza; con el perdón a la ofensa; con el bien al mal. El que ha experimentado en su vida el gozo y la paz que ofrece el perdón de Dios, busca por todos los medios ser testigo y misionero de esa experiencia en todas partes”, aseveró Stanovnik en la Iglesia de la Cruz de los Milagros.
Fuente:www.ellitoral.com.ar